Tienen entre 11 y 15 años y son chicos,
ellas tienen entre 4 y 8.
Las cifras de niñas atacadas sexualmente por niños
de su edad o poco mayores que ellas se ha disparado con la generalización del consumo
de pornografía, al que los menores tienen cada vez mayor y más sencillo acceso.
Un
informe dramático procedente de Kansas City ha atraído recientemente nuestra
atención hacia un problema que ha empezado a crecer de manera casi inobservada:
la agresión sexual de niños a manos
de otros niños. Un artículo de Jonathon van Maren en LifeSiteNews da cuenta de
la envergadura de la situación: El
Hospital Children’s Mercy ha declarado que "están
observando una inquietante tendencia en los casos de agresión sexual de
niños", en los que la pornografía tiene mucho que ver. Heide Olson, la enfermera responsable
de examinar los casos de agresión sexual, ha observado que el número de agresores con edades
comprendidas entre los 11 y los 15 años no tiene precedentes: "Lo que nos iba inquietando a todos a medida que
recogíamos los datos, es que casi la mitad de los agresores son menores".
Según la
International Association of Forensic Nurses, el Children’s Mercy es uno de los
hospitales incluidos en el 5% de los hospitales de los Estados Unidos donde
mayor número de víctimas de agresión sexual fueron tratadas: en 2017, atendieron a 444 niños
que habían sido agredidos sexualmente en la semana anterior. Y el número aumenta hasta aproximadamente 1000
niños al año si los datos hacen referencia al número de niños que informan de
la agresión a los cinco días; la
mayoría de las víctimas son niñas de edades comprendidas entre los 4 y los 8
años de edad.
Olson
cree que este tipo de agresión es un "comportamiento
adquirido", y según cuanto informa un noticiario local: "Las enfermeras observan que la pornografía tiene un papel cada vez más preponderante en estos casos:
o bien el agresor obliga a la víctima a ver pornografía; o bien la víctima
informa de que el agresor le dijo que tenían que ver pornografía, forzándola a
hacer lo que se veía en el vídeo porno; o bien que la víctima sea grabada
mientras se realiza la agresión". Muchos de los jóvenes agresores
admiten que actúan así por lo que han visto en la pornografía.
Debido a
su exposición a la pornografía a edades cada vez más jóvenes -Olson ha afirmado
que está aumentando el número de niños pequeños, de hasta 4 ó 5 años de edad ,
que ven pornografía-, los niños se
están imbuyendo de ideas perversas y peligrosas sobre las relaciones. "Sabemos que probablemente influyen muchos factores
en todo esto", ha declarado. "Creo
que muchas cosas contribuyen a esta situación, pero la pregunta es esta: ¿Cómo
es posible que, como sociedad, estemos fracasando de tal manera que nuestros
niños de 11, 12 y 14 años están cometiendo agresiones sexuales
violentas?".
El doctor Peter C. Kleponis
ofrece en su libro sobre la pornoadicción cifras muy preocupantes: la edad
media de la primera exposición a pornografía ha descendido hasta los 11 años, y
cada vez lo que ven es más violento. Creary,
directora de los servicios de asesoramiento de la Metropolitan Organization to
Counter Sexual Assault, está de acuerdo con Olson.
"Estamos ante una situación en la que aumenta progresivamente el
número de niños que tienen problemas de comportamiento sexual y, también, de
niños que tienen acceso a la pornografía", ha
observado. "La pornografía hoy es distinta de
lo que solía ser: actualmente, el 80%
de las quince películas porno más vistas muestran a mujeres golpeadas,
escupidas, pateadas, llamadas con apelativos degradantes. Es decir, el
tipo de comportamiento que no nos gustaría ver en nuestros hijos, ni en nadie.
La pornografía es cada vez más violenta". Afirma que el 25% de las agresiones sexuales son
cometidas por menores.
No es la
primera vez que son noticia los niños que agreden a otros niños a causa de la
pornografía. The Economist ha publicado recientemente un informe en el que
indica que la pornografía incita a los niños
(casi siempre varones) a agredir sexualmente a otros niños (casi siempre niñas),
y que los expertos pedían que se restringiera el acceso a la pornografía. En el
Reino Unido, por ejemplo, la policía aparentemente ha recibido 40.000 denuncias
de niños que han agredido sexualmente a otros niños, incluyendo 2625 supuestos
casos que ocurrieron en establecimientos escolares. La pornografía lleva a los niños a ser agresores y a las niñas víctimas.
Si
nuestra sociedad no toma medidas significativas para mantener a la pornografía
alejada de los niños, esta terrible tendencia sólo pueden empeorar. La pornografía ha hecho que la violencia
sexual en las relaciones íntimas sea lo habitual, la corriente
dominante, y la sociedad, intencionadamente o no, ha permitido que los niños
tengan acceso al porno. Debemos cambiar las cosas o pagaremos el precio.
Traducido por Elena Faccia Serrano.
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