SE TRATA DE SEGUIR EL PROCESO DE LOS CONVERSOS O ALEJADOS: ESTOS SON SUS INDICADORES Y ETAPAS
El director de Evangelización de la archidiócesis
de Denver, Andrew McGown, compara el acompañamiento a la escalada, ayudando a
quienes emprenden su camino de fe a llegar a la cima de la conversión. El
director de Evangelización de la archidiócesis de Denver, Andrew McGown,
compara el acompañamiento a la escalada, ayudando a quienes emprenden su camino
de fe a llegar a la cima de la conversión.
Durante los últimos años, el "acompañamiento" eclesial y espiritual ha sido uno de los términos más empleados en
los documentos vaticanos y diocesanos, pero pocos han podido explicar su
significado más allá de divagaciones que pueden sonar en exceso lejanas o
abstractas.
Pero en uno de los últimos
artículos del Director de Evangelización de la Archidiócesis de Denver, Andrew McGown, parece haber dado con la tecla.
Como escribió él mismo en Denver Catholic, durante gran parte de su vida vivió convencido
de que las conversiones a la fe son algo tan sistemático y simple que se
podrían explicar con el esquema:
-a) preguntas y curiosidad;
- b) escucha del Evangelio,
- c) recepción de los sacramentos
- y d) profesión de la doctrina.
Al principio, McGown pensaba que
seguir este proceso y acompañar con éxito a quienes se planteasen su conversión
supondría con toda probabilidad la necesidad de una carrera o doctorado
universitario. De hecho, admite que para muchos como él es fácil creer que la evangelización es un
"plus" reservado a
los que reúnen las capacidades, motivación y tiempo suficientes para hacerlo,
alejando así esta posibilidad de buena parte de los católicos.
Para McGown, no es ninguna
novedad que hoy "la evangelización es
limitada". "No por una falta de preocupación por aquellos que están
alejados de Dios, sino por carecer de un equipamiento adecuado. No se nos ha
dado el conocimiento o las habilidades necesarias para sentirnos seguros
y equipados para evangelizar", afirma.
Pero, ¿y
si además de reaccionar y prepararse intelectualmente de cara a evangelizar, acompañar
a los alejados en su camino a la fe pudiese solventarse con
cinco pasos?
Fue una de las preguntas que
llevaron a McGown a estudiar la obra de Sherry Weddell,
que muestra que en la mayoría de conversiones se atraviesan una serie de etapas
o "umbrales" generales, en los que
tan importante pueden ser los conocimientos impartidos al converso como la
actitud a adoptar y las sugerencias a transmitir.
Estos son los 5
umbrales que atraviesan la mayoría de alejados de la fe y lo
que puedes hacer al respecto:
1º
CONFIANZA
La primera barrera que suelen
enfrentar los alejados o quien no ha conocido a Dios antes de dar el paso es el
de la desconfianza, tanto en la persona como en la institución. Para superar
esta primera barrera, McGown recomienda encontrar formas de profundizar en la relación con el interlocutor en el sentido personal y humano, recordando
detalles y aspectos importantes de su vida, deteniéndose para hablar de ellos y escuchando su historia.
Del mismo modo, será clave en
esta primera etapa de acercamiento que se hagan promesas o compromisos y se
cumplan, pero sobre todo, evitar ponerse a la defensiva en las conversaciones o que el buscador se
sienta juzgado.
¿Cómo saber si la
persona en cuestión ha superado este primer umbral? McGown subraya algunos indicadores, pero el principal es que "tienen un nexo de confianza construido",
granjeándose a "un discípulo de
Jesús" entre sus contactos cercanos.
Ganarse la confianza de tus
conocidos en proceso de conversión es uno de los cinco aspectos claves del
acompañamiento, para que pueda continuar el seguimiento hasta que abrace la fe.
2º
CURIOSIDAD
En esta segunda fase, el autor
subraya que cuando se pasen ratos con el conocido en cuestión, pronunciar en voz alta el nombre de Jesús o la vivencia de
la fe y el testimonio, hablar de los santos o del Evangelio o hacer
preguntas y sacar conversaciones espirituales o trascendentales son aspectos obligados
hasta fomentar en él una sana curiosidad o incentivar la que ya tuviese.
Entre los indicadores de que esta
barrera ha sido traspasada con éxito se encuentra su deseo evidente
de saber más acerca de Jesús o lo relativo a la fe o que hacen preguntas. Pero es "importante a tener en cuenta" que estos
rasgos no implican necesariamente que quieran cambiar, ir a eventos o probar
algo nuevo. Tan solo que la semilla ha sido sembrada con éxito, pero aún sin
germinar.
3º
APERTURA
Llegados a este punto, es
importante fomentar momentos de apertura, incluso probando si existen signos visibles de querer participar en la fe de
algún modo.
Es el momento de que el
evangelizador deje de responder, tome la iniciativa y proponga
el nuevos temas de
conversación más ligados a la fe y la espiritualidad, una oración conjunta o
incluso de invitarle a eventos religiosos, contemplando que
podrían darse muchas invitaciones antes del sí definitivo.
Cuando el interlocutor reconozca y muestre su curiosidad e interés, esté dispuesto a probar cosas
nuevas, a acudir a esas invitaciones es un indicador de que se está superando
este barrera, que en muchas ocasiones puede verse motivada a raíz de un
episodio vital importante.
4º
BÚSQUEDA
En este momento, se recomienda
especialmente al evangelizador que modele y modere la vida cristiana de su
conocido, especialmente en los altibajos, con mayores momentos de cercanía
seguidos de otros de sequedad al principio. También es importante presentarle a nuevos cristianos y evangelizadores, manteniendo
a Jesús como el centro del día a día y compartiendo el Evangelio, la
palabra y el modo de vida cristiano.
Que la persona en cuestión se
plantee seriamente la posibilidad de regresar o convertirse, la adquisición de conciencia del propio pecado y
considerar el valor de la gracia son marcadores de que la conversión plena está
cerca.
5º
LA PRIMERA CONVERSIÓN
Superada esta última fase, la
conversión no tardará en aflorar, salvo excepciones. Es
el momento de abandonar las sutilezas, hablar claro e
invitarle directa y personalmente a dar el paso de
convertirse él mismo en un nuevo discípulo de Cristo.
El autor asegura que seguir estos
pasos del acompañamiento servirán de gran ayuda para aumentar la confianza
propia del evangelizador así como la eficacia a la hora de compartir la fe,
pero la tentación de creer que es necesario "saberlo
todo" para lograrlo con éxito estará siempre presente.
"Debemos tener
la intención de aumentar nuestra capacidad de difundir nuestra fe de
forma efectiva, pero no debemos permitir que el hecho de saber que aún nos
queda por aprender impida el comienzo de nuestra misión", agrega McGown.
No hay comentarios:
Publicar un comentario