«Es evidente que existe una red homosexual dentro
del Vaticano»
Edward Pentin ha
entrevistado al cardenal Walter Brandmüller para el National Catholic Register.
El cardenal alemán lamenta que la cuestión de la homosexualidad no saliera en
el reciente encuentro en Roma para «La Protección de los Menores en la Iglesia»
y cree que el problema es que hay una red homosexual dentro del Vaticano.
(NCR/InfoCatólica) El cardenal Brandmüller, quien
firmó junto al cardenal Burke una carta en
la que instaba a los obispos que iban a asistir a la cumbre del Vaticano para
que defendieran la doctrina moral católica, asegura que está «muy decepcionado» por lo ocurrido durante el
encuentro, pero sigue esperando en la divina providencia.
Su Eminencia, ¿cuál es su reacción ante el encuentro? Algunos se
han quejado de que no se ha discutido apropiadamente sobre las verdaderas
causas, los problemas de los que habla en su carta, tales como la crisis de fe
y la laxitud doctrinal.
Estamos muy
decepcionados.
¿Cree que se ha
evitado deliberadamente el asunto de la homosexualidad?
Absolutamente, y éste es el
silencio que clama ser roto, porque ahí yace el verdadero problema.
¿Cree que en la
cumbre se abordó alguna de sus preocupaciones, la crisis de fe o los problemas
doctrinales?
Hemos dicho todo lo que había
que decir. Todo depende de lo que se haga ahora, pero el silencio sobre la
homosexualidad es un problema real. Hemos escrito nuestra carta como
observadores externos; ni el cardenal Burke ni yo participamos activamente en
el encuentro.
¿Por qué piensa que
no se han abordado cuestiones como la crisis de fe, la defensa de la doctrina
moral, la reforma de los nombramientos de obispos y los mecanismos que
permitieron que ocurriera lo de McCarrick?
Discutir el problema de la
homosexualidad habría sido peligroso para ellos porque es evidente que existe
una red homosexual dentro del Vaticano. Ese es el problema, no hay duda.
El cardenal Blaise Cupich de
Chicago, miembro del comité preparatorio del encuentro, dijo que tales redes de
protección sólo eran una hipótesis que debería ser probada.
¿Cómo se puede
probar eso? Sólo a través de la experiencia personal.
¿Cómo se puede
superar este problema?, ¿cómo se puede ganar esta batalla?
Ellas (las redes de
protección) son parte de la maquinaria, así que ¿cómo puedes no tenerlas en
cuenta? Es un problema terrible.
¿Qué parte del
problema cree que se debe al colapso de la doctrina moral en la Iglesia?
La falta de doctrina moral:
esa es la raíz y es un problema antiguo. A finales de los 60 y principio de los
70 la enseñanza de la moral en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma era
herética.
¿Por qué entonces?
No sé por qué, pero fue la
época de los oradores disidentes: (el padre jesuita Josef) Fuchs, (el padre
Bernard) Häring, y (el padre Charles) Curran. Ellos ofrecían sus enseñanzas,
los chicos escuchaban sus conferencias y empezaban a practicar la
homosexualidad. El North American College fue un centro de homosexualidad en
aquella época.
Y aún así nada de esto es
nuevo, tal como nos recuerda el testimonio de San Pedro Damián.
No se dieron cuenta de que la
cumbre empezaba el día de su fiesta.
¿Cómo se puede
romper esta conspiración de silencio?
Ese es su trabajo como
periodistas.
Pero, ¿qué se puede
hacer cuando aún exponiendo estos escándalos, raramente se producen
consecuencias concretas o se toman medidas punitivas o hay cualquier tipo de
sanción o se piden responsabilidades?
Seguir. Es la única
alternativa. Sólo puedo decir que hay que seguir. Ser fuerte, decidido y claro.
¿Qué piensa de la
"protesta silenciosa" justo antes de empezar la cumbre, pidiendo que
se rompa la barrera de silencio sobre la doctrina moral que existe entre los
dirigentes de la Iglesia?
Todo el mundo está autorizado
a expresar su opinión, y esta fue una buena protesta. Vivimos con esperanza y
con la confianza puesta en la Divina Providencia.
Traducido
para Infocatólica por Ana María Rodríguez
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