Un sacerdote católico en Phoenix se disculpó, pidió perdón y renunció como párroco después de que se determinó que no había bautizado válidamente a un número indeterminado de personas durante sus dos décadas de servicio sacerdotal en Brasil y en las diócesis estadounidenses de San Diego y de Phoenix.
En una carta a los fieles con fecha 14 de enero, el Obispo de Phoenix,
Mons. Thomas Olmsted, dijo que la información es “tan
difícil de escuchar como difícil para mí de anunciar”.
“Es con sincera preocupación pastoral que informo a
los fieles que los bautismos
realizados por el reverendo Andrés Arango, sacerdote de la Diócesis de Phoenix,
son inválidos”, dijo.
Mons. Olmsted citó la nota doctrinal de la Congregación para la Doctrina
de la Fe del 6 de agosto de 2020, que señaló que no es válido el bautismo
conferido con la fórmula: "Nosotros te bautizamos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". El P.
Arango había estado usando esta fórmula.
“El problema de usar 'nosotros' es que no es la
comunidad la que bautiza a una persona, sino que es Cristo, y solo Él, quien
preside todos los sacramentos,
por lo que es Cristo Jesús quien bautiza”, explicó
Mons. Olmsted. .
“No creo que el P. Andrés haya tenido intenciones
de dañar a los fieles o privarlos de la gracia del bautismo y los sacramentos”,
continuó el Obispo. “En
nombre de nuestra Iglesia local, yo también lamento sinceramente que este error
haya resultado en la interrupción de la vida sacramental de varios fieles. Es
por eso que me comprometo a dar todos los pasos necesarios para remediar la
situación de todos los afectados”, añadió.
El P. Arango es un exmiembro de la comunidad Eudista, también conocida
como la Congregación de Jesús y María. El sacerdote escribió una carta en la
que expresó: “Me entristece saber que he realizado
bautismos inválidos a lo largo de mi ministerio como sacerdote al usar
regularmente una fórmula incorrecta. Lamento profundamente mi error y cómo esto
ha afectado a numerosas personas en la parroquia y en otros lugares. Con la
ayuda del Espíritu Santo y en comunión con la Diócesis de Phoenix, dedicaré mi
energía y mi ministerio de tiempo completo para ayudar a remediar esto y sanar
a los afectados”.
“Me disculpo sinceramente por cualquier
inconveniente que hayan causado mis acciones y genuinamente pido sus oraciones,
perdón y comprensión”, dijo el P. Arango.
El P. Arango sirvió en la Diócesis de San Salvador de Bahía (Brasil) a
finales de la década de 1990. Luego se desempeñó en California como director
del Centro Newman de la Universidad Estatal de San Diego de 2001 a 2005. Se
mudó a la parroquia St. Jerome en Phoenix, Arizona, donde fue párroco de 2005 a
2013, según la Diócesis de Phoenix. Fue vicario parroquial en St. Anne en
Gilbert, Arizona, de 2013 a 2015, luego vicario parroquial y luego párroco en
St. Gregory Parish en Phoenix desde 2015 hasta el 1 de febrero, cuando
renunció.
En su sitio web, la Diócesis de Phoenix publicó una explicación y un
formulario de contacto para quienes crean que fueron bautizados inválidamente
por el sacerdote. Aquellos que no estén seguros de qué sacerdote estuvo
involucrado en un bautismo deben mirar el certificado de bautismo, una copia
del cual generalmente está disponible en la parroquia donde tuvo lugar la
ceremonia. Si falta tal evidencia, una persona debe comunicarse con su
parroquia para obtener ayuda.
“Si fue bautizado usando las palabras incorrectas,
eso significa que su bautismo no es válido y no está bautizado. Deberá ser
bautizado”, dijo la Diócesis de Phoenix.
Cualquier persona que sepa de un sacerdote o diácono que usa una fórmula
bautismal inválida en la diócesis debe comunicarse con los funcionarios
diocesanos.
Un bautismo inválido invalidaría el sacramento de la confirmación y las
sagradas órdenes para la persona que ha tratado de recibir estos sacramentos.
Aquellos que no están bautizados válidamente no deben recibir la Sagrada Comunión
hasta que puedan ser bautizados.
