miércoles, 20 de octubre de 2021

APRENDA CÓMO SE REALIZA CON ÉXITO UNA LIBERACIÓN ESPIRITUAL, AQUÍ

 La liberación espiritual es un tema considerado muy extenso, que los pueblos creyentes en nuestro Señor deben de tomar en cuenta. Es importante entender que debemos batallar en contra los sistemas que provocan pobreza espiritual en los hijos de Dios. Esta pobreza incluye la falta de entendimiento e incluso el mal ha logrado en algunos casos hacer fortalezas  mentales que impiden la entrada del Padre Celestial.

LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL

La liberación espiritual es un elemento subjetivo que permite a los creyentes recibir bendiciones. Se busca a través de ella acabar con la falta de entendimiento y revelaciones relacionadas al hombre. A su vez se busca fortalecer las líneas espirituales establecidas en la mente, liberándola de ataduras.

Este proceso ocurre en casos en los que las personas se encuentren recibiendo al Señor y su hijo Jesucristo como su Salvador. Esto permite a su vez que reciban el proceso de salvación a través de la gracia divina.

Pues la  bondad de nuestro Señor permite que no se haga nada muy difícil  para ganarla. Son estas personas las que normalmente aprovechan todas las bendiciones que reciben a través de la liberación espiritual otorgada por la fe en Dios.

Es sumamente importante que se esté consiente, que nuestro Padre Celestial desea que sus hijos sean hombres bendecidos a través de su fe,  a su vez el Señor desea que todo elemento que impida la bendición del hombre desaparezca de la humanidad.

El dolor que siente nuestro Padre Celestial es incomparable, cada vez que ve como un creyente pasa a formar parte del camino del mal. De igual forma, cuando el hombre padece de adversidades relacionadas a la falta de fe en la palabra de Dios es un gran dolor para él, puesto el Señor nos ama. Es por ello que debemos enfocarnos en darnos cuenta de la influencia que tiene el mal en nosotros y acabar con ella.

La liberación es el proceso mediante el cual, a través de la fe los creyentes son capaces de despojarse de todo hecho maléfico ejecutado por Satanás. Es por ello que cuando se habla de liberación se implica el hecho de romper con todas las ataduras espirituales que el mundo contaminado de maldad ha ejecutado para el hombre.

Este proceso se efectúa con el propósito de permitir la evolución del hombre y su relación con la fe y el Señor.

¿CÓMO SE INICIÓ EL MINISTERIO?

El ministerio de liberación espiritual se inicia gracias a Juan el Bautista. Justo en el momento en el que desarrolló la preparación del pueblo de Israel para recibir con los brazos abiertos al Reino de Dios a través de su hijo Jesucristo.

A través de la predicación del Reino de Dios, se origina el ministerio de liberación espiritual, puesto esto iba a ser entregado por nuestro Salvador Jesucristo.

Para los tiempos de Jesús se presentó Juan el Bautista como predicador, transmitiendo su palabra en el desierto de Judea. Él expresaba que ya había llegado el tiempo del Reino de los cielos y por esta razón los creyentes en nuestro Señor debían arrepentirse de sus pecados.

Por otro lado, el Reino de los cielos sufre de violencia desde los tiempos de Juan el Bautista, según nuestro Salvador Jesucristo. Esto se debe a que fue Juan el que comenzó a predicar sobre el Reino de Dios. Es por ello que Satanás posterior a sus palabras inicio con su confrontación contra el bien.

Es por ello que cuando se predica sobre el Reino de Dios, se inicia un proceso de manifestación visible relacionada a la liberación espiritual. Por otro lado, este proceso de liberación produjo que Satanás se enfureciera puesto el ser humano, iniciaba su proceso de apertura con el Señor e inició con sus sistemas opresores.

En los tiempos de Jesús inició el Reino de Dios. Es por ello que en los evangelios se pide que cada persona en el mundo se arrepienta de sus pecados y deje que el Señor entre en sus corazones para protegerle.

Es importante mencionar que la llegada de Jesucristo fue preparada por Juan el Bautista. Por esta razón es que el predicó con constancia sobre el Reino de Dios. De esta misma forma, Jesucristo inicio con su propio ministerio.

En su ministerio tuvo la misión de enseñar y predicar sobre el Reino de los Cielos. Es por ello que nuestro Salvador inició  con la liberación espiritual que permitía que el ser humano se liberara de los demonios.

Además de ello, nuestro Salvador Jesucristo, fue quien inicio con la confrontación de los demonios. Es por ello que acababa con cualquier espíritu impuro que trataba de acabar con la fe de los hijos de Dios.

