En una reciente encuesta las mujeres respondieron
acerca de sus experiencias en torno al aborto, resaltando que la falta de
recursos, apoyo e información fue lo que las llevó a esta trágica decisión.
En respuesta a una encuesta
realizada por el sitio web FemCatholic, las mujeres dijeron que hay una falta
de información práctica sobre el apoyo disponible para madres jóvenes; además
expresaron su temor al rechazo por parte de familiares y seres queridos.
Una encuestada dijo que lo que deseaba desesperadamente cuando se
enfrentaba a un embarazo inesperado, pero que no pudo encontrar, era “recursos prácticos, inspiración e información”.
“¿Cómo puedo terminar mi carrera y ser madre?
¿Dónde viviré? ¿Podré quedarme en la residencia de estudiantes? ¿Hay otras
madres allá afuera con carreras prósperas que comenzaron con un embarazo no
deseado y solteras?”, escribió la entrevistada.
En muchos casos, la razón por la que las mujeres optaron por un aborto
fue porque nadie les dijo que podían continuar con sus vidas y al mismo tiempo
ser una madre joven, indicaron.
La misma encuestada escribió que después de un aborto, descubrió que
había una vivienda especial y ayuda financiera en su universidad para estudiantes
“no tradicionales” y que pudo haber
completado sus estudios.
“Me enferma pensar en ello. Si esa información
hubiera estado disponible, tendría un niño de diez años hoy”, dijo.
FemCatholic se inspira en las “campañas
efectivas e inteligentes para la promoción de la mujer” de San Juan
Pablo II. El sitio web dice que la encuesta se realizó de forma anónima, con el
objetivo de hacer que el apoyo a las mujeres vulnerables que consideran el
aborto sea más efectivo.
Varias mujeres detallaron experiencias similares, asegurando que casi no
encontraron recursos de apoyo.
“Ni una sola persona a mi alrededor me dijo que
estaría bien tener el bebé. Nadie mostró confianza en mí. Creía en las mentiras
de que el aborto era la decisión más responsable que debía tomar una joven en
la universidad”, escribió una mujer.
Otra dijo: “Todo apuntaba a elegir el aborto
debido a la pobreza, estar soltera, estar en la escuela secundaria, no poder
darle una buena vida a un niño. Es demasiado difícil, será rechazado, no tendrá
ayuda. Viviré del gobierno para siempre, nadie más te querrá”.
Mientras que en todos los casos citados por FemCatholic, las mujeres
eligieron el aborto, algunas escribieron sobre cómo sus propias experiencias
han ayudado a otras mujeres a preferir la vida.
Muchas de las mujeres, y más de un hombre, también hablaron sobre el
temor de la madre de que su familia la rechazaría cuando se descubriera que
estaba embarazada. Varios describen el “terror” del
rechazo por parte de los padres y la comunidad en general.
Una colaboradora relató la experiencia de su hermana y dijo que, si bien
su madre le dio una enseñanza firme en contra del sexo prematrimonial, esto
solo empeoró su sensación de aislamiento y vergüenza cuando descubrió que
estaba embarazada.
“Creo que necesitamos un cambio cultural en la
forma en que hablamos sobre el sexo y el embarazo para que las mujeres en estas
posiciones no se sientan tan excluidas y avergonzadas de intentar deshacer la
situación sin que nadie lo sepa”, escribió.
Los resultados del aislamiento y el miedo son que las mujeres sienten
que no tienen dónde acudir, escribió el colaborador. Otras personas dijeron que
les preocupaba el estigma social o la presión para casarse con el padre,
incluso si no querían hacerlo.
Al final, las respuestas concluyeron que habían muchas razones
diferentes por las cuales una mujer podría sentir que debía elegir un aborto,
pero que “todas están basadas en el terror
extremo”.
La encuesta también preguntó a las mujeres sobre el impacto duradero que
el aborto había dejado en sus vidas. Muchas se refirieron a los problemas de
salud física y mental que habían sufrido, incluido el daño a su matriz, los
ataques de pánico y el dolor por sus hijos perdidos.
“Todavía pienso en mi hijo cada mes de junio, el
día que hubiera nacido. Debería obtener ayuda. Solo rezo por ser sanada”, escribió una mujer todavía afligida.
Si bien el dolor todavía era intenso para muchos, otras hablaron sobre
el apoyo que habían recibido de esposos, familiares, sacerdotes y del ejemplo
de figuras católicas.
“Me siento espiritualmente y físicamente sanada. La
confesión y la unión a la Iglesia ayudaron enormemente. Lo que todavía duele es
que extraño a mi hijo. ¡Pero ahora tengo más motivación para luchar por el
Cielo para poder conocerlo!", escribió
una mujer en respuesta a la encuesta.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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