En
extrema urgencia, el Rosario de la Liberación puedes rezarlo por siete días,
tres veces al día, comenzando con esta oración. Luego, lo puedes seguir rezando
las veces que tu corazón te lo pida.
El rezo de cada rosario de la liberación te llevará
no más de 10 minutos. También toma nota de la importancia que tiene el hecho de
que al terminar de rezar este Rosario de la Liberación, habrás invocado el
nombre de Jesús 205 veces.
Se recomienda que siempre que vayas a rezar por
cualesquier persona deberás rezar primero un rosario de la liberación por ti
mismo (a).
El Rosario de la Liberación comienza con la Oración
Inicial y el Credo y termina con la Salve y la Oración Final. En cada cuenta
del Padrenuestro, nosotros vamos a proclamar la Palabra de Dios: “Si, pues, el
Hijo os da la libertad, seréis realmente libres” (Juan 8,36).
ORACIÓN
INICIAL
“Señor Jesús, te agradecemos que, Tú, por Tu
misericordia y piedad, hayas suscitado esta oración poderosísima que produce
frutos maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la
familia y en la vida de las personas por las que oramos.
¡Gracias, Jesús, por Tu infinito amor por nosotros!
Padre Celestial, nosotros te amamos.
Padre con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de Tu Espíritu en nuestro corazón.
Padre con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de Tu Espíritu en nuestro corazón.
¡Padre!, queremos vaciarnos de nosotros mismos para
que el Espíritu Santo, pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz
de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.
Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los
colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.
Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones,
preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de
vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.
Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús
crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu;
las preocupaciones de y por la familia y el trabajo; los problemas de orden
financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.
Señor; que el poder redentor de la Sangre de Jesús
venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda
mala influencia.
¡¡¡Jesús, Ten piedad de mí!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad
de____!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!!
Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades,
flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu,
en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia,
trabajo, vocación.
¡¡¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!!! ¡¡¡Llénanos
con Tu poder y con Tu vida!!!
¡¡¡Ven, Espíritu Santo de Dios!!! ¡¡¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!!!
¡¡¡Ven, Espíritu Santo de Dios!!! ¡¡¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!!!
Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de
Dios proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él
opere en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre
de Jesucristo, nuestro Señor, ¡¡¡Amén!!!
CREDO
NICENO
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios Verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen; y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
SI
ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera,
yo seré verdaderamente libre.
Si Jesús me libera,
yo seré verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!
SI
ORAMOS POR LA FAMILIA
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia,
mi familia será verdaderamente libre.
Si Jesús libera a mi familia,
mi familia será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!
SI
ORAMOS POR UNA PERSONA
Por ejemplo, José, lo harás así:
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),
José será verdaderamente libre.
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),
José será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
SALVE
¡Dios te salve, Reina y Madre! ¡Madre de
misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra! ¡Dios te salve!
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
ORACIÓN
FINAL
Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros
pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu
Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con
mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.
Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra.
Amén. ¡Aleluya!
Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra.
Amén. ¡Aleluya!
Foros de la Virgen María
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