Jesús hablaba con criterio en la sinagoga, es por ello que los demonios no podían aguantar más la unción que había en él. Esto ayudaba a que Jesús acabara con cada demonio que se encontraba dentro de los hombres, que alguna vez fueron creyentes.

Es importante mencionar ante esto que ninguna persona antes de Jesús había echado fuera a un demonio incrustado en el cuerpo y el alma de un hombre inocente, falto de fe en nuestro Señor.

Se debe mencionar al Antiguo Testamento, puesto este proceso se asemeja a David cuando tocaba el arpa, mientras había un espíritu malo que estaba sobre Saúl, ya que la melodía de David hizo que el demonio se apartara de él.

Esta situación que relata el Antiguo Testamento es lo más cercano a la labor de echar fuera los demonios que efectuó nuestro Salvador Jesucristo. Es importante mencionar que ningún rey, profeta o sacerdote tuvo la autoridad de despojar a algún hombre de los demonios. Puesto, antes de Jesucristo, ningún hombre creyente en el Señor había podido ordenar a un demonio salir del alma y mente de una persona.

JESUCRISTO NUESTRO SALVADOR

Nuestro Salvador Jesucristo, fue el primer personaje en la tierra, posterior al inicio de su ministerio que predicaba como había llegado el Reino de Dios para los fieles en la palabra del Señor. Esto causó que el reino del bien y el reino del mal chocaran violentamente.

Es importante mencionar que la liberación espiritual  de demonios en las personas afectadas, ocurre por un lapso de debilidad de la fe en nuestro Señor.

Por otro lado, se debe mencionar que existen ministerios que  no comparten la creencia en la liberación espiritual. Es por ello que no se procede a realizar liberación de demonios entre las labores que se efectúa en este tipo de ministerios.

Lo realmente delicado de este tipo de ministerios es que si no se cree en la existencia y elaboración de liberación espiritual de demonios, es porque estos creyentes realmente  no están predicando sobre el Reino de Dios.

MINISTERIO DE JESÚS

Cuando Jesucristo estuvo en la tierra, gracias al Señor desplegaba aspectos relacionados a su ministerio, es por ello que se predicaba, a través de la enseñanza que tenían la oportunidad de sanar y echar del alma y mente del hombre a los demonios.

Es por ello que toda Galilea se dirigía hacia Jesucristo. Puesto él iba enseñando por cada territorio  que pasaba la enseñanza en las sinagogas. Con la misión de predicar el evangelio del Reino de Dios y a su vez curando a cada enfermo que tenía al frente a dolores.

Se debe mencionar que en cada evangelio que existe se puede ver cómo está plasmada toda la labor que realizó Jesucristo, es decir, enseñar, predicar, echar fuera a los demonios y también sanar a los enfermos.

Es gracias a esta labor, que en la actualidad se han desarrollado pastores, ministros y creyentes que trabajan en relación a las tres actividades que efectuaba nuestro Salvador Jesucristo.

Sin embargo, estas personas no realizan la actividad de echar fuera a los demonios puesto el desarrollo de las actividades de liberación espiritual es muy controlado y perseguido a nivel ministerial.

Es importante mencionar que cuando se inicia con la actividad de predicar y enseñar sobre la palabra de Dios y su respectivo Reino Celestial, los demonios se comienzan a manifestar con agresividad y a su vez en muchos casos las personas que sufren problemas provocados por la maldad comienzan a ser libres.

Por otro lado, la razón por la que no se realiza este proceso en algunos ministerios, se relaciona directamente a que en muchos casos se ha optado más por la psicología y psiquiatría.

Se debe mencionar que en la actualidad se han efectuado otros procesos relacionados a la liberación espiritual, puesto se manejan como problemas de depresión y ataduras que deben ser dominados a través de tratamientos médicos psicoméntales.

Es por esta razón que se han elaborado sin querer armas y métodos carnales y humanos para solucionar los problemas que se debe entender que realmente son espirituales. Que a su vez tienen como resultado que las personas sigan oprimidas a pesar de que han pasado por procesos en la iglesia para acabar con sus problemas.

Esto se debe a que los miembros de la iglesia no les dan verdaderas soluciones de Dios y a su vez no le demuestran las actividades correctas en relación a la creencia en el poder de la cruz, sangre, palabra y unificación con el Espíritu Santo y nuestro Padre Celestial Dios.

Puesto nos estamos  dando el atributo de brindar remedios hechos por el hombre y no la fuerza divina que normalmente nos domina y nos ayuda con cada problema espiritual por el cual padezcamos.

