Ante los rumores en las redes sociales
El cardenal
Fernando Filoni, antiguo sustituto de la Secretaría de Estado y ex prefecto de
la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien además conoce muy
bien a Ratzinger, compartió algunas palabras en un escrito titulado «¿Quién es
Benedicto XVI?».
(GaudiumPress/InfoCatólica) Algunas noticias y rumores han
estado circulando recientemente por redes sociales y distintos medios de
comunicación, acerca del papa emérito Benedicto XVI y los supuestos
encubrimientos que realizó a sacerdotes pedófilos durante su etapa de
arzobispado en Munich.
A este respecto, el cardenal
Fernando Filoni, antiguo sustituto de la Secretaría de Estado y ex prefecto de
la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien además conoce muy
bien a Ratzinger, compartió algunas palabras en un escrito titulado «¿Quién es Benedicto XVI?».
El purpurado inició
comentando: «Tuve la oportunidad de acompañarlo a
los diversos países donde realizó sus viajes apostólicos. En esos años, el tema
de la pederastia surgió con virulencia en la Iglesia. No se conocía en los
términos con los que ha ido surgiendo desde entonces. Pero siempre tuve claro que
Benedicto XVI estaba dispuesto a afrontarlo con determinación. En esto puedo testimoniar ante todo
su profunda y altísima honestidad moral e intelectual».
Continúa: «Esto
es incuestionable, aunque no falten los que hoy lo ataquen. Son libres de hacerlo, pero puedo afirmar que nunca he
encontrado en él ninguna sombra o intento de ocultar o minimizar nada. Tampoco
puede confundirse su sensibilidad para tratar las cosas con un profundo sentido
moral con incertidumbre o cualquier otra cosa».
El prelado, gracias a diversos
cargos ejercidos en su pasado, preparó numerosos viajes apostólicos junto al ex
papa de la iglesia católica, durante los cuales tuvieron la oportunidad de
tratar el tema de la pederastia presente en el interior de la iglesia.
Al respecto, comenta: «Tenía una notable sensibilidad por las víctimas. Cuando,
en preparación de viajes apostólicos (a Estados Unidos, Australia, etc.),
recibió solicitudes de encuentros con víctimas de abusos, me habló de ellos;
quería saber mis pensamientos sobre cómo acomodar estas solicitudes. Puedo afirmar
que aconsejó dos cosas que para él eran muy importantes». Los dos temas
a los cuales se refiere, son: profundo respeto por
las víctimas y encuentro espiritual con ellas, tratándolas con cercanía y no
como simples audiencias.
«En aquellos
encuentros no sólo se sentía la humillación sufrida por las víctimas, sino
también la humillación de un hombre de Iglesia que nunca hubiera podido
imaginar que pudieran ocurrir hechos tan degradantes, y sin embargo ahora
ofrecía el bálsamo de una oración y el alivio de la solidaridad en nombre de
ese Dios que se había humillado y tomado sobre sus hombros la condición humana
y sus pecados».
«En cada
encuentro siempre hubo un verdadero reconocimiento de que lo humano y lo
espiritual habían sido violados, recuerda el Cardenal Filoni. Siempre estuvo la
entrega a Dios hecha por hermanos y hermanas profundamente conmovidos; hubo un
pedido de perdón de toda la Iglesia a Dios, y hubo un compromiso que vería a
Benedicto XVI aunar misericordia y justicia. Eso lo hizo a través de pasos que
antes no habían existido».
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