La liberación espiritual es un tema considerado muy extenso, que los pueblos creyentes en nuestro Señor deben de tomar en cuenta. Es importante entender que debemos batallar en contra los sistemas que provocan pobreza espiritual en los hijos de Dios. Esta pobreza incluye la falta de entendimiento e incluso el mal ha logrado en algunos casos hacer fortalezas mentales que impiden la entrada del Padre Celestial.
LA LIBERACIÓN
ESPIRITUAL
La liberación espiritual es
un elemento subjetivo que permite a los creyentes recibir bendiciones. Se busca
a través de ella acabar con la falta de entendimiento y revelaciones
relacionadas al hombre. A su vez se busca fortalecer las líneas espirituales
establecidas en la mente, liberándola de ataduras.
Este proceso ocurre en
casos en los que las personas se encuentren recibiendo al Señor y su hijo
Jesucristo como su Salvador. Esto permite a su vez que reciban el proceso de
salvación a través de la gracia divina.
Pues la bondad de
nuestro Señor permite que no se haga nada muy difícil para ganarla. Son
estas personas las que normalmente aprovechan todas las bendiciones que reciben
a través de la liberación espiritual otorgada por la fe en Dios.
Es sumamente importante que
se esté consiente, que nuestro Padre Celestial desea que sus hijos sean hombres
bendecidos a través de su fe, a su vez el Señor desea que todo elemento
que impida la bendición del hombre desaparezca de la humanidad.
El dolor que siente nuestro
Padre Celestial es incomparable, cada vez que ve como un creyente pasa a formar
parte del camino del mal. De igual forma, cuando el hombre padece de
adversidades relacionadas a la falta de fe en la palabra de Dios es un gran
dolor para él, puesto el Señor nos ama. Es por ello que debemos enfocarnos en
darnos cuenta de la influencia que tiene el mal en nosotros y acabar con ella.
La liberación es el proceso
mediante el cual, a través de la fe los creyentes son capaces de despojarse de
todo hecho maléfico ejecutado por Satanás. Es por ello que cuando se habla de
liberación se implica el hecho de romper con todas las ataduras espirituales
que el mundo contaminado de maldad ha ejecutado para el hombre.
Este proceso se efectúa con
el propósito de permitir la evolución del hombre y su relación con la fe y el
Señor.
¿CÓMO SE INICIÓ
EL MINISTERIO?
El ministerio de liberación
espiritual se inicia gracias a Juan el Bautista. Justo en el momento en el que
desarrolló la preparación del pueblo de Israel para recibir con los brazos
abiertos al Reino de Dios a través de su hijo Jesucristo.
A través de la predicación
del Reino de Dios, se origina el ministerio de liberación espiritual, puesto
esto iba a ser entregado por nuestro Salvador Jesucristo.
Para los tiempos de Jesús
se presentó Juan el Bautista como predicador, transmitiendo su palabra en el
desierto de Judea. Él expresaba que ya había llegado el tiempo del Reino de los
cielos y por esta razón los creyentes en nuestro Señor debían arrepentirse de
sus pecados.
Por otro lado, el Reino de
los cielos sufre de violencia desde los tiempos de Juan el Bautista, según
nuestro Salvador Jesucristo. Esto se debe a que fue Juan el que comenzó a
predicar sobre el Reino de Dios. Es por ello que Satanás posterior a sus palabras
inicio con su confrontación contra el bien.
Es por ello que cuando se
predica sobre el Reino de Dios, se inicia un proceso de manifestación visible
relacionada a la liberación espiritual. Por otro lado, este proceso de
liberación produjo que Satanás se enfureciera puesto el ser humano, iniciaba su
proceso de apertura con el Señor e inició con sus sistemas opresores.
En los tiempos de Jesús
inició el Reino de Dios. Es por ello que en los evangelios se pide que cada
persona en el mundo se arrepienta de sus pecados y deje que el Señor entre en
sus corazones para protegerle.
Es importante mencionar que
la llegada de Jesucristo fue preparada por Juan el Bautista. Por esta razón es
que el predicó con constancia sobre el Reino de Dios. De esta misma forma,
Jesucristo inicio con su propio ministerio.
En su ministerio tuvo la
misión de enseñar y predicar sobre el Reino de los Cielos. Es por ello que
nuestro Salvador inició con la liberación espiritual que permitía que el
ser humano se liberara de los demonios.
Además de ello, nuestro
Salvador Jesucristo, fue quien inicio con la confrontación de los demonios. Es
por ello que acababa con cualquier espíritu impuro que trataba de acabar con la
fe de los hijos de Dios.