¿POR QUÉ UN CREYENTE NECESITA LIBERACIÓN?

Es necesario entender que cuando un ser humano se relaciona a la palabra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuenta con un nuevo nacimiento y desarrollo espiritual, lo que permite que desarrolle un proceso que lo convierte en una nueva criatura. (No dejes de ver el artículo de oración de intercesión de alto nivel)

A su vez, es importante mencionar que para su alma, es decir su voluntad, emociones y mente se quedan intactas. Esto en relación en que en realidad no se efectúa un nuevo nacimiento sobre ella.

Es por ello que el alma del creyente requiere de una transformación y a su vez renovación que le permite un proceso de liberación. Lo que permite que todos los procesos efectuados en relación a las actividades hechas por Jesucristo nos liberen como personas.

Se debe entender que la palabra de Dios es muy clara, puesto cada vez que efectuamos procesos de liberación espiritual somos una nueva  criatura. Esto quiere decir que somos personas nuevas en relación a nuestro espíritu. Ya que somos personas libres, más puros y justificados.

Sin embargo, aun así se necesita de una verdadera liberación del alma  lo que provoca una sanación y transformación. Lo que permite que nos transformemos también desde el mundo espiritual. Con el objetivo de comprender a su vez, cual es la voluntad que tiene Dios con nosotros.

Es importante mencionar que el alma es en donde los creyentes tienen heridas y a su vez ataduras, lo que a su vez se relaciona a la falta de perdón y el sentimiento de rechazo y también la baja autoestima. Es por ello que el alma necesita de una liberación al igual que de una sanación.

Por esta razón es a través de ello en el que se podrá  recibir correctamente la palabra de Dios, lo que  permite que crezcamos y maduremos como personas creyentes en nuestro Padre Celestial y su hijo y Salvador Jesucristo.

Esto en muchas ocasiones se relaciona a su vez en los ataques efectuados por el mal y a su vez el proceso de opresión que se obtiene cuando no se tiene verdadera fe. Lo que produce un bloqueo hacia la sabiduría y  a su vez elementos que rompen al corazón.

En el momento en el que un demonio influencia a las personas, tiene el trabajo de no permitirle pensar. Además de ello oprime a las personas a través de enfermedades y a su vez de depresión.

Es por esta razón que se debe proceder a recurrir a ministración de liberación espiritual, con la intención de poder recibir sin problema la palabra de nuestro Señor y a su vez abrir las puertas de nuestro corazón hacia el amor que Dios nos tiene.

¿POR QUÉ LA IGLESIA NO HA ENTENDIDO EL MINISTERIO DE LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL?

El elemento primordial que se relaciona a ello es la influencia del espíritu de Grecia que provoco que se cortara con ciertas actividades espirituales como es el caso de los procesos sobrenaturales que se presentaban con anterioridad en la iglesia.

 

Algunos de los elementos que caracterizan al espíritu de Grecia, que influencia con constancia a la iglesia de Jesucristo son las siguientes:

  • El desarrollo del humanismo y a su vez la exaltación del hombre.
  • De igual forma, el intelectualismo, que provoca la exaltación y desarrollo de la inteligencia humana. Además de ello el manejo de reconocimiento y logros de metas estipuladas. Esta situación hace que se sustituyan la fe en el poder de Dios por la unificación intelectual.
  • Negar cualquier aspecto o elemento que sea imposible de explicar.
  • De igual forma existen personas que niegan la existencia de entes demoniacos, lo que permite  que no se realice la liberación de los espíritus a los creyentes.
  • No creer en temas relacionados a hechos sobrenaturales, como es el caso de los dones, las sanidades. Las profecías y los milagros.

Es por ello que se necesita hablar y buscar acabar con los espíritus que le hacen daño a la institución eclesiástica y a los creyentes de Dios. Por esta razón es que es positivo saber las características que hacen que no se crean en la liberación espiritual.

Además de ello, es importante saber que existen muchos ministros, iglesias y también creyentes que  no creen en la liberación espiritual. Esto se debe a la expansión de un espíritu de Grecia que los influencia como sociedad religiosa.

Por otro lado, por esta razón es que prefieren ver su rebaño atado y herido por el poder del mal en vez  de asumir y creer en el ministerio de la liberación espiritual.

¿PUEDE UN CREYENTE SER O ESTAR POSEÍDO POR UN DEMONIO?

