- El ateísmo dice: "Son más nobles las manos que ayudan, que los labios que rezan"
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El feminismo dice: "Saquen sus rosarios de
nuestros ovarios"
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El protestantismo dice: "Los rezos son vanas
repeticiones"
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El comunismo dice: "No basta con rezar"
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El catolicismo tibio dice: "Yo ya no rezo, yo oro"
Si fuera
cierto que rezar no logra nada, que no es suficiente, que son sólo "vanas repeticiones", entonces nadie
atacaría tanto los rezos, porque nadie ataca a aquello que no ofende, o que no
significa nada. Pero rezar les ofende, les molesta, les inquieta, porque saben
que los rezos, esas súplicas insistentes, como la del publicano en el templo
(Lc 18,9-14), son escuchados, y rinden abundante fruto. De ahí que el mundo
cargue, con todo lo que tiene, contra el rezo del Santo Rosario.
El
rosario es el arma de nuestro tiempo, decía el Padre Pío.
¡Recemos el Santo
Rosario!"
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