Jesús hablaba con criterio
en la sinagoga, es por ello que los demonios no podían aguantar más la unción
que había en él. Esto ayudaba a que Jesús acabara con cada demonio que se
encontraba dentro de los hombres, que alguna vez fueron creyentes.
Es importante mencionar
ante esto que ninguna persona antes de Jesús había echado fuera a un demonio
incrustado en el cuerpo y el alma de un hombre inocente, falto de fe en nuestro
Señor.
Se debe mencionar al
Antiguo Testamento, puesto este proceso se asemeja a David cuando tocaba el
arpa, mientras había un espíritu malo que estaba sobre Saúl, ya que la melodía
de David hizo que el demonio se apartara de él.
Esta situación que relata
el Antiguo Testamento es lo más cercano a la labor de echar fuera los demonios
que efectuó nuestro Salvador Jesucristo. Es importante mencionar que ningún
rey, profeta o sacerdote tuvo la autoridad de despojar a algún hombre de los
demonios. Puesto, antes de Jesucristo, ningún hombre creyente en el Señor había
podido ordenar a un demonio salir del alma y mente de una persona.
JESUCRISTO
NUESTRO SALVADOR
Nuestro Salvador
Jesucristo, fue el primer personaje en la tierra, posterior al inicio de su
ministerio que predicaba como había llegado el Reino de Dios para los fieles en
la palabra del Señor. Esto causó que el reino del bien y el reino del mal
chocaran violentamente.
Es importante mencionar que
la liberación espiritual de demonios en las personas afectadas, ocurre
por un lapso de debilidad de la fe en nuestro Señor.
Por otro lado, se debe
mencionar que existen ministerios que no comparten la creencia en la
liberación espiritual. Es por ello que no se procede a realizar liberación de
demonios entre las labores que se efectúa en este tipo de ministerios.
Lo realmente delicado de
este tipo de ministerios es que si no se cree en la existencia y elaboración de
liberación espiritual de demonios, es porque estos creyentes realmente no
están predicando sobre el Reino de Dios.
MINISTERIO DE
JESÚS
Cuando Jesucristo estuvo en
la tierra, gracias al Señor desplegaba aspectos relacionados a su ministerio,
es por ello que se predicaba, a través de la enseñanza que tenían la
oportunidad de sanar y echar del alma y mente del hombre a los demonios.
Es por ello que toda
Galilea se dirigía hacia Jesucristo. Puesto él iba enseñando por cada
territorio que pasaba la enseñanza en las sinagogas. Con la misión de
predicar el evangelio del Reino de Dios y a su vez curando a cada enfermo que
tenía al frente a dolores.
Se debe mencionar que en
cada evangelio que existe se puede ver cómo está plasmada toda la labor que
realizó Jesucristo, es decir, enseñar, predicar, echar fuera a los demonios y
también sanar a los enfermos.
Es gracias a esta labor,
que en la actualidad se han desarrollado pastores, ministros y creyentes que
trabajan en relación a las tres actividades que efectuaba nuestro Salvador
Jesucristo.
Sin embargo, estas personas
no realizan la actividad de echar fuera a los demonios puesto el desarrollo de
las actividades de liberación espiritual es muy controlado y perseguido a nivel
ministerial.
Es importante mencionar que
cuando se inicia con la actividad de predicar y enseñar sobre la palabra de
Dios y su respectivo Reino Celestial, los demonios se comienzan a manifestar
con agresividad y a su vez en muchos casos las personas que sufren problemas
provocados por la maldad comienzan a ser libres.
Por otro lado, la razón por
la que no se realiza este proceso en algunos ministerios, se relaciona
directamente a que en muchos casos se ha optado más por la psicología y
psiquiatría.
Se debe mencionar que en la
actualidad se han efectuado otros procesos relacionados a la liberación
espiritual, puesto se manejan como problemas de depresión y ataduras que deben
ser dominados a través de tratamientos médicos psicoméntales.
Es por esta razón que se
han elaborado sin querer armas y métodos carnales y humanos para solucionar los
problemas que se debe entender que realmente son espirituales. Que a su vez
tienen como resultado que las personas sigan oprimidas a pesar de que han
pasado por procesos en la iglesia para acabar con sus problemas.
Esto se debe a que los
miembros de la iglesia no les dan verdaderas soluciones de Dios y a su vez no
le demuestran las actividades correctas en relación a la creencia en el poder
de la cruz, sangre, palabra y unificación con el Espíritu Santo y nuestro Padre
Celestial Dios.
Puesto nos estamos
dando el atributo de brindar remedios hechos por el hombre y no la fuerza
divina que normalmente nos domina y nos ayuda con cada problema espiritual por
el cual padezcamos.
