Estamos
frente a uno de los casos mejor documentados de la España del siglo XVI. Se
trata de Magdalena de la Cruz que tuvo una fama de santidad tan grande en
España, que ni siquiera Santa Teresa de Ávila la tuvo alguna vez.
Los nobles y los reyes querían conseguir reliquias
de la monja y sus cartas manuscritas eran de un valor incalculable.
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Incluso le hacían llegar a la monja objetos para que ella bendijera.
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Incluso le hacían llegar a la monja objetos para que ella bendijera.
El propio emperador Carlos V pidió que el manto de Magdalena de la Cruz envolviera al futuro
príncipe Felipe II quien se convirtió más tarde en rey de España.
Pero Magdalena de la Cruz un día se convertiría de
una mística extraordinaria a una poseída y luego a una pecadora arrepentida,
con severas penitencias por sus pecados.
Sucede con
los místicos. A menudo Dios permite que
tengan influencia demoníaca junto con apariciones celestiales.
Dios permite que el diablo los tiente fuertemente
para poner a prueba su fe y devoción.
En el caso
de Magdalena hubo un período en que
demostró piedad auténtica y profunda, pero luego hizo un pacto con el demonio. Y
probablemente las apariciones celestiales disminuyeron o desaparecieron para
entonces.
LOS
PRIMEROS AÑOS DE MAGDALENA
Magdalena nació en Córdoba, Andalucía, en 1487, cuando los moros todavía
ocupaban la región. Con sólo 5 años
la pequeña Magdalena ya es conocida en
la ciudad por su gran devoción. En el cumpleaños número 5 ella rezaba en
la iglesia cuando escucha una música
muy dulce.
E inmediatamente se le aparece un hermoso joven de
pelo negro que lleva un manto brillante, quien ella pensaba que era Jesús.
Ese mismo
día ella huye de su casa y se refugia
en una cueva cayendo en éxtasis. Y cuando despierta se da cuenta que fue transportada milagrosamente a su cama por
su ángel guardián. Luego se le aparece la persona que ella supone que es
Jesús y le pide que aminore su
ascetismo para no desarrolle fragilidad de salud.
Le profetiza el glorioso destino que le espera y la
necesidad de más fuerza.
Y ahí
comienzan los milagros. Porque volviendo a la iglesia para agradecer a Jesús se
encuentra con un hombre cojo qué
le pide le dé la mano para llegar a la iglesia. Y no bien ella le da la mano el cojo recobra su capacidad de caminar,
y va por todo el pueblo anunciando su curación. Más tarde cura a un ciego y también a una persona muda.
Pocos días después se le aparece
Jesucristo crucificado quién le exige que se crucifique a sí misma como
signo de santidad. La niña tomó unos clavos se los clavó las manos y los pies y
estuvo así crucificada durante unos
minutos. Luego se le apareció Jesús de vuelta quién la descolgó pero se
cayó, fracturándose dos costillas. Queda
postrada en la cama y parece estar muriendo por la infección de las
heridas. Pero el propio Jesús se
aparece y sana las heridas de las manos, de los pies y las fracturas.
Dice que en esta maniobra apretó fuertemente dos
dedos meñiques de la chica que nunca volvieron a crecer, quedando muy pequeños
hasta que murió.
Eso fue
tomado como una prueba de la aparición de Jesús. Tres meses previo a su primera
comunión aparentemente cesa de comer,
ayunando hasta el domingo de su primera comunión. Pero no presenta
ningún rasgo de falta de salud. Luego diría que el grito que profirió el día de
su comunión fue por la sorpresa de que el
propio Jesús le pusiera la Eucaristía en su boca.
A los 12 años se le apareció por primera vez una
persona qué decía ser familiar y que a partir de ahí no se separaría de ella
más.
A veces se presentaba con otros hombres de un bello
rostro, que incluso adquirían la fisonomía de San Francisco, San
Jerónimo y otros Santos. Y en esos momentos Magdalena experimentaba visiones de la Santísima Trinidad. El apuesto joven
que decía ser familiar le dijo que
hiciera todo lo que él pidiera de modo que pudiera convencer a los demás de su
santidad.
Fue entonces, a partir de este momento, que hizo un
pacto con él, que a la postre era el demonio, quién le aseguró que no se iba a
condenar si seguía sus órdenes.
A partir de
ahí comienza a flagelarse. Y las
heridas sangrantes de los azotes se
curan milagrosamente al día siguiente. En definitiva, todo lo de ella parece Santo excepto los dos
dedos que no han crecido.