Se debe saber que ningún creyente real puede ser poseído por un demonio. Sin embargo, si puede ser oprimido, obsesionado, deprimido, enfermado o atado por un ente demoniaco.

Cuando los creyentes sienten puertas abiertas con derecho legal, relacionadas directamente a las maldiciones generacionales, traumas y abusos del pasado, que se relacionan directamente a la práctica constante del pecado, el ser maligno puede oprimirlo y atarlo.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que ningún ente maligno nos puede poseer, puesto nosotros llevamos en nuestra alma a el Espíritu Santo. Es parte de nuestro espíritu. Mientras que una posesión implica ser dueño del alma de una persona.

Es por ello, que si contamos con el Espíritu de Dios dentro, no hay forma de que el enemigo pueda apoderarse de nosotros. A pesar de ello la opresión hacia los verdaderos creyentes puede  ser en el cuerpo, mente,  voluntad  y también  en las emociones. Esta situación se efectúa cuando el creyente le da derecho legal al ser maligno.

EL MINISTERIO DE JESÚS SE COMPONE DE CUATRO ASPECTOS PRINCIPALES

  • El más importante se relaciona a predicar, sanar, enseñar y echar afuera a los demonios que quieren destruir el Reino de Dios.
  • De igual forma, nuestro Salvador Jesucristo, nos permite tener la autoridad de hacer el mismo proceso de enseñanza y despojo del mal en nosotros.
  • Es importante acabar con la condición de tristeza que poseen muchos creyentes, la mejor forma de efectuarlo es a través de la limpieza del alma para sanar al creyente.
  • Por otro lado, entre las enseñanzas de Jesucristo se habla de la liberación espiritual. Lo que produce en ocasiones que se entienda correctamente los elementos que destacan en el Reino de Dios, puesto este proceso forma parte de un tesoro único efectuado por el amor de Dios.
  • De igual forma, esto permite que se acabe con la pobreza espiritual. Lo que expresa todo aspecto que oprime el espíritu de un creyente, a su vez al alma y por tanto también a nuestro cuerpo.

 NINGÚN CREYENTE NECESITA LIBERACIÓN DE DEMONIOS

Alguno de los errores que se promueven en la actualidad y se abrazan en el seno eclesiástico es el desarrollo de la liberación de los demonios, que se efectúa en los creyentes de la iglesia.

Este proceso es de los más comunes en la actualidad y a su vez dañino. Puesto indica que hasta las personas cristianas de corazón pueden ser víctima de entes demoniacos siendo poseídas por ellos y con necesidad de una liberación. Con este mal concepto se han escrito libros por predicadores que se han hecho famosos a partir de un error.

Es importante saber que en la Biblia se habla de la presencia y actividades del poder de los demonios. En las escrituras se señalan las potestades que operan en el mundo espiritual.

Por otro lado, es importante mencionar que la expulsión de demonios, realmente se efectúa a personas que no son creyentes. Porque aquellos que son creyentes cuentan con el Espíritu de Dios en sus almas.

EL CREYENTE ES POSESIÓN DE DIOS Y ESTÁ HABITADO POR EL ESPÍRITU

Aquellos que son creyentes reciben el sello del Espíritu desde que inician con su conversión. Este sello que poseen los creyentes es una señal de garantía de la salvación que genera un vínculo relacionado a la propiedad de Dios.

El Espíritu Santo prometió a todos los creyentes, posterior al sacrificio de salvación de los pecados hecho por el hijo de  Dios, Jesucristo, que formaría parte de su alma, situación que brindaría protección en relación a la posesión de entes demoniacos. Esto da entender que todo aquel que cree en Dios tiene al Espíritu santo en su interior como señal de su pertenencia al legado del Creador.

Nosotros somos parte de nuestro Señor pues su divina gloria pago un precio por nosotros. La divinidad de Dios fue glorificada en nuestros cuerpos y a su vez en nuestros espíritus. Todas las personas creyentes son entonces propiedades de Dios.

Es por ello que el Espíritu Santo nos habita, pues somos el templo de Dios. Por esta razón es que los demonios no son capaces de habitar el cuerpo de los creyentes, puesto  su cuerpo y alma es posesión de Dios y a su vez de su Espíritu que mora en él.

LUCHA CON EL PECADO

En la lucha por el pecado, la Biblia resalta que no debemos pasar por una liberación sino más bien morir por nuestros pecados. Esto se inicia desde el nuevo nacimiento. Puesto los cristianos se encuentran en un desarrollo en el que las escrituras sagradas lo mencionan como santificación.