¿POR QUÉ UN
CREYENTE NECESITA LIBERACIÓN?
Es
necesario entender que cuando un ser humano se relaciona a la palabra de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuenta con un nuevo nacimiento y
desarrollo espiritual, lo que permite que desarrolle un proceso que lo
convierte en una nueva criatura. (No dejes de ver el artículo de oración de intercesión de alto nivel)
A su vez, es importante mencionar que para su alma, es decir su voluntad, emociones y mente se quedan intactas. Esto en relación en que en realidad no se efectúa un nuevo nacimiento sobre ella.
Es por ello que el alma del
creyente requiere de una transformación y a su vez renovación que le permite un
proceso de liberación. Lo que permite que todos los procesos efectuados en
relación a las actividades hechas por Jesucristo nos liberen como personas.
Se debe entender que la
palabra de Dios es muy clara, puesto cada vez que efectuamos procesos de
liberación espiritual somos una nueva criatura. Esto quiere decir que
somos personas nuevas en relación a nuestro espíritu. Ya que somos personas
libres, más puros y justificados.
Sin embargo, aun así se
necesita de una verdadera liberación del alma lo que provoca una sanación
y transformación. Lo que permite que nos transformemos también desde el mundo
espiritual. Con el objetivo de comprender a su vez, cual es la voluntad que
tiene Dios con nosotros.
Es importante mencionar que
el alma es en donde los creyentes tienen heridas y a su vez ataduras, lo que a
su vez se relaciona a la falta de perdón y el sentimiento de rechazo y también
la baja autoestima. Es por ello que el alma necesita de una liberación al igual
que de una sanación.
Por esta razón es a través
de ello en el que se podrá recibir correctamente la palabra de Dios, lo
que permite que crezcamos y maduremos como personas creyentes en nuestro
Padre Celestial y su hijo y Salvador Jesucristo.
Esto en muchas ocasiones se
relaciona a su vez en los ataques efectuados por el mal y a su vez el proceso
de opresión que se obtiene cuando no se tiene verdadera fe. Lo que produce un
bloqueo hacia la sabiduría y a su vez elementos que rompen al corazón.
En el momento en el que un
demonio influencia a las personas, tiene el trabajo de no permitirle pensar.
Además de ello oprime a las personas a través de enfermedades y a su vez de
depresión.
Es por esta razón que se
debe proceder a recurrir a ministración de liberación espiritual, con la
intención de poder recibir sin problema la palabra de nuestro Señor y a su vez
abrir las puertas de nuestro corazón hacia el amor que Dios nos tiene.
¿POR QUÉ LA IGLESIA NO HA ENTENDIDO EL MINISTERIO DE LA
LIBERACIÓN ESPIRITUAL?
El
elemento primordial que se relaciona a ello es la influencia del espíritu de
Grecia que provoco que se cortara con ciertas actividades espirituales como es
el caso de los procesos sobrenaturales que se presentaban con anterioridad en
la iglesia.
Algunos de los elementos
que caracterizan al espíritu de Grecia, que influencia con constancia a la
iglesia de Jesucristo son las siguientes:
- El
desarrollo del humanismo y a su vez la exaltación del hombre.
- De
igual forma, el intelectualismo, que provoca la exaltación y desarrollo de
la inteligencia humana. Además de ello el manejo de reconocimiento y
logros de metas estipuladas. Esta situación hace que se sustituyan la fe
en el poder de Dios por la unificación intelectual.
- Negar
cualquier aspecto o elemento que sea imposible de explicar.
- De
igual forma existen personas que niegan la existencia de entes demoniacos,
lo que permite que no se realice la liberación de los espíritus a
los creyentes.
- No
creer en temas relacionados a hechos sobrenaturales, como es el caso de
los dones, las sanidades. Las profecías y los milagros.
Es por ello que se necesita
hablar y buscar acabar con los espíritus que le hacen daño a la institución
eclesiástica y a los creyentes de Dios. Por esta razón es que es positivo saber
las características que hacen que no se crean en la liberación espiritual.
Además de ello, es
importante saber que existen muchos ministros, iglesias y también creyentes que
no creen en la liberación espiritual. Esto se debe a la expansión de un
espíritu de Grecia que los influencia como sociedad religiosa.
Por otro lado, por esta razón es que prefieren ver su rebaño atado y herido por el
poder del mal en vez de asumir y creer en el ministerio de la liberación
espiritual.
¿PUEDE UN CREYENTE SER O ESTAR POSEÍDO POR UN DEMONIO?
Se debe saber que ningún
creyente real puede ser poseído por un demonio. Sin embargo, si puede ser
oprimido, obsesionado, deprimido, enfermado o atado por un ente demoniaco.
Cuando los creyentes
sienten puertas abiertas con derecho legal, relacionadas directamente a las
maldiciones generacionales, traumas y abusos del pasado, que se relacionan
directamente a la práctica constante del pecado, el ser maligno puede oprimirlo
y atarlo.
Por otro lado, es
importante tener en cuenta que ningún ente maligno nos puede poseer, puesto
nosotros llevamos en nuestra alma a el Espíritu Santo. Es parte de nuestro
espíritu. Mientras que una posesión implica ser dueño del alma de una persona.
Es por ello, que si
contamos con el Espíritu de Dios dentro, no hay forma de que el enemigo pueda
apoderarse de nosotros. A pesar de ello la opresión hacia los verdaderos
creyentes puede ser en el cuerpo, mente, voluntad y
también en las emociones. Esta situación se efectúa cuando el creyente le
da derecho legal al ser maligno.
EL MINISTERIO DE JESÚS SE COMPONE DE CUATRO ASPECTOS
PRINCIPALES
- El
más importante se relaciona a predicar, sanar, enseñar y echar afuera a
los demonios que quieren destruir el Reino de Dios.
- De
igual forma, nuestro Salvador Jesucristo, nos permite tener la autoridad
de hacer el mismo proceso de enseñanza y despojo del mal en nosotros.
- Es
importante acabar con la condición de tristeza que poseen muchos
creyentes, la mejor forma de efectuarlo es a través de la limpieza del
alma para sanar al creyente.
- Por
otro lado, entre las enseñanzas de Jesucristo se habla de la liberación
espiritual. Lo que produce en ocasiones que se entienda correctamente los
elementos que destacan en el Reino de Dios, puesto este proceso forma
parte de un tesoro único efectuado por el amor de Dios.
- De
igual forma, esto permite que se acabe con la pobreza espiritual. Lo que
expresa todo aspecto que oprime el espíritu de un creyente, a su vez al
alma y por tanto también a nuestro cuerpo.
Alguno de los errores que
se promueven en la actualidad y se abrazan en el seno eclesiástico es el
desarrollo de la liberación de los demonios, que se efectúa en los creyentes de
la iglesia.
Este proceso es de los más
comunes en la actualidad y a su vez dañino. Puesto indica que hasta las
personas cristianas de corazón pueden ser víctima de entes demoniacos siendo
poseídas por ellos y con necesidad de una liberación. Con este mal concepto se
han escrito libros por predicadores que se han hecho famosos a partir de un
error.
Es importante saber que en
la Biblia se habla de la presencia y actividades del poder de los demonios. En
las escrituras se señalan las potestades que operan en el mundo espiritual.
Por otro lado, es
importante mencionar que la expulsión de demonios, realmente se efectúa a
personas que no son creyentes. Porque aquellos que son creyentes cuentan con el
Espíritu de Dios en sus almas.
EL CREYENTE ES POSESIÓN DE DIOS Y ESTÁ HABITADO POR EL ESPÍRITU
Aquellos que son creyentes
reciben el sello del Espíritu desde que inician con su conversión. Este sello
que poseen los creyentes es una señal de garantía de la salvación que genera un
vínculo relacionado a la propiedad de Dios.
El Espíritu Santo prometió
a todos los creyentes, posterior al sacrificio de salvación de los pecados
hecho por el hijo de Dios, Jesucristo, que formaría parte de su alma,
situación que brindaría protección en relación a la posesión de entes
demoniacos. Esto da entender que todo aquel que cree en Dios tiene al Espíritu
santo en su interior como señal de su pertenencia al legado del Creador.
Nosotros somos parte de
nuestro Señor pues su divina gloria pago un precio por nosotros. La divinidad
de Dios fue glorificada en nuestros cuerpos y a su vez en nuestros espíritus.
Todas las personas creyentes son entonces propiedades de Dios.
Es por ello que el Espíritu
Santo nos habita, pues somos el templo de Dios. Por esta razón es que los
demonios no son capaces de habitar el cuerpo de los creyentes, puesto su
cuerpo y alma es posesión de Dios y a su vez de su Espíritu que mora en él.
LUCHA CON EL PECADO
En la lucha por el pecado,
la Biblia resalta que no debemos pasar por una liberación sino más bien morir
por nuestros pecados. Esto se inicia desde el nuevo nacimiento. Puesto los
cristianos se encuentran en un desarrollo en el que las escrituras sagradas lo
mencionan como santificación.
