Tanto la comunidad internacional como Japón han quedado consternados. El ex primer ministro japonés Shinzo Abe fue asesinado a tiros el pasado 8 de julio, sucumbiendo a sus heridas apenas unas horas más tarde en el hospital, tal como informa Mar Sánchez-Cascado en el diario español La Razón.
A medida que avanza la
investigación del inesperado atentado, hay indicios que apuntan a que el autor de los disparos planeaba inicialmente atacar al líder de un
grupo religioso que,
según él, habría provocado la bancarrota de su madre mediante donaciones.
“Mi familia se unió a esa religión y nuestra
vida se complicó después de donar dinero a la entidad. Quería
apuntar al máximo responsable de la organización, pero era difícil. Así
que apunté a Abe porque creía que
estaba vinculado a la asociación. Quería matarlo”, aseguró Tetsuya Yamagami una
vez detenido.
Por otra parte, Yamagami, ex
marinero de la Fuerza de Autodefensa Marítima de 41 años y residente en Nara,
manifestó a la policía que no guardaba ningún rencor hacia las convicciones
políticas de Abe.
PRIMERA HIPÓTESIS:
LA IGLESIA DE UNIFICACIÓN
En Japón, algunos internautas
aseguran que Yamagami se refiere a la llamada Iglesia de
Unificación, a la que la mujer (la madre del tirador) habría donado
presuntamente una gran cantidad de dinero, lo que arruinó su vida familiar,
según relata Lorena Sáez en La Razón.
Esta organización religiosa –que todavía no ha sido señalada por la
policía japonesa– fue fundada en Corea y tenía una sede en Nara, en el lugar
donde Abe fue tiroteado. La Iglesia de Unificación tiene miembros en muchos
países, incluido Japón, y ha
apoyado causas políticas conservadoras.
“No
es ningún secreto que Abe Shinzo, Donald Trump y otros políticos han sido
amistosos con la iglesia”, ha asegurado en Twitter el profesor Jeffrey J.
Hall. No podemos olvidar que la conocida popularmente como “secta Moon”,
que ahora se denomina Federación para la Paz Universal,
organiza con frecuencia cumbres mundiales con la participación de
importantes figuras de la política.
EL LEGADO DE UN “MESÍAS”
COREANO
La Iglesia de Unificación fue
fundada por el coreano Sun Myung Moon (1920-2012). A lo largo de las últimas
décadas se ha escondido detrás de varios nombres y
organizaciones, como el de “iglesia
para la Unificación del Cristianismo Universal”, “Iglesia de Unificación”,
“Federación Internacional para la Victoria sobre el Comunismo” y “Fundación Lucha por la Libertad”.
Según su biografía oficial, a
Sun Myung Moon se le habría aparecido
Jesucristo a la edad de 16 años y
le habría dicho que continuase con su obra. Nacido en 1920 en Corea, se forjó
en el budismo y confucianismo. Después se hizo presbiteriano y pentecostal
hasta que fundó su propia “religión” en Seúl en 1954, un
año después de que terminara la Guerra de Corea, basada en la Biblia.
Según su “revelación”, Moon es el “Tercer Adán” y el “nuevo Cristo”, proclamado por Dios como “más sabio que Salomón y más caritativo que Jesús”. Sus adeptos lo consideran el padre verdadero de
la nueva humanidad, y el señor del segundo advenimiento.
Moon se dedicó a amasar una de las fortunas más importantes del mundo, mediante la
compra de compañías productoras de armas, de productos farmacéuticos,
astilleros coreanos, bancos en América Latina, periódicos y revistas en Estados
Unidos y América Latina, así como hoteles ganaderías.
La Iglesia de Unificación se
hizo célebre a partir de los años 70 por celebrar bodas masivas de
miles de seguidores a los
que Moon y su esposa unían en un intento por construir un mundo religioso multicultural.
Un ejemplo es el de la alemana Doris Stobbe, que acaba de escribir un libro
titulado La novia nº 718, precisamente tras su experiencia de “boda” en la secta.
SEGUNDA HIPÓTESIS:
UN CISMA “MOONIE”
Sin embargo, otras fuentes
creen que el asesino se referiría a la secta escindida fundada por uno de sus
hijos: la Iglesia del Santuario. A lo
publicado por La Razón se une lo que cuenta Pablo M. Díez en el
diario El Correo sobre este cisma proveniente de la “secta Moon”, y que ha sido muy polémico en los
últimos años por la ostentación de armas de fuego
en sus actos.
