La superiora de un hospital Recibió un día la visita de un inspector. En aquel convento se cuidaban niños incurables, anormales, epilépticos y atacados de otras enfermedades.
¡Pobres
niños, que muchas veces sufren las consecuencias de las faltas de sus padres!
Ante el
espectáculo de aquellas Santas mujeres, tan amables en medio de tantas
miserias, el Corazón del inspector se había conmovido y dijo:
"Lo que estoy viendo aquí, es difícil de entender. ¿De dónde tienen
ustedes tanto valor, tanta paciencia, tantas fuerzas y tanto heroísmo, para
soportar todo esto y durante tantos años?".
La
superiora invito al visitante a seguirle y subiendo una escalera llegaron a la
capilla.
Abriendo
la puerta, señalo a el SAGRARIO y le dijo:
"ALLÍ ESTA EL QUE NOS ANIMA Y CONFORTA” SI ÉL NO ESTUVIERA AQUÍ,
NOSOTRAS NOS MARCHARÍAMOS, PERO COMO ÉL ESTÁ AQUÍ, TAMBIÉN NOSOTRAS NOS
QUEDAMOS AQUÍ. Y A SI COMO EL NOS AMA, ASÍ CON EL MISMO AMOR, AMAMOS A NUESTRO PRÓJIMO.
¿No
necesitas tú también alguien que te anime y fortalezca en las tentaciones y
dificultades de la vida?
¿No
necesitas a alguien quien te ame y te consuele?
En El SAGRARIO te espera JESÚS
para ayudarte y consolarte.
Él siempre
te espera con los brazos abiertos y con un amor inmenso de Padre.
El
siempre espera, que tú lo ames y no importa cuál grande sea tú pecado.
Recuerda
que JESÚS rechaza al pecado, no al pecador.
El mismo
lo ha dicho: "VENID A MÍ TODOS LOS QUE ESTAIS CANSADOS
Y AFLIGIDOS, QUE YO LOS ALIVIARÉ"
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