Estos procesos que tiene el
inicio de la conversión se efectúa por medio del Espíritu Santo. Este sistema
nos va haciendo más libres de corrupción y a su vez nos da el poder de ir
liberándonos de nuestros pecados. Lo que permite que nos renovemos cada día,
asemejándonos más a la imagen terrenal de nuestro Salvador Jesucristo.
Es por ello importante
mencionar que dentro del proceso Dios nos hace responsables de morir y
renunciar a todos los pecados que ejecutamos en vida. Por esta razón es que
debemos despojarnos del viejo hombre que fuimos en vida y de esta forma
vestirnos con el traje del nuevo hombre.
El despojo describe la
actitud que deben tener los creyentes en la palabra de nuestro Señor ante el
desarrollo y ejecución de los pecados realizados. Es este proceso la reacción
que debe poseer el cristiano con relación a los pecados cometidos.
Esto quiere decir que la
ejecución de esta acción es la expresión de la oposición que tienen los hijos
de Dios en relación a las acciones que ejecuta la maldad en contra de los
corazones de los creyentes.
Toda esta actividad es
descrita y expresada de muchas maneras en el Nuevo Testamento. Es por ello que
se debe entender que es necesario que nos despojemos de todo el peso que se
relaciona al pecado que nos asedia en la vida.
A través de este proceso
nos despojamos de cualquier hecho relacionado a la maldad. De igual forma, las
escrituras indican que al morir debemos como creyentes renunciar a
toda impiedad y todo deseo mundano.
De igual forma, debemos
abstenernos de pasiones carnales y a su vez despojarnos de todo elemento
negativo terrenal. Con el objetivo de acabar con todo pecado que se haya
ejecutado en la tierra.
¿CÓMO SE
RENUNCIA A LOS PECADOS AL MORIR?
Las escrituras son muy
claras en relación a este tema de importancia. Puesto este hecho es de los más
importantes en relación al proceso de ida hacia el Reino de Dios al
llegar nuestra hora de morir y descender hacia el mundo de los espíritus.
En las
escrituras la Biblia nos manda a orar para no formar parte de procesos
negativos. A su vez ser parte de la liberación de la tentación que ejerce el
maligno sobre nosotros. (Ver Articulo: El poder de la oración)
Por otro lado, es necesario
reconocer nuestros pecados y a su vez humillarnos. Esto permite que nos
confesemos y pidamos perdón ante nuestro Padre Celestial. En algunos casos es
necesario confesarlo ante nuestros hermanos.
Todo este proceso que se
hace para morir tranquilos y libres de pecados requiere de confesión,
arrepentimiento y el proceso de perdón por todos los pecados, sean ejecutados
en gran medida o en niveles minoritarios.
Como creyente e hijos de
Dios, debemos lidiar con los pecados escandalosos al igual que los pecados más
comunes y considerados por algunos como respetables.
Además de ello, posterior a
la acción de pedir perdón, se necesita pedir el poder para de esta forma morir
a nuestras pasiones. De igual forma, se requiere de una constante oración en
donde se pida que se fortalezca con el poder de nuestro Creador. Con el
objetivo de contar con las virtudes del nuevo hombre, libre de cualquier pecado
cometido.
Por otro lado, se necesita
tener presente, que la gracia de Dios y la de nuestro Salvador Jesucristo, no
solo se desarrolla en nosotros cuando se ejecuta el perdón de nuestros pecados,
pues de igual forma es parte del poder para vivir y desarrollar la gloria de
nuestro Señor.
De igual forma, es necesario
orar con el objetivo de que el Señor nos dé una mayor visualización de la
naturaleza de los pecados que cometemos y a su vez el desarrollo del perdón y
la gracia de os evangelios.
Es por ello que de esta
forma podemos entender que tan ofensivo es el pecado para Dios. A su vez el
proceso permite que Dios abra sus brazos hacia nuestros corazones. Con el
objetivo de que se vea lo engañoso, poderoso y destructivo del pecado. Con el
propósito de discernir y estimar los valores que se relacionan a nuestra salvación.
RESUMEN
Es por ello que
se debe entender que ningún creyente necesita de liberación de demonios. Porque
según el Nuevo Testamento los creyentes, somos personas que contamos con Dios
en nuestro ser. Es por ello que el Espíritu Santo habita en nuestra alma y a su
vez nos ayuda a luchar en contra del pecado.
Además de ello,
hay que resaltar que las escrituras sagradas de la Biblia no nos mandan a
liberar sino a morir a nuestros pecados. Por otro lado, es importante destacar
los elementos que nos permiten luchar con los pecados, suministrados por Dios.
Lo que permite a su vez que no se nos engañe por el
maligno y sucumbamos a través de el al pecado.
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