Esto podemos aprender de Santa María Magdalena, la llamada la apóstol de los apóstoles.
Fuente: Desde la Fe
Santa María Magdalena es llamada la “apóstol de los apóstoles”, porque
tuvo el privilegio de ser la primera en contemplar a Jesús resucitado. Ella fue enviada por
nuestro Señor a anunciar a los apóstoles la buena noticia.
De cara a
su fiesta, que celebramos el 22 de julio, el padre Juan María Solana, director
del Proyecto Magdala,
nos comparte 3 importantes lecciones que todos los católicos podemos aprender
de María Magdalena.
1. SIEMPRE PODEMOS CONVERTIRNOS
El Evangelio de San Lucas (8, 2) asegura que “María, llamada la
Magdalena” era la mujer a quien Jesús liberó de siete demonios. De acuerdo con el padre Juan Solana, tener siete demonios habla de
una plenitud del mal, de la mentira: María Magdalena era una víctima del
demonio. Pero se encuentra con Jesús y Él la libera.
Después
de todo su pasado, donde predominaba el mal, ella se convirtió en una mujer
líder, entusiasta, comunicativa, que siempre busca a Jesús. Por eso, María Magdalena nos enseña que siempre podemos rehacer nuestra vida en el
encuentro con Jesús.
2. SEAMOS LÍDERES EVANGELIZADORES
Esta santa es uno de los personajes más citados en
los Evangelios: hay doce referencias de ella, once
de las cuales se vinculan directamente con la Pasión y Resurrección de Jesús (Mc
15, 40.47; 16,9; Jn 19, 25; 20,1-2; 11-18; Lc 24,1-11; Mt 27, 55-56.61; 28,1;
Lc 24,10.).
Sabemos por Lc 8, 1-2 que a Jesús lo acompañaba un grupo de mujeres generosas que lo servían. Siempre que el Evangelio habla de este grupo de mujeres, la primera mencionada es María Magdalena.
De acuerdo con el padre Solana,
en los Evangelios, Ma. Magdalena siempre está actuando: siempre activa como seguidora de Cristo y evangelizadora.
Además de que nunca actuaba sola: ella hacía
comunidad con las otras mujeres, con los discípulos y con el mismo Jesús. De
su testimonio podemos aprender que todos estamos llamados a ser evangelizadores
líderes.
3. LA PERSEVERANCIA NOS HARÁ ENCONTRARNOS
CON JESÚS
El padre Juan Solana describe a María Magdalena
como una mujer que no se desanimaba fácilmente. Ella estuvo a lado de Jesús
desde Galilea, estuvo en la Pasión, estuvo a los pies de la Cruz, ayudó a
descender el cuerpo de Jesús y a sepultarlo. Incluso, visitó la tumba de Jesús
el Domingo de Resurrección. Ahí fue cuando se encontró con Cristo Resucitado.
Esta
es quizá la enseñanza más importante que nos deja Santa María Magdalena: si
perseveramos, Jesús nos va a dar el regalo de encontrarse con nosotros.
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