Una de las prácticas del satanismo, que incluso se
ha popularizado a través de libros, películas y la televisión, es el pacto con
el demonio o la venta del alma, pero ¿es posible hacerlo? ¿Qué efectos tiene en
verdad sobre la persona que lo realiza? El famoso teólogo español José Antonio
Fortea responde.
En la Cuestión 31 de su tratado sobre demonología Summa Daemoniaca, el P. Fortea explica que “la gente suele pensar que los pactos con el demonio solo
existen en la literatura. Están equivocados”.
“Hay
personas que conscientemente, con toda advertencia, pactan con el diablo
y le entregan el alma con tal de conseguir algo en esta vida”, señala.
“¿Es posible un pacto con el demonio? Por supuesto
uno puede firmar un papel, pero no se le va a presentar el demonio ni para
entregarle el papel, ni para recogerlo”, indica. “Cuando uno hace un pacto de este tipo siempre espera que
se aparezca alguien, pero es uno mismo el que tiene que escribir los términos,
y tampoco aparece nadie una vez firmado el pacto, con lo cual uno se queda con
el papel en la mano”, insiste.
Sin embargo, precisa que “aún así, si uno
invoca al diablo muchas veces pueden suceder cosas, lo mismo que en el
espiritismo. Pero no necesariamente”.
El P. Fortea advierte que firmar un pacto con el demonio “no significa
obtener una vida de riqueza, honor y lujuria desenfrenada. Yo he
conocido personalmente a dos personas que hicieron ese pacto y, francamente, su
nivel de vida era peor incluso que el mío”.
“Tampoco parece que en aspecto carnal el diablo
fuera especialmente generoso con ambos. Eso se debe a que el Diablo no es Dios
y no puede dar lo que quiera”.
Además, explica, “el alma puede arrepentirse siempre que quiera con un simple acto
de su voluntad. Arrepintiéndose, el pacto queda en papel mojado fueran cuales
fueran los términos del contrato. Incluso aunque se excluyera la posibilidad
del arrepentimiento, esta cláusula no sirve de nada”.
“Dios que nos ha dado la libertad para hacer lo que
queramos, no nos ha dado libertad para renunciar a la libertad”, precisa.
Frente a quienes piensan que el demonio puede favorecer el triunfo en
los negocios o en la profesión, el sacerdote español señala que “la razón por la que el mismo diablo no puede conceder ni
siquiera eso a sus siervos es porque el éxito de una empresa o en una profesión
depende de la concatenación de muchas causas y factores”.
“El demonio
solo puede tentar, así por ejemplo puede tentar a un jefe a que escoja a
un empleado en vez de a otro. Pero la tentación se puede superar, y por tanto
ni una cosa tan simple como esa es segura ni con un pacto con el demonio”.
El P. Fortea advierte sin embargo que “el gran poder del pacto con el demonio es
hacer pensar a la persona que ya está condenada haga lo que haga”.
“Es difícil hacer entender a una persona que ha
firmado tal trato que sigue siendo tan libre como antes. Pero es así”, concluye.
Redacción ACI
Prensa
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