viernes, 6 de mayo de 2016

APARICIONES DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL: SAN MIGUEL DEL MILAGRO DE TLAXCALA, MÉXICO (25 DE ABRIL, 29 DE SEPTIEMBRE, 8 DE MAYO)


El 25 de abril de 1631 San Miguel Arcángel se apareció al indio adolescente Diego de San Lázaro, uno de los primeros convertidos en la zona, para que avisara al pueblo que en una barranca habría una fuente de agua milagrosa que sanaría todas las enfermedades. Esa fuente ha subsistido hasta nuestros días, aunque con un caudal de agua variable.

Tlaxcala es el más pequeño Estado de México, queda a 120km de Ciudad de México. Fue de los primeros lugares en el Nuevo Mundo en escuchar la Palabra de Dios y en producir grandes hombres de fe y mártires.

La zona ha sido de gran batalla espiritual por siglos. Allí hay pirámides donde los indios tenían sus ritos religiosos y donde han existido cultos satánicos. Pero donde abundó el pecado también abunda la gracia. Tlaxcala ha sido bendecida por extraordinarias manifestaciones de María Santísima la Madre de Dios en Ocotlán y de San Miguel en San Miguel del Milagro.

San Miguel Arcángel es el gran guerrero de las huestes celestiales que expulsó a Satanás del cielo. Es de notar que el auxilio de La Virgen Santísima y de San Miguel es de suma importancia en la actual batalla espiritual en que todo ser humano se juega la vida eterna.

Las festividades en san Miguel de Milagro relacionadas con San Miguel Arcángel son 29 de septiembre, Fiesta de San Miguel Arcángel, 25 de abril y 8 de mayo, fecha de las apariciones de este arcángel respectivamente en Tlaxcala (México) y el monte Gargano (Italia).

PRIMERA APARICIÓN

Por el siglo XVII, en el año 1631, un 25 de abril, el joven indígena Diego de San Lázaro, de unos 17 años de edad, y que era de los primeros de la zona convertidos al cristianismo, estaba en una procesión por el día de San Marcos que iba del pueblo de San Bernabé a Nativitas y se le apareció el Arcángel Miguel a él solo, sin que nadie más lo notara, y le dijo:

Yo Soy San Miguel Arcángel y he venido a decirte que es Voluntad de Dios y Mía que le digas a los habitantes de esta villa y de sus alrededores que en la barranca compuesta de dos montañas y frente a ese lugar encontrarán una fuente milagrosa de agua que sanará todas las enfermedades. Está debajo de un gran peñasco. No dudes lo que te digo y no olvides lo que te mando hacer”.

Diego Lázaro, pensando que nadie le iba a creer, lo mantuvo en secreto, pero unos días más tarde se enfermó de gravedad. Al principio no pensó que su enfermedad se debía a su desobediencia.

SEGUNDA APARICIÓN

A los días se enfermó de “cocolixtli”, palabra que significa “la gran plaga”. Ésta era una enfermedad mortal llamada también “tabardillo” que provocaba una fiebre muy fuerte, dolor de cabeza, de tórax y abdomen, ansiedad y vómitos. A los que les daba casi siempre se morían, se ponían amarillos, comenzaban a enloquecer y les salían úlceras por todo el cuerpo que les hacían sangrar.

Tan mal estaba el indio Diego Lázaro que se moría y no sabía las razones por las que le había dado ese mal. Sus familiares al verlo así, se trasladaron al Monasterio de Santa María Nativitas por un sacerdote para que le diera los santos óleos.

Mientras tanto y en esas circunstancias, llegó al pueblo un joven con apariencia de extranjero, quien se acercó a la vivienda de Diego Lázaro y pidió a la gente que le dejaran sólo con el enfermo; una vez estando con él, se manifestó como el Arcángel San Miguel y le dijo que le daría una segunda oportunidad para llevar el mensaje que le había pronunciado; en tanto eso sucedía en el interior del jacal, los pobladores presenciaban el repentino incendio de la vivienda del indígena; instantes después las llamas cesaron y la gente ingresó a ver qué había ocurrido

Diego Lázaro se encontraba sólo y en buenas condiciones de salud, ante el gesto de sorpresa de los vecinos les comentó que el Arcángel San Miguel había estado con él y que había regresado para pedirle que cumpliera con un mandato, haciendo público el mensaje”.

El Arcángel Miguel tomó del brazo al indio Diego Lázaro y lo llevó a la barranca, a un lugar que es donde hoy en día está el pozo, y allí le dijo: “Aquí, donde toqué con mi callado, está la fuente de la cual te hablé durante la procesión. Debes darla a conocer o serás gravemente castigado”. Según palabras del indio Diego de San Lázaro este cayado que el Arcángel Miguel llevaba en la mano era de oro rematado por una cruz.