Estos procesos que tiene el inicio de la conversión se efectúa por medio del Espíritu Santo. Este sistema nos va haciendo más libres de corrupción y a su vez nos da el poder de ir liberándonos de nuestros pecados. Lo que permite que nos renovemos cada día, asemejándonos más a la imagen terrenal de nuestro Salvador Jesucristo.

Es por ello importante mencionar que dentro del proceso  Dios nos hace responsables de morir y renunciar a todos los pecados que ejecutamos en vida. Por esta razón es que debemos despojarnos del viejo hombre que fuimos en vida y de esta forma vestirnos con el traje del nuevo hombre.

El despojo describe la actitud que deben tener los creyentes en la palabra de nuestro Señor ante el desarrollo y ejecución de los pecados realizados. Es este proceso la reacción que debe poseer el cristiano con relación a los pecados cometidos.

Esto quiere decir que la ejecución de esta acción es la expresión de la oposición que tienen los hijos de Dios en relación a las acciones que ejecuta la maldad en contra de los corazones de los creyentes.

Toda esta actividad es descrita y expresada de muchas maneras en el Nuevo Testamento. Es por ello que se debe entender que es necesario que nos despojemos de todo el peso que se relaciona al pecado que nos asedia en la vida.

A través de este proceso nos despojamos de cualquier hecho relacionado a la maldad. De igual forma, las escrituras indican  que  al morir debemos como creyentes renunciar a toda impiedad y todo deseo mundano.

De igual forma, debemos abstenernos de pasiones carnales y a su vez despojarnos de todo elemento negativo terrenal. Con el objetivo de acabar con todo pecado que se haya ejecutado en la tierra.

¿CÓMO SE RENUNCIA A LOS PECADOS AL MORIR?

Las escrituras son muy claras en relación a este tema de importancia. Puesto este hecho es de los más importantes en relación al proceso de ida hacia el Reino de Dios al  llegar nuestra hora de morir y descender hacia el mundo de los espíritus.

En las escrituras la Biblia nos manda a orar para no  formar parte de procesos negativos. A su vez ser parte de la liberación de la tentación que ejerce el maligno sobre nosotros. (Ver Articulo: El poder de la oración)

Por otro lado, es necesario reconocer nuestros pecados y a su vez humillarnos. Esto permite que nos confesemos y pidamos perdón ante nuestro Padre Celestial. En algunos casos es necesario confesarlo ante nuestros hermanos.

Todo este proceso que se hace para morir tranquilos y libres de pecados requiere de confesión, arrepentimiento y el proceso de perdón por todos los pecados, sean ejecutados en gran medida o en niveles minoritarios.

Como creyente e hijos de Dios, debemos lidiar con los pecados escandalosos al igual que los pecados más comunes y considerados por algunos como respetables.

Además de ello, posterior a la acción de pedir perdón, se necesita pedir el poder para de esta forma morir a nuestras pasiones. De igual forma, se requiere de una constante oración en donde se pida que se  fortalezca con el poder de nuestro Creador. Con el objetivo de contar con las virtudes del nuevo hombre, libre de cualquier pecado cometido.

Por otro lado, se necesita tener presente, que la gracia de Dios y la de nuestro Salvador Jesucristo, no solo se desarrolla en nosotros cuando se ejecuta el perdón de nuestros pecados, pues de igual forma es parte del poder para vivir y desarrollar la gloria de nuestro Señor.

De igual forma, es necesario orar con el objetivo de que el Señor nos dé una mayor visualización de la naturaleza de los pecados que cometemos y a su vez el desarrollo del perdón y la gracia de os evangelios.

Es por ello que de esta forma podemos entender que tan ofensivo es el pecado para Dios. A su vez el proceso permite que Dios abra sus brazos hacia nuestros corazones. Con el objetivo de que se vea lo engañoso, poderoso y destructivo del pecado. Con el propósito de discernir y estimar los valores que se relacionan a nuestra salvación.

RESUMEN

Es por ello que se debe entender que ningún creyente necesita de liberación de demonios. Porque según el Nuevo Testamento los creyentes, somos personas que contamos con Dios en nuestro ser. Es por ello que el Espíritu Santo habita en nuestra alma y a su vez nos ayuda a luchar en contra del pecado.

Además de ello, hay que resaltar que las escrituras sagradas de la Biblia no nos mandan a  liberar sino a morir a nuestros pecados. Por otro lado, es importante destacar los elementos que nos permiten luchar con los pecados, suministrados por Dios. Lo que permite a su vez que no se nos engañe por el maligno y sucumbamos  a través de el al pecado.

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