Fundada en Estados Unidos por
el hijo del Reverendo Moon, la Iglesia del Santuario llegó a
participar en el asalto al Capitolio en enero de 2021 apoyando al presidente saliente Donald
Trump. Con su corona adornada con balas, el líder de la Iglesia del Santuario,
Hyung Jin Moon, se encuentra actualmente de gira por Japón dando conferencias.
OTRAS PIEZAS EN EL
PUZZLE
No obstante, las informaciones
publicadas hasta el momento son algo confusas e incluso contradictorias, por lo
que aún es muy precipitado aventurar a qué secta se referiría el asesino de
Shinzo Abe. Según leemos en El Correo, la relación entre Abe y la “secta Moon” se
remonta a la época de su abuelo materno Nobusuke Kishi,
quien fue primer ministro entre 1957 y 1960 y antes formó parte del Gobierno
imperial que entró en la II Guerra Mundial.
Porque, como leemos en Bloomberg News, algunas fuentes han apuntado a
que Kishi, el abuelo del estadista recién asesinado, sería quien
introdujo la Iglesia de Unificación en Japón.
Pero también se ha hablado de otros grupos religiosos, como la secta
budista Soka Gakkai, que sostiene al partido
Komeito y tendría vínculos estrechos con el Partido Comunista Chino. Pero el
medio califica todo esto como “teorías de la conspiración”.
En Daily Kos se
destacan las acusaciones contra la Iglesia de Unificación, citando testimonios
de Steven Hassan, que perteneció al grupo y, desde su experiencia de exadepto,
ha escrito varios libros explicando el fenómeno sectario. Además, se señala
el sufrimiento de japoneses que han pertenecido al
movimiento, desde cuya realidad “es
completamente plausible que alguna de esas familias pueda guardar un rencor
serio” contra la secta.
Otro dato interesante es
que Shinzo Abe participó en el último Rally de Esperanza (Rally of Hope) organizado por la
Federación para la Paz Universal (la organización pantalla principal de la “secta Moon”) en 2021, donde habría hablado junto
a otras figuras como Donald Trump, José Manuel Durao Barroso y otros
mandatarios y exmandatarios.
POLÍTICA, FINANZAS Y
PROSELITISMO
Según informa Asia News,
la Iglesia de Unificación se difundió en Japón en la década de 1980 a través de
una “nueva religión” llamada Tenchi Seikyo,
fundada por Kawase Kayo, una chamana que combinó algunas enseñanzas del budismo
con las creencias difundidas por el reverendo Moon, sobre todo la idea de que las
desgracias de una persona provienen de los pecados de sus antepasados.
A lo largo de los años, la
Iglesia de Unificación ha conseguido forjar relaciones con importantes figuras
de derecha o extrema derecha: Moon había apoyado al
presidente estadounidense Richard Nixon y su Iglesia apoyó luego a Donald
Trump, quien junto con Abe asistió en los últimos tiempos a diversos eventos y
conferencias de la secta religiosa. Hasta el momento no resulta claro si
hay un estrecho vínculo -incluso a nivel financiero- entre la “secta Moon” y el Partido Liberal Democrático
Japonés al que pertenecía Abe.s
Los seguidores de Moon deben
hacer donaciones a la secta para construir un nuevo mundo de paz, compuesto por
sus propios hospitales, escuelas, industrias y centros de entretenimiento. Sin
embargo, las actividades comerciales de la Iglesia de Unificación han desatado
escándalos en Japón en reiteradas oportunidades: padres
y amigos de los miembros de la secta han acusado a Moon de manipular las
conciencias de los jóvenes para apropiarse de sus riquezas. En 1982, el
reverendo se trasladó a Estados Unidos, donde fue condenado a 11 meses de
cárcel por evasión de impuestos. Su imperio, construido entre EE.UU. y Corea,
se dividió luego entre sus 14 hijos.
Aunque la Iglesia de
Unificación ha proclamado en numerosas ocasiones que quiere colaborar con las
Iglesias católica y protestante, sus actividades de proselitismo se han
dirigido a menudo a los fieles cristianos, tanto en Japón como en Corea del
Sur, pero también en otras partes del mundo.
En 2001, el Reverendo Moon
había conseguido que el obispo católico africano Emmanuel Milingo ingresara a
su Iglesia y se casara con Maria Sung. Según algunos comentaristas, la “conversión” de Milingo era parte de un proyecto
más amplio cuyo objetivo era debilitar a la Iglesia católica en África
ofreciendo una religión similar al cristianismo, pero en la que los sacerdotes
se pueden casar y están permitidas la poligamia y las artes mágicas.
Secretaría RIES
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