Encuentro del Papa Francisco con los padres Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora en Turín. 21 junio 2015.
Por: MCM-RV | Fuente: es.radiovaticana.va
“Querida familia salesiana, he pensado tanto qué decirles, lo
he escrito, pero es demasiado formal. Lo entrego al Rector Mayor para que él se
los haga conocer”: fueron las
primeras palabras del discurso espontáneo que el Papa Francisco dirigió a la
padres Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, en la Basílica de María
Auxiliadora, en Turín.
En clima amigable, al finalizar su discurso, el
Papa Bergoglio saludó a muchos de los religiosos presentes, manifestándoles su
afecto y reconocimiento.
ÉSTE ES EL RESUMEN DEL DISCURSO ENTREGADO:
“En mi peregrinación,
dedicada a la veneración de Jesús crucificado en el signo de la Sábana Santa,
elegí venir a este lugar que representa el corazón de la vida y de la obra de
San Juan Bosco, para celebrar con ustedes el segundo centenario de su nacimiento”.
Con estas palabras comienza el discurso que el Papa Francisco
entregó, en la tarde de este domingo, en la Basílica de María Auxiliadora en
Turín, al Rector Mayor de los padres Salesianos.
Tras agradecer al Señor por haber
donado este Santo a la Iglesia, que junto a otros tantos santos de la
región piamontesa “constituyen un honor y una
bendición para la Iglesia”, “sobre todo por la actividad desarrollada en favor
de los jóvenes, en particular aquellos pobres y emarginados”, el
Pontífice remarca tres elementos esenciales de la vida de Don Bosco:
UNA
INQUEBRANTABLE CONFIANZA EN DIOS
Francisco destaca la “inquebrantable
confianza en Dios” que sostuvo la misión sacerdotal del Don Bosco.
Confianza que es “sustancia de la vida consagrada”,
dice, “para que el servicio al Evangelio y a
los hermanos no sea un permanecer prisioneros de nuestras visuales”, “sino un
continuo superarnos a nosotros mismos, anclándonos a las realidades eternas y
hundiéndonos en el Señor”. “Ésta es nuestra fecundidad”, puntualiza.
EL
SERVICIO A LOS JÓVENES
Fue otro de los aspectos importantes que
Francisco quiso destacar de la vida de Don Bosco. Un servicio realizado con “firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la
sensibilidad de un corazón generoso”.
“Evangelizar educando y
educar evangelizando”: en su discurso el Papa invita a evangelizar y a educar a
los jóvenes “proponiendo un estilo educativo hecho de razón, religión y
ternura, universalmente considerado como sistema preventivo”. ¡Mansedumbre y
ternura fuerte! – insiste - y los alienta a “continuar con generosidad y
confianza las múltiples actividades en favor de los jóvenes”, sin olvidar a
“los chicos de la calle” de don Bosco.
DOCILIDAD
Y FIDELIDAD A LA IGLESIA Y AL PAPA
El Obispo de Roma recuerda además la docilidad y
fidelidad de Don Bosco a la Iglesia y al Papa. Hoy, se lee en el discurso, “la Iglesia se dirige a ustedes, hijos e hijas
espirituales de este gran Santo”, y “los invita
a ‘salir’ e ir nuevamente al encuentro de los jóvenes: aquellos de las periferias de las metrópolis, en las
áreas de peligro físico y moral, en los contextos sociales en donde faltan
tantas cosas materiales, pero sobre todo falta el amor, la comprensión, la
ternura, la esperanza”. Tras recordar que el oratorio de don Bosco nació
del encuentro con los “chicos de la calle”, el
Papa expresa su deseo de que puedan anunciar a todos la misericordia de Jesús “haciendo ‘oratorio’ en todo lugar, en especial en
aquellos más inaccesibles”.
Luego de recordar a las tantas
instituciones religiosas que nacieron de la obra de don Bosco, el Pontífice
alienta a la familia Salesiana a “seguir por este
camino, imitando la fe de quienes los han precedido”.
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