Todavía no ha reacción del Vaticano
Monseñor Gustavo Zanchetta,
obispo emérito de Orán ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión por
abusos sexuales contra seminaristas. El obispo entrará en prisión.
(InfoCatólica) La Sala II del Tribunal Oral
de Salta condenó al obispo emérito Gustavo Oscar Zanchetta
a cuatro años y medio de cárcel y ordenó su inmediata detención. El obispo
emérito escuchó la sentencia al lado de su abogado defensor y a pocos metros de
sus denunciantes; todos de pie. Fue juzgado por abuso sexual
simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso
reconocido.
El obispo emérito estuvo siempre
acompañado por el abogado canónico Javier Belda Iniesta, que recientemente ha protagonizado un
escándalo atribuyéndose un título de abogado civil, falsificando su Curriculum Vitae
por lo que ha sido excluido de la Universidad San Antonio de Murcia y que está
envuelto en el caos de asunto de las fundaciones del Cardenal Osoro.
Los hechos juzgados en Orán
también fueron denunciados ante la Iglesia; en 2016, cinco
sacerdotes elevaron una acusación
formal por autoritarismo,
desmanejos económicos con propiedades eclesiásticas y abusos sexuales
que habrían sucedido en el seminario San Juan XXIII.
La fase final del juicio fue forzada ante las dilaciones del
Vaticano para enviar la documentación requerida. Petición que finalmente fue satisfecha.
En el siguente vídeo
se puede escuchar la sentencia:
#JuicioZanchetta La sentencia: 4 años y 6
meses , lo q pidió la fiscalía. De prision efectiva así q va preso ahora pic.twitter.com/rPNEeTlO0d
— Silvia
Noviasky (@silviagonn) March 4, 2022
Las denuncias contra Zanchetta
eran dos. La primera corresponde al 6 de febrero de 2019 y
fue realizada por un joven seminarista quien contó que sufrió hechos
de abuso sexual en 2017 por quien en ese entonces era obispo de la
Diócesis de Orán. Según el relato del denunciante, éstos fueron cometidos
en el edificio del seminario Juan XXIII, de aquella localidad y en un
domicilio particular de Los Toldos.
En agosto de 2017, el Papa
Francisco aceptó la renuncia de Zanchetta de la sede de Orán, después de que
Zanchetta adujera motivos de mala salud, que se mostró que no era verdad.
El 13 de febrero de
2019, otro seminarista denunció al obispo por episodios de
significación sexual y conductas inapropiadas «frente
al público y en el ámbito privado» en la casa parroquial San
Antonio, en el edificio del seminario Juan XXIII y la casa del
Obispo. Según señaló estos hechos se cometieron desde 2016.
La fiscalía acusa a Zancheta
de haber actuado «con ánimo doloso de
involucrar sexualmente a las víctimas dando inicio al despliegue de actos
y maniobras de seducción, manipulación y preeminencia por la función de
superior jerárquico en el ámbito eclesiástico, logrando confianza, temor
reverencial en las víctimas a través de tocamientos inverecundos cernidos en su
cuerpo con clara significación sexual, quebrantando la voluntad de los
mismos temerosos de perder su condición de seminaristas y poner fin con su
vocación al servicio religioso».
Además indicó que el prelado
sostuvo ese accionar abusivo «en el tiempo», agravó la acusación por tratarse de un «ministro de culto religioso reconocido», funciones que
demandan el deber de actuar con rectitud y apego a las normas morales y
religiosas con mayor celo que la de un ciudadano común».
MANEJO DEL CASO EN
EL VATICANO
El papa Francisco
concedió, en mayo de 2019, una amplia y exclusiva
entrevista a la periodista y escritora mexicana Valentina Alazraki,
corresponsal en el Vaticano para Televisa desde 1974, publicada por Vatican
News en español.
Entre los diversos temas a los
que se refirió, el pontífice dio detalles del caso del obispo argentino, monseñor Gustavo Zanchetta.
«¿Ustedes
en el Vaticano sabían, usted lo trajo para acá, lo puso en un puesto que creó
prácticamente de la nada para él, eso la gente lo
entiende?», preguntó
Alazraki al Papa y éste contestó:
«Antes que yo le
pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo
hice venir a él acá con la persona que lo acusaba para dar
explicaciones. Se trataba de una acusación con imágenes en un teléfono», comenzó explicando el
pontífice y agregó: Al final la defensa de monseñor
Zanchetta
afirmó que le habían hackeado
el teléfono y se defendió bien, entonces frente a lo obvio y una
buena defensa queda la duda, pero, In dubio pro reo opté por
‘bueno, volvé’.