INGRESA
AL MONASTERIO
Con 17 años, en 1504, es admitida en el convento franciscano de Santa Isabel de Los
Ángeles en Córdoba, por su reputación de santidad. Y rápidamente obtiene la
admiración de muchas monjas. Aunque hay elementos que llevan a pensar que
algunos tenían dudas ya por ese entonces.
No era discreta acerca de su vida espiritual y de
sus méritos; se inflige a severas mortificaciones a la vista de todos.
Llevaba una pesada cruz por todo un convento a la vista de todos. Besaba los pies de sus compañeras cuando estaban reunidas. Y aparentemente dejó de comer por completo
alimentándose solamente con la sagrada eucaristía y lo pregonaba. Con 22 años ya tenía reputación de Santa
y por eso la dejaron hacer sus votos solemnes, conociéndose desde ese momento
como la hermana Magdalena de la Cruz. Hubo un hecho solidifico la imagen de Sor
Magdalena ante el pueblo, los nobles y los reyes. Durante una misa una paloma se posó sobre el hombro y pareció
hablarle al oído. Esto se extendió como reguero de pólvora incluso fuera
de España. Y pronto comienza a exhibir
facultades extraordinarias. Su familiar continúa apareciéndose, a veces
acompañado de un hombre negro desnudo lo que no le gustaba a Magdalena.
En otras ocasiones el familiar le pronosticaba
cosas que iban a pasar, que efectivamente sucedían.
Y cuando las contaba aumentaban su fama de
santidad, porque nunca salía de las murallas el convento y aun así
estaba enterada de todo lo que pasaba en la ciudad y en las casas nobles. También
las hermanas del convento escuchaban a menudo un suave murmullo, palabras que no conocían y gemidos de sufrimiento que
salían de su celda. El convento
empieza a recibir generosas donaciones. Muchas personas influyentes piden su intercesión. Y eso relega a las otras hermanas del convento,
sin que ella se preocupe. En 1515
anuncia la muerte del Rey Fernando para el año siguiente y la regencia
sobre el Reino de Castilla del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. También
Magdalena exhibía experiencias con la
dimensión de los muertos.
Podía saber el fallecimiento de alguien cercano y contactarse
con las almas de los difuntos.
También
decía que la guiaban en visitas al
cielo, el infierno y el purgatorio. E incluso cuando regresaba del hades
ponía sus pies en una tina de agua y
salía un humo espeso de ellos, adelante de toda la gente. Contaba sobre visiones de legiones de almas
que se salvaban o se condenaban. También se dice que podía ver en el aura de las demás personas si estaban en pecado o no. En
una ocasión estaba rezando con sus compañeras de convento y una hostia consagrada se le introdujo en la
boca. Ella diría posteriormente que su enigmático familiar lo había
hecho. Sin embargo pronto comenzaría
una relación incómoda con el familiar. Ella contaría más tarde, que una
noche el familiar la obligó a llevar a
cabo un acto que ella consideraba deplorable. Como ella se negó la tomó de los cabellos la alzó y la arrojó
contra la pared, lo que la dejó en cama varios días. Después de 6 meses
el causante de estos accidentes la sanó milagrosamente. Magdalena nunca dijo
que era lo que tuvo que hacer con su familiar. Un hecho importante sucedió el día de la fiesta de la Anunciación de
1518.
Concibe un niño, según ella, por el poder del
Espíritu Santo.
Prueba de
ello es que el abdomen de Magdalena
comienza a quedar abultado. Entonces el convento se divide en dos.
Aquellos que están de acuerdo con que fue un acto divino y que otros dicen que
no puede ser, porque no hay nada en la escritura que hable de un segundo
nacimiento de Jesús. Esto lleva qué realice las más severas penitencias. Camina
descalza sobre vidrio, azota su espalda y lleva cilicios
permanentemente. El arzobispo de Sevilla envía 3 matronas a examinar a Magdalena.
Quienes dicen que la monja está embarazada, pero
que su virginidad está intacta.
Magdalena
informa que para la Navidad dará a luz y
que su ángel guardián le pide que ella dé a luz sola, para sufrir más, sin
ayuda humana.
Ella dijo que durante la noche de Navidad dio a luz
un bebé, que irradiaba mucha luz; tanta que el aire se calentó milagrosamente
de repente.
Otro hecho
sorprendente es que su cabello negro se
convierte en rubio brillante, mucho más largo para poder envolver al
niño en él. Y como prueba se corta algunos rizos de su cabello rubios antes que
vuelva a ser negro. Todo esto aumenta la fama de santidad de Magdalena y las donaciones fluyen como nunca. En 1523 el
arzobispo necesitaba una nueva catedral y recurre al dinero del convento
de Santa Isabel de Los Ángeles, pidiendo las donaciones realizadas debido a la
hermana Magdalena. El convento era el
más rico de España en ese momento.
