Aunque algunos confunden esta imagen con la “pachamama” o “madre tierra” y le atribuyen simbología pagana, esta imagen en realidad es el recuerdo de un maravilloso milagro obrado por la intercesión de la Virgen María.
En su artículo “La Virgen de
Potosí es una Candelaria, no la Pachamama”, la Enciclopedia Católica (EC) de ACI Prensa
recuerda el bello significado de una pintura de la Virgen del Cerro de Potosí,
en la actual Bolivia.
La EC subraya que “esta pintura es
conmemoración de un portentoso milagro que se produjo en Virreinato del Perú el
19 de octubre de 1603, en el ‘Cerro Rico’ de la Villa Imperial de Postosí”.
La enciclopedia indica que ese día alrededor de 4.000 indios trabajaban
en las minas “cuando una de las galerías colapsó,
trayéndose abajo 600 operarios”.
Los indios, señala, “quedaron encapsulados
en lugar hermético sin luz, agua, alimentos y sin tener posibilidad de ser
rescatados con vida”.
“Mientras se producía el colapso de la galería uno
de ellos invocó con gran fe a la Virgen de Copacabana, que es una Virgen
Candelaria”, continuó. “‘Candelaria’
es el nombre que se da a la Fiesta de la Purificación de María”.
“Al instante se hizo la luz en la entrañas de la
tierra y la Virgen gloriosa se hizo presente en compañía de ángeles que portaban
luminarias que no se consumían”, señala la
EC.
La Enciclopedia Católica destaca que los indios “fueron
sustentados con la Sagrada Eucaristía
repartida por Cristo
Mismo”.
“Por su lado, la Villa Imperial de Potosí lloraba
la presunta muerte de 600 de sus hijos”,
continúa.
“Al cabo de 8 días de excavaciones, ubicaron el
lugar del siniestro, y en lugar de encontrar los cadáveres que venían a extraer
para dar cristiana sepultura, encontraron absolutamente ilesos a 600 hombre que
parecían estar en medio de un arrobamiento místico”, recuerda.
José Gálvez Krüger, director de la Enciclopedia Católica, destacó que
durante el virreinato “la prédica religiosa buscó,
mediante el arte, anunciar la Buena Nueva del Evangelio, exponer de manera
sencilla las Verdades reveladas y los Misterios de la Santa Fe”.
“Los fijó mediante el arte pictórico, la
arquitectura, la música, la estatuaria e imaginería, la poesía mística y la
oratoria sacra”, dijo.
“Sabemos que la ideología
marxista que odia a Cristo y a su Iglesia. Revestida con el
disfraz de la antropología, durante décadas, ha falsificado, distorsionado,
malinterpretado, por ignorancia o mala fe, el mensaje del arte religioso
catequético en general, y el de estos temas en particular”, lamentó.
Gálvez Krüger precisó que “el pretendido
sincretismo no busca sino reducir la cristianización del mundo a un mero
‘mecanismo de dominación’”.
El Director de la EC subrayó que “el arte religioso Barroco
debe leerse a la luz de las Sagradas
Escrituras, y del Catecismo de la Iglesia. Simple como el Evangelio
y simple como el lenguaje dominical y coloquial como la Divina Liturgia”.
Si bien entre los indios hubo “la tendencia
a hacer asociaciones era natural, por su condición de catecúmenos”,
Gálvez Krüger criticó que “en los
antropólogos de hoy” hay una “manía
identificatoria” que “parte de criterios
ideológicos, y de una manifiesta ignorancia de la doctrina católica y el ‘ABC’
del arte comparado”.
“Este es el motivo por el que se han llenado
bibliotecas con tratados de fantasía sobre ‘La Virgen Pachamama’”, indicó.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
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