FRANCISCO EXPLICÓ:
«Se
llamó al cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires para que fuera testigo de todo
esto. Y el caso lo seguí de manera
especial.
Otra cuestión era que
evidentemente él tenía problemas con su trato hacia los demás. Un trato
-algunos dicen déspota- mandón y manejo económico de las cosas no del todo
claro parece -esto no está probado-. Pero ciertamente que el
clero no se sentía bien tratado por él. Se quejaron, se quejaron hasta que hicieron una denuncia
ante la Nunciatura.
Yo llamé a la Nunciatura, y el Nuncio me dijo: ‘Mire, la cosa de la denuncia es seria, es por
maltrato’, abuso de poder,
podríamos decir. Ellos no lo llamaban así pero vamos. Lo hice venir y le pedí
la renuncia. Bien clarito.
Lo
mandé a España a hacer un test psiquiátrico, y sobre esto algunos medios dijeron: ‘el Papa le
regaló un veraneo en España’. Fue a hacer un test psiquiátrico, el resultado del test estuvo
dentro de lo normal, aconsejaban un seguimiento del tratamiento una
vez por mes. Tenía que viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento,
entonces no convenía que volviera a la Argentina por esta razón. Entonces lo tuve acá y como el test decía que tenía buena
capacidad de diagnóstico, de gestión, pues entonces de asesor, etc. era
de eso que estuvo trabajando en el Vaticano. Algunos acá en Italia, –lamentó el
Papa- lo interpretaron como que era un 'parcheggio'
('estacionamiento').
¿Y lo
criticaron porque decía que ahí no había tenido un mal manejo y usted
lo puso aquí en el APSA?, inquirió la periodista de Televisa.
«No era así. Económicamente
era desordenado pero no tuvo un mal manejo económico en las obras que ha hecho. Era desordenado pero la visión era
buena. Y empecé a buscar la sucesión. Una vez que estuvo el obispo nuevo, en
diciembre del año pasado decidí hacer la investigación previa de las
acusaciones que había.
La Congregación de los Obispos
me propuso varios nombres y consulté al presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina, para que eligiera él y se decidió que lo mejor era el arzobispo de Tucumán para esto.
Claro, mitad de diciembre en la Argentina es como mitad de junio acá, o sea,
las fiestas y después, enero y febrero es como julio-agosto acá. Pero algo
hicieron.
La cosa es que hace unos quince días me llegó oficialmente la investigación previa. La
leí y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la
Congregación de la Doctrina de la Fe, dónde se está preparando el juicio.
Entonces, ¿por qué le cuento todo esto? para decirle a la
gente impaciente -que piensa que el Papa 'no hizo
nada'- que el Papa no tiene que andar
publicando todos los días lo que está haciendo, pero no me quedé quieto nunca,
desde el primer momento de este caso. Hay casos que son largos, que esperan
más, como éste y explico el porqué, porque no tenía los elementos o por 'h' o por 'b',
pero hoy ya está en juicio en la Congregación para la Doctrina de la Fe. O sea
nunca se paró. Ahora, en qué va a terminar el juicio, no lo sé, lo dejo en
manos de ellos. De hecho al ser obispo podría juzgarlo
yo, pero en este caso dije no: Hagan un tribunal, dan la sentencia ustedes y la
promulgo yo. Ya que tratándose de un caso argentino, vio...»
LAS DENUNCIAS
PREVIAS
Cuando el caso Zanchetta salió
a los medios de comunicación, el Director interino de la Oficina de Prensa del
Vaticano, Alessandro Gisotti, aseguró que las acusaciones contra el
obispo habían surgido «en el último otoño» y añadió que «en el momento de su renuncia, había habido acusaciones de autoritarismo en su
contra, pero no había habido ninguna acusación de abuso sexual en
su contra. El problema que surgió entonces estaba relacionado con la
incapacidad de gobernar al clero».
Ante la insistencia de algunos
medios de comunicación que informaban de que en 2015 y 2017 llegaron a manos del Papa informes
sobre el comportamiento sexual de Zanchetta, Gisotti publicó este
comunicado:
«Con referencia
a los artículos recientemente publicados por algunos medios de comunicación y a
algunas reconstrucciones engañosas, puedo reiterar firmemente lo que se
declaró el 4 de enero.
También confirmo que el caso se está estudiando y que la información sobre
los resultados se proporcionará al final de este procedimiento»
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