(ACI).- Durante la Audiencia General celebrada este miércoles 24 de
enero en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco hizo un llamado
a que las cárceles se conviertan en lugares de reinserción social, porque si se
pierde esa dimensión, la cárcel se convierte en “una
tortura infinita”.
Durante su catequesis destacó como uno de los momentos que más le
emocionaron de su reciente viaje apostólico a Chile y a Perú la visita que
realizó a la cárcel femenina de Santiago de Chile.
El Santo Padre explicó que durante el viaje quiso poner en práctica un
estilo de proximidad, y recordó que “en este estilo
de proximidad cuentan más los gestos que las palabras”.
“Un gesto importante que he podido cumplir ha sido
visitar la cárcel femenina de Santiago: los rostros de aquellas mujeres, muchas
de las cuales eran jóvenes madres, con sus pequeños en los brazos, expresaban,
a pesar de todo, una gran esperanza. Les he animado y exigido, a ellas mismas y
a las instituciones, un camino serio de preparación para la reinserción, así
como una orientación que dé sentido a su pena cotidiana”.
En la catequesis, Francisco insistió en que “no
podemos pensar en una cárcel, cualquiera que sea, sin esta dimensión de
reinserción. Porque si no hay esa esperanza de reinserción social, se convierte
en una tortura infinita. Por el contrario, cuando se trabaja para reinsertar
mediante el trabajo de la cárcel a la sociedad, se abre un diálogo. Siempre en
una cárcel debe haber esta dimensión de reinserción, siempre”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario