Las historias de curaciones
milagrosas de Medjugorje son sin duda uno de los más misteriosos
acontecimientos en los últimos treinta años, en paralelo a las apariciones de
la Virgen María. Más de 600 casos de curaciones han sido registrados y la Santa
Sede observa con cautela la documentación.
En el libro biográfico del
milagro de su curación “Seis meses de
vida”, Arthur P. Boyle cuenta cómo estando al borde de la muerte por
cáncer, fue salvado por un milagro en Medjugorje.
El prefacio del libro dice: “Después de haber
sido diagnosticado con cáncer terminal, Artie Boyle estaba en busca de un
milagro. Sus amigos lo llevaron a
Bosnia al polémico santuario de Medjugorje, donde era conocido que sucedían
curaciones. Y cuando llegó a
casa, estaba curado ¡por completo! Seis meses de vida se refiere no sólo
la curación milagrosa de Artie sino también a su transformación espiritual, y
la esperanza y la inspiración que ofrece a miles de personas que escuchan su
historia”
Este es uno de
los milagros más grandes ocurrido en Medjugorje a través de la
poderosa intercesión de la Madre de Dios, que desde hace 35 años parece a 6
videntes en un pueblo de Bosnia.
La curación de Arthur P. Boyle salvado de morir a
causa de un tumor, se produjo en 2000,
trayéndole de nuevo a una fe auténtica.
Arthur
se casa con su esposa Judy cuando ambos eran muy jóvenes.
Católico tradicionalmente, era un hombre muy
generoso que seguía a su mujer, profundamente religiosa, al servicio
parroquial, sin haber tenido “ninguna
relación personal con Dios”.
En su vida familiar había habido dos percances: el
descubrimiento del segundo hijo con
autismo y la muerte del octavo hijo recién nacido en 1986.
Tres
años más tarde Arthur cae enfermo con carcinoma de células renales. Y la respuesta
del doctor es que no existe una cura, la única opción es quirúrgica.
Ante esta la perspectiva, con ocho hijos sobre sus
hombros, la familia Boyle comienza a
rezar, pidiendo a todos los familiares, amigos y conocidos lo mismo.
Judy
conoce a un sacerdote carismático con dones especiales de curación y lleva a su
marido en medio de personas que se agolpaban en la iglesia.
El dice “por primera vez en
mi vida rogué con mi corazón. Me dejé llevar por completo y le di todo mi dolor
a Dios. Y en ese momento tuve la sensación de ser tocado”.
Familia
y amigos empezaron a participar en las misas carismáticas: “Hubo
también una vigilia de oración por mí, que duró toda la noche. Me di cuenta de que algo maravilloso estaba
sucediendo, y que con la ayuda de Dios podía vencer al cáncer”.
Arthur es sometido a la intervención quirúrgica en
la que los médicos se las arreglan para
erradicar todo el cáncer.
Pero aunque la curación ha cambiado el curso de la
enfermedad, “no me había cambiado a mí”. La vida de Arthur, de hecho, sigue exactamente igual que antes.
Hasta que ocho
meses más tarde el cáncer reaparece más amenazante y reduce a cero las
esperanzas de vida.
Y él piensa “¿Me ayudarás de nuevo?”.
Su mujer no cedió y “consiguió un ejército de guerreros de la oración”.
El único camino aceptable según los médicos es
tratar de dar algunos meses más de vida
al paciente, a través de una segunda operación que está programada para el 14
de septiembre (fecha significativa luego para Arthur).
Mientras tanto, uno de los amigos de Arthur llega a conocer de las apariciones en
Medjugorje y propone una peregrinación a Bosnia diez días antes de la cirugía.
Desesperado acepta sin saber a dónde va y el 4 de septiembre parte con su amigo
y un conocido a Medjugorje.
Lo que más sorprendió a los tres hombres,
acostumbrados a vivir para los negocios, el deporte y la familia, son las decenas de sacerdotes que celebran misa, y
los confesionarios llenos de gente y colas esperando.
Después
de 15 años, Arthur, con dos amigos, decide confesarse sintiendo una
gran alegría.
“La paz que
encontramos en este lugar es desconocida, por lo que mi estado de ánimo
estaba en alza”.
En una tienda para comprar
rosarios y medallas, la vidente Vicka, que ha perdido el vuelo, entra por la
puerta y se compromete a orar por él.
A partir de aquí los regalos y hechos excepcionales
se suceden. En el Monte de la Cruz
los tres amigos tratan de orar con el corazón y aunque Arthur, que siempre
había evitado parecer débil incluso en privado, dice “era impropio de un
hombre, pero por una vez expresé mi debilidad y me humillé. Me arrodillé en el barro, al pie de la cruz…
lloré desesperadamente, y le rogué al Padre Celestial que tuviera piedad de mí”.
Los
tres hombres oran abrazados llorando. Y “nos quedamos abrumados por una
sensación de paz”
Así, en la víspera de la fiesta de la Natividad de
María, después de “sentir un intenso
dolor en el pulmón, yo estaba realmente convencido de que me había curado”.
Arthur llama por
teléfono a su mujer pidiéndole fijar una prueba de diagnóstico antes de la
operación. Pero la respuesta
del oncólogo es negativa: “Un tumor no desaparece durante la noche”.
Antes de salir, los tres se reúnen con muchas
personas – cuya existencia se transfiguró por María – que establecen con certeza que el 14 septiembre
(fecha de la operación y fiesta de Exaltación de la Santa Cruz) va a estar
bien.
Mientras tanto, Judy le pide ayuda a otro médico
que, a su regreso, acuerda someterlo a una tomografía.
Y el 12 de septiembre, la Fiesta
del Nombre de la Virgen María, el examen reveló que el tumor había desaparecido.
Sin embargo, el oncólogo explica que a menos que haya algo milagroso el cáncer
volvería. Esto sucedió en el año
2000. Después de 16 años el hombre está en buena forma.
Desde
entonces su existencia se transfiguró, porque desde la experiencia de
Medjugorje
“hago todo lo posible para llevar la fe en todos los aspectos de la vida”.
Lo mismo ha ocurrido con sus amigos.
En estos años los tres llevaron a decenas de
personas a la fe. En particular, Arthur
y Judy guían durante 15 años un grupo de oración en el que se han producido una
serie de curaciones físicas y espirituales igualmente increíbles.
Los increíbles acontecimientos narrados en el libro
muestran la importancia de la oración y
de santuarios como los de Medjugorje para encontrarse fuertemente con Dios.
Foros de la Virgen
María
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