COMIENZA
LA DEBACLE
Llega un
punto en que Magdalena es propuesta
como abadesa del convento. Ella al principio no quiere, pero luego
derrota en las elecciones a Sor Isabel de la Trinidad en 1533. La madre
Magdalena instala severas prácticas de
penitencia en el convento. Ordena a sus compañeras admitir pecados cada vez más
severos. Y se ven casos de hermanas rodando por el suelo y arqueando sus cuerpos en especie de posesión.
Ordena algunas que hagan la señal
de la cruz con la lengua en los zapatos de todas las monjas reunidas. Las
flagelaciones se hacen públicas y con la luz encendida, no como antes
que eran ocultas y con la luz apagada. Después diría Magdalena que las
penitencias era una idea del diablo
para inculcar el orgullo espiritual en las monjas. En lugar de llevar velo algunas deben llevar
corona de espinas, sogas alrededor de su cuello y caminan en procesiones
lúgubres, mientras son azotadas por las otras hermanas en fila. Alienta a caminar de rodillas en tablas con
clavos y a usar cinturones con puntas de hierro. Nadie se atreve a
cuestionar su autoridad pero comienzan
a surgir las dudas. Porque Magdalena también relaja antiguas reglas de la orden por siglos. Así por ejemplo
dice que se le apareció San Francisco y
le dispensa que tenga que ir a la confesión en el futuro. Elimina la reja entre
el confesor y la hermana confesante, diciendo que es un insulto que no
esté cara a cara con el confesor. Elimina
el ayuno de los viernes para que puedan soportar mortificaciones
mayores.
Y una noche cuando recibe una mujer muerta qué vino
a confesarse con ella, se le ocurre la idea de que las monjas y novicias se
confiesen con ella todas las noches en su celda.
Todo esto
genera una repulsa de parte de muchos y aceptación de parte de gente más
famosa. Es así que los que dudan hacen
llegar a un monje exorcista al convento. Le introduce largas agujas en su
cuerpo, una en el pie y otra en la mano cuando está en éxtasis. Magdalena se muestra insensible, sin
ninguna reacción, y cuando le retiran las agujas sale sangre. También se
insinúa entre las personas del convento que hay algunas que le llevan comida en secreto a Magdalena y que su
abstinencia no es tal. Ponen dos monjes
franciscanos en la puerta de su celda 24 horas. Pero al otro día Magdalena desapareció y estaba dormida
en el jardín, declarando que fue San Francisco el que la transporto a ese
lugar. Las dudas sobre la madre Magdalena siguen aumentando porque ella usa las apariciones de la Santísima Virgen
para criticar a quienes ella no tiene buena relación. O deniega el
ingreso al convento a muchachas porque la Virgen le dijo que tenían antepasados
judíos. Es así que en las elecciones de 1542
la madre Magdalena recibe muy pocos votos, siendo electa para abadesa
nuevamente Isabel de la Trinidad. Las investigaciones sobre Magdalena
son cada vez mayores e incluso se
encuentran hostias debajo de su cama. Y así empiezan a surgir anécdotas
que antes estaban ocultas. Por ejemplo unas monjas dicen que descubrieron una
vez que la cama de Magdalena estaba
rodeada de carneros negros. Y cuando le preguntaron dijo que eran ánimas de difuntos buscando su consuelo. En
otra oportunidad una monja vio surgir
en la celda de Magdalena a un hombre negro. Y Magdalena le dijo que no
tuviera miedo porque era un Serafín. En
1543 Magdalena cae gravemente enferma y la abadesa aprovecha para exigirle una confesión general.
Cuando el confesor se pone la estola Magdalena
comienza a convulsionar.
El sacerdote
empieza a sospechar una presencia
demoníaca. Pide a un médico que
examine sus éxtasis. Sus ojos no parecen mostrar en éxtasis real, pero
al pincharla con agujas no tiene
ninguna reacción. Sin embargo al
sumergir la aguja en agua bendita y luego pincharla, Magdalena deja
escapar un gemido. El médico y el sacerdote comienzan a pensar que podría estar poseída. La salud de Magdalena
empeora e incluso escucha las palabras “Te estás muriendo no verás otra la Navidad” y otras palabras sueltas misteriosas. Luego empezó a proferir blasfemias repugnantes. Y
a ser sacada de su cama por una fuerza
que la mantiene en el aire. Para este momento se muestra una Magdalena envejecida.
EXORCISMO
Y JUICIO
La abadesa
entonces llama a un sacerdote experimentado Don Juan de Córdoba para exorcizar
a Magdalena.