Y en ese lugar cayó un fulminante rayo, marcando el lugar de la fuente milagrosa, y le recalcó: “La luz que ves desciende del cielo y es el poder que Dios está dando a esta fuente de agua para la sanación de todas las enfermedades y necesidades espirituales. Hazlo saber a todos”. En ese mismo momento al indio se le sanaron todos sus males.

Pero solo la familia del indio le creyó su historia y se fueron con él a excavar el pozo en el lugar que había señalado el Arcángel Miguel.

En la barranca Zotiloac -sitio donde brotaría el manantial milagroso- se decía era habitada por los demonios, motivo por el cual los pobladores no se acercaban a ella; no importando esa creencia, la familia se aglutinó para retirar una enorme roca que obstruía el paso del manantial.

Sin embargo el intento por quitarla fue en vano, pues la fuerza no era suficiente, fue entonces cuando apareció San Miguel Arcángel representado por el joven extranjero, quien sin mayor esfuerzo con su estandarte golpeó el piso e hizo rodar la roca cuesta abajo; de inmediato, el agua comenzó a brotar y los enfermos la comenzaron a beber. “La pintura barroca de Luis Berruecos plasma el milagro descrito y la presencia de demonios despavoridos, que huían de su refugio”.

TERCERA APARICIÓN

Pasaron seis largos meses y el 13 de noviembre del mismo año cuando, al regreso de la Misa de fiesta en honor a San Diego, muy probablemente en el pueblo de Xocoyucan, al indio Diego de San Lázaro le atacó de nuevo un dolor terrible que no lo aguantaba junto con una golpiza que le daba una mano invisible hasta que lo dejo descoyuntado.

El indio Diego de San Lázaro como pudo se fue a su casa porque creyó que iba a desencarnar, y de nuevo se le apareció el Arcángel Miguel, pero esta vez un poco disgustado, y le dijo con mucho carácter: “¿Por qué eres tan cobarde y negligente en cumplir lo que te he encomendado hacer?, ¿Deseas que vuelva a castigarte por tu desobediencia? Levántate y da a conocer lo que te he pedido”.

Allí el indio Diego de San Lázaro se dio cuenta porqué le había dado “cocolixtli” de nuevo, así que ni corto ni perezoso se levantó de inmediato de la cama donde se estaba muriendo fue a la fuente, recogió agua en unos jarrones y fue a donde estaba el obispo y le contó todo lo que le había pasado y lo que le había dicho el Arcángel Miguel. El obispo hizo repartir el agua a los enfermos, y el que la tomaba se sanaba y hasta el momento allí se han producido milagros extraordinarios realizados por el Arcángel Miguel.

Fue así como se iniciaron los eventos milagrosos que continúan hasta hoy.

La fuente se ha secado en varias ocasiones y se piensa que ha sido por la falta de reverencia con que algunas personas la toman.

ÚLTIMOS DÍAS DE DIEGO DE SAN LÁZARO

Después de este acontecimiento, Diego de San Lázaro vivió al cuidado del manantial; tiempo más tarde, Juan de Palafox, obispo de Puebla mandó a construir el santuario de San Miguel del Milagro, terraplenando la barranca y dando pie a la construcción de viviendas a su alrededor.

El Indio Diego de San Lázaro aprendió muy bien su lección corrigió su error y la Misericordia Divina se apiado de él Perdonándolo. Dios siempre perdona al humilde y la vida siempre castiga al soberbio.

El Indio Diego de San Lázaro era de naturaleza humilde y callada de vida austera y penitente. Después de las apariciones, pasaba largas horas en oración, su vida la consagro al Arcángel Miguel cuidando la capilla que se hizo en el lugar del pozo y a los enfermos que venían buscando curación en el pozo los cuidaba con especial devoción.

Su cuerpo se encuentra enterrado al pie de una bellísima estatua barroca del Arcángel Miguel considerada la más bella talla del Siglo XVIII en México y que se encuentra en el ábside de la iglesia. Una placa tallada señala el lugar diciendo: “Aquí espera el día de la resurrección Diego de San Lázaro, varón amadísimo del príncipe celeste del Ejercito de los Ángeles”.

UNA VISITA AL SANTUARIO

El Estado de Tlaxcala se localiza en la meseta central del país, en una posición estratégica entre el Distrito Federal y los Estados de México y Puebla, principales centros de consumo, y el puerto de Veracruz el más importante de México en materia de tránsito de mercancías, tanto de exportación como de importación.

