REDACCIÓN CENTRAL, 03 May. 16 / 12:01 pm (ACI).-El 3 de mayo
en muchos países del mundo se conmemora “la Cruz de mayo”. Esta
tradición popular tiene sus orígenes desde muy antiguo en Jerusalén y se sigue
festejando en varios pueblos de habla hispana.
La también llamada “Fiesta de las cruces” se
celebra en ciudades de España, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México,
Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Argentina, Colombia y Venezuela. En muchos
de estos lugares adornan las cruces con coloridas flores, se realizan
procesiones, bailes o se venera el madero en los cerros o lugares visibles para
toda la población.
Se dice que por el siglo IV el pagano Constantino tenía que enfrentar
una terrible batalla contra el perseguidor Majencio. La noche anterior al
suceso tuvo un sueño en la que vio una cruz luminosa en los aires y escuchó una
voz que le dijo: "Con este signo
vencerás".
Al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los
batallones y exclamó: "Confío en Cristo en
quien cree mi madre Elena". La victoria fue total, Constantino
llegó a ser emperador y dio libertad a los cristianos.
Santa Elena, madre del emperador, pidió permiso a su hijo y fue a
Jerusalén a buscar la Santa Cruz en la que Cristo murió. Después de muchas
excavaciones encontró tres cruces y no sabían cómo distinguir cuál era del
Señor.
Es así que llevaron a una mujer agonizante, quien al tocar la primera
cruz se agravó más con su enfermedad. En la segunda cruz, la enferma se mantuvo
igual, pero al tocar el tercer madero, recuperó la salud.
Santa Elena con el Obispo y los fieles llevaron esta cruz en procesión
por las calles de Jerusalén. En el camino había una mujer viuda que llevaba a
enterrar a su hijo, por lo que acercaron la Cruz al fallecido y éste resucitó.
Por varios siglos se ha celebrado en Jerusalén y muchos pueblos del
mundo el 3 de mayo como la fiesta de la invención o hallazgo de la Santa Cruz.
En toda la Iglesia
Católica la celebración litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz se festeja
el 14 de septiembre.
Por Abel Camasca
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