Don
Juan le dice “Te ordeno en el nombre de Jesús
que dejes a esta pobre mujer. Y que me digas tu nombre”.
El demonio da un grito terrible junto con el nombre
de Balban.
Más tarde se descubriría otro demonio llamado
Patorrio.
El demonio
intensifica sus blasfemias y se
envanece del desorden que ha causado en el convento durante años. Don
Juan de Córdoba tiene entonces un caso sólido de infestación demoníaca. Las
autoridades de la Iglesia y la Santa
Inquisición deciden llamar a un exorcista profesional.
En
una de las sesiones del exorcismo el demonio dijo:
“Soy un Serafín de lo que cayó del cielo tengo bajo
mi poder a muchas legiones.
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Tanto yo como un compañero estamos unidos a Magdalena desde que nació y no nos apartaremos de ella hasta que nos la llevemos, porque es nuestra”.
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Tanto yo como un compañero estamos unidos a Magdalena desde que nació y no nos apartaremos de ella hasta que nos la llevemos, porque es nuestra”.
Al volver
del éxtasis Magdalena confesó su
relación con los dos serafines. Incluso llegó a decir que algunas personas murieron por mediación de ellos. También
reveló que el hermoso joven que se apareció a los 5 años era en realidad un demonio, qué prometió fama
y respeto si ella lo obedecía siempre. También dijo que sus gritos en la
noche no eran de amor extático sino por
las caricias del demonio.
Cuando el exorcista hacía la señal de la cruz,
Magdalena comienza insultar con palabras inenarrables, rueda por el piso de la
celda, muerde todo, adopta posturas indecentes, e imita cópulas con los
demonios que tuvo por casi 40 años.
El
inquisidor había pedido a las monjas que se quedarán al lado de la puerta para
escribir lo que oían, por eso está también documentado este suceso. Durante el
exorcismo se descubrieron los medios
perversos que los demonios utilizaron para socavar a Magdalena cuando era niña.
Si cree que la eligieron porque ella era una niña muy piadosa y dedicada a Dios. Con el correr de los
años los demonios dejaron de ser jóvenes
hermosos para transformarse en figuras más o menos grotescas, qué
irradiaban una luz rojiza. Magdalena los describe como seres con
nariz ancha y plana, cuernos retorcidos y boca desdentada. Magdalena también
dijo que el demonio le ordenó que se
convirtiera en su esposa, asegurándole que no perdería su virginidad. Le
dijo que crecería en su aparente
santidad pero qué tendría placeres inimaginables con él. Admitió que el demonio le alimentaba en secreto y que había
estado embarazada de él.
Cuando ella empezó a sospechar qué podía ser un
demonio el ángel que se le estaba presentando cuando era niña, no quiso hacer
nada porque los prodigios que ella hacía aumentaban su fama de santidad, que
era su objetivo.
Luego de
terminado el exorcismo, Magdalena estuvo cerca de 2 años en la cárcel esperando el juicio, que se realizó el 3 de mayo de
1546. Para ese momento la hermana Magdalena estaba completamente exorcizada y libre de demonios.
En ese entonces Sor Magdalena
tenía 61 años y estaba fuertemente arrepentida. Pide al tribunal
inquisidor que la entreguen a las llamas purificadoras. Pero los jueces no
deciden esto debido a su edad, a sus
confesiones, al arrepentimiento y a las influencias de notables. Los
jueces deciden que Magdalena sea conducida
al patíbulo con una mordaza en la boca, una cuerda en el cuello y una vela en
la mano, permaneciendo allí durante el tiempo de una gran misa. Abjurar y
arrepentirse frente a la catedral de sus engaños con los demonios. Y no se le
permite usar el velo negro por 3 meses vivir siempre en un monasterio y caminar
última en las filas del monasterio. Se la lleva a un convento
franciscano en Burgos donde vive largos
años de arrepentimiento y expiación sin caer nuevamente ningún error. La
hermana Magdalena de la Cruz murió en 1560
a los 74 años. Todo un hecho asombroso. Sobre todo el del embarazo, que probablemente haya sido un embarazo
histérico.
Fuentes:
- http://www.mysticsofthechurch.com/2011/12/sister-magdalena-of-cross-nun-who-made.html
- http://teamministrytools.blogspot.com.uy/p/excerpt-from-exorcismof-sr.html
- https://marilynkaydennis.wordpress.com/2010/11/14/the-diabolic-saint-magdalena-of-the-cross-part-5/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Magdalena_de_la_Cruz
- http://rumboalvcentenarioteresiano.blogspot.com.uy/2012/04/magdalena-de-la-cruz.html
- http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2743959.pdf
Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María
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