¿Levantarte en las
ofrendas? ¿Responder al Credo en plural? Pequeños detalles que marcan la
diferencia
1. No llegues tarde
Recuerda que Dios te está esperando para colmarte de Su amor, darte Su
perdón y un abrazo; hablarte al oído, decirte lo que necesitas oír… Te ha
apartado un lugar en Su mesa, no lo dejes esperando…
2. No vistas
provocativamente
No uses prendas que puedan distraer o provocar (escote, minifalda,
shorts, mallas)
3. No entres sin
saludar al Señor
Al llegar persígnate. El está allí, feliz de verte. Agradécele haberte
invitado.
4. No te dé pena
hacer reverencia o genuflexión
Si pasas frente al altar, que representa a Cristo, haz reverencia. Si
pasas frente al Sagrario, donde está Cristo, haz genuflexión (toca el suelo con
la rodilla).
5. No masques chicle
ni comas o bebas
Sólo se permite agua sola, en caso de necesidad por cuestión de salud.
6. No cruces la
pierna
Se considera una postura poco respetuosa. Que tu cuerpo exprese tu
devoción.
7. No vale que
una misma persona proclame la Lectura y el Salmo
Si ves que sólo hay un lector o lectora, ofrécete a leer, porque las
Lecturas y el Salmo deben ser proclamados por distintos lectores (dos entre
semana y tres en domingos o días festivos, cuando hay Segunda Lectura).
8. No añadas frases
cuando lees las Lecturas o el Salmo.
No leas las letritas rojas ni digas: ‘Primera Lectura’ o ‘Salmo responsorial’,
o ‘Segunda Lectura’. Y al final no digas: ‘ésta es la Palabra de Dios’, porque
no es explicación, sino rúbrica divina. Sólo di: ‘Palabra de Dios’. Tampoco
digas: ‘respondamos al Salmo’; pues no es recitación, el Salmo es en sí la
respuesta a la Primera Lectura.
9. Nunca recites el
Aleluya
No te adelantes a decir; ‘Aleluya Aleluya’. Espera unos segundos, y de
seguro alguien lo cantará, y si ni el padre ni nadie canta, omítelo, pero nunca
lo recites.
10. Antes de la
proclamación del Evangelio, no te persignes
Sólo debes signarte (trazar tres cruces pequeñas, en frente, labios y
pecho).
11. No respondas en
plural cuando el Credo se hace en forma de preguntas
Quien preside pregunta en plural: ‘¿Creen en Dios Padre Todopoderoso?’
No respondas: ‘sí creemos’, pues la fe es personal. Responde: ‘sí creo’.
12. No recojas la
colecta durante la Oración Universal
La colecta se recoge durante la presentación de los dones (cuando todos están
sentados y quien preside sirve el vino en el cáliz, bendice a Dios por los
dones del pan y el vino, y se purifica las manos).
13. No te levantes
durante la presentación de los dones
A veces alguien se levanta y por imitación se levantan otros; tal vez al
ver al padre levantar el cáliz y la hostia creen que es la Consagración, pero
no lo es.
14. No te arrodilles
apenas termine el ‘Santo’
Hay que esperar a que quien preside la Misa ponga ambas manos por encima
del copón y el cáliz y pida al Espíritu Santo que transforme el pan y el vino
en Cuerpo y Sangre de Cristo. Ése es el momento de arrodillarse (si hay
campanita, es ahí cuando la tocan).
15. No te sientes
durante la Consagración
Si no te puedes hincar, quédate de pie, pero sentarse, a menos que sea por
enfermedad o ancianidad, es falta de respeto a Cristo, que se hace presente en
el altar.
16. No digas nada en
voz alta durante la Consagración
Hay quien en la Consagración dice en voz alta: ‘Señor mío, Dios mío’,
pero distrae a quienes están haciendo su propia adoración en silencio.
17. No digas en voz
alta: ‘Por Cristo, con Él y en Él…’
Es parte de la Plegaria Eucarística y sólo le toca decirla a quien
preside la Misa.
18. No te muevas de
tu lugar para ir a dar la paz
Sólo debes dar la paz a quienes están junto a ti, no a los de otras
bancas. Tampoco aprovechar para ir a felicitar o dar pésame.
19. No comulgues si
no te has preparado
Debes haber guardado el ayuno eucarístico (no haber comido o bebido
nada, ni mascado chicle, una hora antes de comulgar), y no tener pecado grave.
20. No te formes a
comulgar sólo en la fila del sacerdote
Jesús está presente en la Hostia Consagrada, sin importar si lo da el
sacerdote o un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, que es una
persona que ha recibido una preparación especial, ha sido instituida por el
obispo, y cuenta con la autorización de la Iglesia para distribuir la Comunión
en Misa y llevarla a ancianos y a enfermos.
21. Después de
comulgar, no platiques con los demás
Tras comulgar, regresa a tu lugar y habla con el Señor, al que acabas de
recibir.
Si no pudiste comulgar, haz una Comunión Espiritual y habla con Él.
22. Cuando acabó la
distribución de la Comunión no sigas cantando
Se debe terminar el canto con la última persona que comulga, para dar
tiempo a que haya un silencio sagrado que permita a cada persona entrar en
diálogo con Dios.
23. Que tu celular
no sea distracción
Al llegar a la iglesia pon tu celular en silencio. No te pongas a
textear ni a hablar por el celular, porque te distraes tú y distraes a los
demás. Dedica toda tu atención al Señor, que te está dedicando toda Su atención
a ti en esta cita de amor que es la Misa.
24. No desatiendas a
tus pequeños
Enséñalos a disfrutar estar en la casa de su Padre Dios, y a saberse
comportar.
25. No te salgas
antes ni igual que como llegaste
No te pierdas le bendición con la que se te envía al mundo a dar
testimonio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y sal con un
propósito nuevo que haya inspirado en ti el Señor, para edificar en el mundo Su
Reino de amor.
Artículo originalmente publicado por Desde la fe
No hay comentarios:
Publicar un comentario