Se le retiró el soporte vital tras negarse a sus padres un traslado fuera del país
Alta Fixsler, la
niña británica de dos años cuyos padres lucharon por mantenerla con soporte
vital, murió el 18 de octubre después de que se le retirara dicho soporte. Es
un caso más en el que se muestra el evidente y perverso totalitarismo de un
estado y de unos médicos que niegan a unos padres el derecho a decidir sobre la
vida de sus hijos.
(NCRegister/InfoCatólica) «Triste noticia,
el soporte vital de la pequeña Alta Fixsler ha sido desconectada esta tarde y ha
fallecido en el hospicio con sus padres a su lado», dijo un comunicado de un
representante de sus padres, Chaya y Abraham Fixsler.
Al parecer, Alta vivió durante más de una hora una
vez que se le retiraron las máquinas.
Debido a una grave lesión cerebral sufrida al nacer, Fixsler no podía comer ni
respirar sin ayuda y había pasado
toda su vida en el Royal Manchester Children's Hospital. Sus
padres, judíos jasídicos, se opusieron a retirarle el soporte vital y lucharon para que siguiera recibiendo cuidados.
Los médicos habían dicho
previamente que Fixsler sólo viviría unas horas tras su nacimiento debido a la
gravedad de la lesión.
El Manchester University NHS
Foundation Trust, responsable de su cuidado, pidió permiso en mayo para retirar
el soporte vital de Fixsler.
El caso de Fixsler atrajo la
atención internacional cuando sus padres
intentaron trasladarla del hospital de
Manchester para que recibiera un tratamiento experimental en otro lugar.
Un portavoz de la familia
Fixsler expresó su decepción por la decisión judicial de octubre que acabaría
provocando la muerte de Alta, y pidió que se legisle para proteger los derechos
de los padres a tomar decisiones médicas por sus hijos.
«Dedicamos nuestros mejores esfuerzos
y argumentos de peso para continuar con los cuidados críticos de Alta y darle
la mejor calidad de vida posible, y estamos consternados por la decisión tomada
por el tribunal de acabar con su vida», dijo el portavoz. Y añadió:
«Creemos
firmemente que tomar decisiones que cambian la vida de los niños debería ser un derecho
de los padres y es importante que abramos el debate en torno a esto.
Pedimos al gobierno que revise la legislación actual y la cambie».
El padre de la niña, que es
ciudadano tanto de Estados Unidos como de Israel, obtuvo un visado
para su hija con el fin de llevarla a Estados Unidos para recibir atención médica. No se les permitió salir del hospital. Su madre también es
ciudadana israelí.
EL PRESIDENTE
ISRAELÍ PIDIÓ SALVARLA
El
entonces presidente de Israel, Reuven Rivlin, hizo un llamamiento al príncipe
Carlos
en junio, diciendo que su situación era «un asunto de grave y urgente
importancia humanitaria».
«Es el
ferviente deseo de sus padres, que son judíos devotos y ciudadanos israelíes,
que su hija sea llevada a Israel», dijo Rivlin. «Sus creencias religiosas se
oponen directamente a que se abandone el tratamiento médico que podría
prolongar su vida y han tomado medidas para que sea trasladada de forma segura
y continúe el tratamiento en Israel».
En mayo, el Tribunal Superior
británico falló en contra de los Fixsler, afirmando que la niña debía recibir
cuidados paliativos y que se le debía retirar el soporte vital. El Alto
Tribunal dijo que «Alta no tiene edad ni está en
condiciones de conocer y adoptar los valores de sus padres».
En el judaísmo, todo niño
nacido de madre judía se considera automáticamente judío.
LA JUSTICIA EUROPEA,
A FAVOR DEL CRIMEN DE ESTADO
Tanto el Tribunal de Apelación
como el Tribunal Supremo confirmaron la decisión del Tribunal Superior de
retirar el soporte vital a Alta, al igual que el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos. Los
jueces dijeron que trasladarla del hospital no aportaría «ningún beneficio médico» y era arriesgado.
Tras perder sus recursos, los Fixsler preguntaron si podían sacar a su hija del hospital para que
muriera en su casa. También se lo denegaron
y un juez dictaminó que debía morir en un centro de acogida para niños.
Un hospicio, dijo el juez, «se adapta mejor a la necesidad de bienestar de Alta de
recibir cuidados especializados al final de su vida bajo un sistema fiable,
seguro y sostenible de cuidados de alto calibre protegidos de las
interrupciones, al tiempo que permite, en la medida de lo posible y en
consonancia con el interés superior de Alta, que la familia y la comunidad
cumplan con las obligaciones religiosas sagradas de la fe judía ortodoxa».
SALDRÁ HACIA ISRAEL
YA MUERTA
Irónicamente Alta Fiixsler
podrá abandonar por fin el país que la quería muerta. Según se informa, será enterrada en Israel.
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