No hay “una respuesta única y clara” sobre
si la falta de un bautismo válido afectaría el matrimonio. Aquellos cuyos
matrimonios podrían verse afectados deben comunicarse con el tribunal
diocesano.
La Diócesis de Phoenix dijo que el P. Arango “no
se ha descalificado a sí mismo” de su ministerio y todavía está en
buenos términos.
“La diócesis está trabajando en estrecha
colaboración con el P. Andrés y las parroquias en las que estuvo destinado
anteriormente para notificar a cualquier persona que haya sido bautizada
inválidamente. El P. Andrés dedicará su tiempo a ayudar y sanar a los
afectados”, dijo la diócesis en su sitio web.
En su carta Mons. Olmsted pidió oraciones por el sacerdote y “por todos aquellos que se verán afectados por esta
desafortunada situación”.
“Me comprometo a trabajar con diligencia y rapidez
para llevar la paz a quienes han sido afectados, y les aseguro que yo y nuestro
personal diocesano estamos totalmente comprometidos a ayudar a quienes tienen
preguntas sobre la recepción de los sacramentos”, dijo el Obispo.
Señaló su deber de estar "vigilante"
en la supervisión de cómo se celebran los sacramentos y asegurarse de
que "se confieran de una manera que esté de
acuerdo con los mandatos de Jesucristo en el Evangelio y los requisitos de la
sagrada tradición".
La Diócesis indicó que “puede parecer
legalista, pero las palabras que se pronuncian (la fórmula sacramental), junto
con las acciones que se realizan y los materiales utilizados (la materia
sacramental) son un aspecto crucial de cada sacramento”. Señaló que el
sacerdote no puede sustituir la leche por vino durante la consagración de la
Eucaristía, ni puede cambiar las palabras del bautismo.
“El bautismo es un requisito para la salvación”, dijo la Diócesis de Phoenix al recordar la institución del sacramento
por Cristo y el Catecismo de la Iglesia Católica.
Al mismo tiempo, la diócesis trató de explicar que la gracia de Dios aún
puede obrar si los sacramentos no se administraron válidamente.
“Es importante tener en cuenta que si bien Dios
instituyó los sacramentos para nosotros, no está obligado por ellos”, dijo la Diócesis y reiteró la teología sacramental católica. “Aunque son nuestro acceso más seguro a la gracia, Dios
puede conceder su gracia de maneras que solo Él conoce”.
Añadió que los católicos pueden estar seguros de que Dios obra a través
de los sacramentos cuando se otorgan adecuadamente, pero “podemos estar seguros de que todos los que se acercaron
a Dios, nuestro Padre, de buena fe para recibir los sacramentos, no se fueron
con las manos vacías”, dijo la diócesis.
Un bautizo inválido causó grandes problemas a un hombre de Oklahoma que
pensó que había sido ordenado sacerdote católico. Miró un video de su bautismo
infantil y descubrió que había sido bautizado inválidamente por un diácono de
Texas que usó la fórmula "nosotros
bautizamos". Posteriormente, el hombre fue bautizado, confirmado,
recibió la Primera Comunión, fue ordenado diácono y luego sacerdote.
En septiembre de 2020, el Obispo de Fort Worth, Mons. Michael Olson,
hizo público que el clérigo responsable de los bautismos inválidos era el
diácono permanente Philip Webb –actualmente jubilado–, que fue ordenado para la
Diócesis de Dallas, pero asignado a la iglesia Santa Catalina de Siena en
Carrollton, Texas, en la Diócesis de Fort Worth.
Cualquiera que haya sido “bautizado” por
este diácono debe ser bautizado y confirmado condicionalmente, a menos que haya
evidencia de que el sacramento se celebró con la fórmula adecuada, dijo Mons.
Olson.
El Obispo de Texas dijo que los sacerdotes y diáconos que cometieron
estos “graves errores de juicio” actuaron “sin malicia”, pero no cumplieron con sus deberes
de administrar los sacramentos correctamente.
En la Arquidiócesis de Detroit, el P. Matthew Hood descubrió que no
había sido bautizado válidamente cuando era un bebé y, por lo tanto, tuvo que
volver a visitar la pila bautismal
como adulto y recibir los sacramentos posteriores.
Traducido y adaptado por Eduardo
Berdejo. Publicado originalmente en CNA.
POR KEVIN J. JONES
| ACI Prensa
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