Allen Hooreh, educado sin religión,
pensaba que Dios existía, pero ¿cómo tratarle?
Allen Hooreh, con su rosario - de origen iraní,
pero sin religión de niño, exploró el mundo de la meditación... y luego el
cristianismo.
Allen
Hooreh va a ser bautizado católico esta Pascua en Potomac, Maryland. Viene de un trasfondo espiritual peculiar.
Nació en Irán en 1982 y fue educado sin ninguna religión por su madre,
una iraní simpatizante del comunismo que huyó de su país cuando se supo que
colaboraba con una organización crítica con el gobierno.
Al crecer
en Estados Unidos, Allen se hacía preguntas espirituales, y ya de adulto joven
visitó algunas iglesias, pero de forma muy superficial. Se decía a sí mismo que
"no practican lo que predican".
LA
NATURALEZA Y SUS LEYES HACEN PENSAR EN DIOS
Lo que
Allen Hooreh sí asumió pronto al reflexionar sobre estos temas es que Dios
tenía que existir. La complejidad del mundo físico y sus leyes, y la belleza
que subyace detrás, le hacían pensar en una mente que diseña.
"Todo encaja de forma
increíblemente armoniosa", comenta. Una rosa, por ejemplo, al
mirarla le hacía pensar que "está
diseñada de una forma tan intrincada, a todos los niveles, que Dios ha de
existir".
MEDITACIÓN
BUDISTA: MULTITUD DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Allen ha
explicado, entrevistado en el Catholic Standard,
que empezó a practicar la meditación
budista para mejorar interiormente. Meditar desde esta tradición
implicaba ser cada vez más consciente de los propios pensamientos. Él intentaba
desechar los pensamientos "negativos" y
centrarse en los positivos. El problema es que enseguida se dio cuenta de que un 90% de sus pensamientos eran negativos.
Filtrarlos y centrarse en lo positivo era un trabajo agotador.
Mas aún,
analizando esos pensamientos negativos insistentes, "empecé
a darme cuenta de que había un nivel creciente de complejidad". ¿De dónde salía toda esa complejidad maligna?
Entendió
que detrás había una mente. Y no era la suya. "Creí en el demonio antes de creer en la
divinidad de Cristo", explica Allen.
LOS
TRUCOS ESPIRITUALES DEL DEMONIO... Y LA VOZ BUENA
Siguió
meditando y observando sus pensamientos. Observó que en su interior había
también una "voz buena", que "nunca discutía, simplemente me decía lo que yo
debía hacer". Y a la vez era cada vez más consciente de los trucos
espirituales del demonio en sus pensamientos.
Comentó
estas cosas con Robert, un buen amigo de muchos años que era católico. Robert
le preguntó: "¿Qué cosas te vienen a la cabeza
cuando piensas en la Iglesia Católica?" Allen le dio una lista de
cosas, todas ellas negativas. Su amigo le planteó una posibilidad: "tú dices
que reconoces los trucos del demonio, pero ¿no te preguntas cómo es que de la
Iglesia Católica sólo se te ocurren cosas malas?"
Allen
reflexionó un momento. ¿Le interesaba al demonio
denigrar a "un rival"? ¿Estaba el demonio interesado en alejarle a
toda costa de lo católico? A estas alturas Allen tenía claro que él era
enemigo del demonio... y pensó que podía darle una oportunidad a la Iglesia si
también ella lo era.
Su amigo
Robert se dedicó a llamar por teléfono a varias parroquias buscando alguna que
pudiera responder a las preguntas filosóficas de su amigo. No servía
cualquiera. Finalmente, se decidieron por la parroquia de Nuestra Señora de
Misericordia (Our Lady of Mercy).
EL
CRISTIANISMO IMPLICA AMAR Y REZAR A CRISTO
Allen se
apuntó en la parroquia al Curso de Iniciación Cristiana para Adultos. Se dio
cuenta de que si iba a hacerse cristiano, eso implicaba rezar a Jesús.
Él
siempre había creído en Dios, pero se relacionaba con él como un deportista con
su entrenador: había cierta docilidad, pero no entrega total. Ni amor.
Él sabía
distinguir entre una fórmula rutinaria o superficial y una oración profunda, de
corazón. Se sentó a rezar un rato, profundizó y pudo, explica, rezarle a Jesús "con todo el corazón". Los cristianos hablaban mucho de una relación de amor con
Dios: de poder ofrecer amor a Dios, a Cristo, y recibirlo de Él. A
Allen, que creció sin padre, eso le resultaba problemático. ¿Bloquearía eso su relación con Dios?
"Le dije 'espero que
seas real'", recuerda. "Por favor, abre mi corazón. Muéstrame lo que es dar y recibir amor".
La noche pascual suele ser el momento del año litúrgico en que más
personas adultas reciben el bautismo.
TRANSFORMACIÓN
INTERIOR
En ese
momento, no pareció pasar nada. Pero al día siguiente, notó que muchas cosas
estaban cambiando. Ahora ya casi no le costaba poder apartar los pensamientos
negativos, "como si alguien los contuviera por
mí".
Allen
rezó en una segunda ocasión. Se ofreció a entregarse a sí mismo a Dios, a
someterse. Sintió que Jesús le
preguntaba: "¿Te sometes plenamente?" Allen
respondió: "No sé, da miedo". Pero sentía que Jesús lo estaba invitando a
confiar en Él. Y le dijo: "Señor, vacío mi
copa, por favor llénala tú".
Al día
siguiente, conducía su coche y pasó de largo junto a una señora que tenía el
coche detenido con una rueda pinchada. Su mente se llenó de excusas para no
ayudarla, pero al final volvió por donde venía y se detuvo a cambiarle la rueda
a la mujer. "Me sentí muy feliz, y podía sentir que también el Espíritu Santo estaba
feliz en mí".
Entendió
que igual que la señora necesitaba que alguien la ayudara, él también
necesitaba la ayuda de Cristo. "Ahora que
acepto Su ayuda, siento la alegría del Espíritu Santo".
EL
PASAJE DE LA BIBLIA QUE LE HIZO LLORAR
Empezó a
leer el Evangelio de forma orante y encontró un fragmento que le hizo llorar "más fuerte de lo que nunca había llorado":
"Como yo os he amado, amaos también vosotros unos a otros". Esas
palabras eran muy poderosas porque ahora él había sentido ese amor.
¿Y en qué quedaba lo que conocía del budismo y la meditación como
técnica? "Es la mentira humana fundamental, orgullosa: que podemos ser
como Dios". Ahora,
dice, sabe que "sólo mediante Cristo puedes
salvarte, y es algo sobrenatural, no es natural".
Descubrió
que durante este proceso su amigo
Robert había estado encargando misas por él durante un mes. La madre de
Robert será su madrina de bautizo en la Pascua de 2019.
Pero
algunos pueden preguntarse ¿tiene sentido hacerse
católico en estos años en que muchos perciben la Iglesia como débil y herida
por escándalos y confusiones? Allen Hooreh responde: "Es particularmente ahora que pienso que la Iglesia
necesita gente que entre con amor por Cristo y amor por la Iglesia. No es momento de dejar la Iglesia. Es
momento de ser una fuerza para el bien. Si puedo ser una herramienta
para hacer que el reino terrenal refleje más al Reino de los Cielos, eso es lo
que quiero hacer".
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