La Iglesia de la Natividad de Burke, en Virginia (Estados Unidos), reportó que su gruta mariana dedicada a la Virgen de Fátima sufrió un acto de vandalismo, que resultó en la destrucción “irreparable” de sus sagradas imágenes.
El martes 25 de enero por la noche, desconocidos ingresaron al área de
la parroquia y atacaron la venerada
gruta mariana, que representaba la escena de la aparición de Nuestra Señora de
Fátima a los tres niños pastores videntes.
El párroco señaló que la policía está investigando los hechos y que su
parroquia se encargará de recaudar el dinero para reemplazar las imágenes, que
sufrieron daños “irreparables”.
El 26 de enero, el P. Bob Cilinski, párroco de la Iglesia de la
Natividad, envió una carta a su parroquia donde dijo que estaba “muy triste” y lamentó los daños
ocasionados.
“Desafortunadamente, las estatuas dañadas no se
pueden reparar. Se quitarán las estatuas y trabajaremos para reemplazarlas”, dijo.
Las estatuas dañadas fueron retiradas de la gruta, y la parroquia y la diócesis
iniciaron un trabajo coordinado con la policía del condado de Fairfax.
Según los informes, los detalles sobre las imágenes de las cámaras de
seguridad o los posibles sospechosos no están disponibles.
Ante la tristeza de la comunidad católica, el P. Cilinski animó a los fieles a “ser personas de paz que se valoren y respeten unos a
otros”, y los llamó a rezar por la persona que destrozó la gruta
mariana, que describió como “un lugar de oración, paz y sanación”.
En declaraciones a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, el Obispo de
Arlington, Mons. Michael Burbidge, expresó su cercanía y solidaridad con el P.
Cilinski, y llamó a los fieles a rezar por quien cometió el acto de
profanación.
“El vandalismo de una estatua de Nuestra Santísima
Madre en la Iglesia de la Natividad es una desfiguración trágica y sin sentido
de lo sagrado. La Virgen María
es un símbolo de paz en un mundo que la necesita ahora más que nunca”, dijo Mons. Burbidge.
“Pido que otros se unan a mí en oración por el
perpetrador, porque cualquier motivo detrás de tal acto refleja un alma
atormentada que necesita de Nuestro Señor”, agregó.
En un comunicado del 26 de enero, Jeffrey McKay, presidente de la Junta
de Supervisores del Condado de Fairfax, condenó el vandalismo como un ataque a
la comunidad católica del territorio a su cargo.
La localidad de Burke es una sección no incorporada del condado de
Fairfax, ubicada al suroeste de Arlington.
“Esta destrucción de la propiedad y la falta de
respeto a nuestra comunidad católica es alarmante porque, en el fondo, hace que
la gente se sienta insegura”, subrayó McKay.
“En el condado de Fairfax, sabemos que nuestra
diversidad es nuestra fortaleza y siempre buscamos atraer a más personas a
nuestra comunidad y asegurarnos de que sean escuchadas y representadas”, agregó.
En ese sentido, “bajo todas las
circunstancias, rechazamos este acto de odio”, dijo McKay. “Puedo asegurarles que continuaremos haciendo del condado
de Fairfax una comunidad segura para todos”, concluyó.
Los funcionarios locales y de la Iglesia de la Natividad alentaron a
toda persona que tenga información sobre el acto de vandalismo, a que se
comunique con el Departamento de Policía del Condado de Fairfax.
Traducido y adaptado por Cynthia
Pérez. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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