San Miguel del Milagro está en la cima de una montaña con una pequeña iglesia en una hondonada, en cuyo atrio se encuentra un pozo que fue abierto por el propio Arcángel Miguel. Por esto, el agua del pozo es milagrosa, sobre todo por sanar enfermedades.

Este Santuario se llama “Del Milagro” por haberse descubierto el agua curativa, la cual sigue manando en algunas temporadas y se agota en muchas ocasiones por largo tiempo

El sitio está protegido por una pequeña construcción de base cuadrangular revestida de azulejos y piedra. La iglesia es de estilo manierista y de color roja, hecha con piedras volcánicas llamadas tezontle.

El pórtico del templo es uno de los más bellos de Tlaxcala, y que algunas veces lo adornan con un arco de flores multicolores, que tanto se usan en México en las iglesias cuando están de fiesta.

Al entrar de lado y lado de las paredes hay dos estatuas de la “Animas Benditas del Purgatorio”, que son el reflejo del sufrimiento humano por vivir quebrantando las Leyes Divinas y no cumplir con los “Aspectos de Dios” y que la misión del Arcángel Miguel es liberar a estos seres cuando se le es solicitado.

De un lado y de otro adosado a las paredes de la iglesia hay gigantescas pinturas. La primera del lado izquierdo relata pictóricamente y muy hermosamente al Arcángel Miguel perforando el pozo del Milagro y al Indio Diego Lázaro protagonista de los hechos asombrado por el milagro. Se ve con un rayo de luz que baja del cielo al pozo hay un letrero vertical muy importante que dice “Dios me comunica que baja a santificar el agua”.

En el Altar Mayor, debajo de un pequeño baldaquino circular, hay una bella imagen colonial del Arcángel Miguel vestido de azul. En la parte de atrás del altar, están las estatuas de los Siete Arcángeles y la capa del Arcángel Miguel del altar, tan larga que han realizado un pequeño túnel por debajo de él para que la gente pase. En el ábside final esta otra estatua del Arcángel Miguel tal vez la más hermosa y a sus pies la tumba del Indio Diego de San Lázaro.

Cada año, miles de peregrinos de distintos lugares de la República Mexicana y algunos del extranjero llegan al Santuario de San Miguel Arcángel, ubicado en el pueblo del Milagro, del Municipio de Santa María Nativitas, en el estado de Tlaxcala.

Durante el siglo XVII y con el impulso del celebérrimo Obispo don Juan de Palafox y Mendoza, San Miguel se convirtió en un extraordinario centro de peregrinación. A ese obispo también se debió la construcción del actual santuario y una hospedería hacia 1643, y fue él quien expidió un decreto para conformar la información jurídica de la aparición y los milagros

El poblado San Miguel del Milagro se localiza a 3 km al oeste de Nativitas por carretera estatal.

Para llegar a San Miguel del Milagro, se toma en la carretera a Puebla la desviación de San Martín Texmelucan a Tlaxcala, y por la carretera vieja, uno se encamina hacia Santa María Nativitas. Desde pronto, los letreros azules de Antropología, anuncian dos fulgurantes puntos de interés: Cacaxtla y Xochitécalt. Indiscutiblemente la ruta centran su atención en esos extraordinarios sitios arqueológicos, quienes como foco de nuevos peregrinajes, hacen olvidar a los fuereños caminos que en otros tiempos tuvieron su importancia.

Otro hecho corrobora las dificultades del arribo a San Miguel: Sin otro aviso a lo largo del camino, y casi siempre oculto por una terminal de “peseras”, se encuentra un solitario y desparpajado señalamiento que anuncia discretamente, en la misma desviación de Cacaxtla y a un kilómetro de distancia, a San Miguel del Milagro.

Por supuesto lo que no dicen los señalamientos lo recuerda a cada momento todo tipo de transporte que uno vea en contrasentido: la geografía de la región, sus puntos de interés, condensados como en todo lugar, bajo la sabia sentencia de las necesidades.

Se calculan en doscientos mil los peregrinos que cada año visitan este Santuario… sobre los meses de septiembre y octubre… (señala el librito devocional que cualquiera pueden adquirir en la tienda de estampas y recuerdos) Procedentes del Estado de México, Puebla, Morelos, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Querétaro, y a veces extranjeros

En las proximidades de San Miguel del Milagro también es posible visitar otro pequeño relicario: San Miguel Xochitecatitla es todo cúpula y en su interior nos aguarda un retablo estípite donde el arcángel comparte nichos y peanas junto con la Trinidad, la Virgen Purísima y el resto de los siete príncipes.

Fuentes:


Foros de la Virgen María

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