Todos
queremos vivir para siempre en un lugar idílico donde nada nos perturbe. Y
sabemos que la Tierra no puede ser ese lugar, porque ¿cómo eliminar los
conflictos, las enfermedades, la muerte…?
Jesucristo vino a decirnos que ese lugar idílico
existe y a darnos las indicaciones para llegar a él, en su calidad de único
Dios.
Nos dejó
indicado que se logra llegar allí por
el amor y el cumplimiento de los 10 mandamientos.
Pero además nos dejó una hoja de ruta de las zonas
por las que debemos pasar hasta llegar al cielo.
Y a esto no
referiremos en este artículo.
LA
VIDA DEL HOMBRE CONSTA DE TRES PERÍODOS
El primer período es desde que se nace hasta que se
muere en la Tierra.
El segundo período es desde que se muere hasta que
el alma resucita, no el cuerpo.
Y el tercer período es la vida eterna, que es la
resucitación del cuerpo, que se une al alma en el último día, según Jesucristo.
Cuando el ser humano muere en la Tierra su alma permanece viva porque sólo es su cuerpo el
que muere, y debido a esto el alma lo abandona. Su cuerpo se vuelve polvo y así permanece hasta el último día de la
historia de la Tierra. Y ese día
se levantará
como un cuerpo inmortal, lo que llamamos el cuerpo glorioso;
unidos alma y cuerpo. De modo que el cuerpo
y el alma permanecen separados hasta la resurrección general, en la
segunda venida de Jesucristo. Este es un proceso de única vez, que no contempla el reciclaje sucesivo en
diversos cuerpos, como sostienen los que creen en la reencarnación.
De modo que la siguiente etapa a los hombres que peregrinan en la Tierra es la
intermedia, o sea la vida del alma
independientemente del cuerpo, hasta que venga Jesucristo por segunda
vez y se realice el juicio final. En ese momento cuerpos y almas unidos serán asignados definitivamente para alguno de los
dos lugares que menciona la Biblia. Uno es el paraíso al lado de Dios y otro es
la condenación eterna o sea el infierno. El purgatorio es una parada
intermedia, momentánea, hasta llegar al paraíso, porque quienes paran allí
para purificarse ya están Salvados. Es
necesario purificarse debido a que en el cielo entra sólo lo puro. Hay personas que no han cometido pecados tan
graves como para ir al infierno, pero que tienen sus manchas que deben
lavar. Por lo tanto el purgatorio es un
gran gesto de misericordia de Dios, porque si no existiera quizás serían
poquísimos los que se salvaran. Este es el esquema general ahora veámoslo por
partes.
QUÉ
PASA CON NUESTROS CUERPOS CUANDO MORIMOS
Dios nos dotó de un cuerpo físico y un alma
incorpórea que a veces también se llama espíritu.
Nosotros
experimentamos que el cuerpo físico
está sujeto a la corrupción y a la degradación de los materiales, por lo
tanto tiene su vida útil y muere. Pero el
alma espiritual es inmortal, su material no es perecedero, y se separa
del cuerpo al morir. Y luego se reunirá
con el cuerpo que una vez tuvimos en la resurrección final, como dice el
Catecismo de la Iglesia Católica numeral 366. Sin embargo en el momento de la muerte el hombre es
juzgado en lo que se llama el juicio
particular. Y allí el alma es asignada a uno de estos tres
lugares o estados pasajeros en espera del juicio final: el cielo, el purgatorio o el infierno. Es ahí donde se juega el
destino eterno del hombre, según el Catecismo de la Iglesia Católica numeral
1022, porque la sentencia no variará en
el juicio final, salvo que desaparecerá el purgatorio. La unión del
cuerpo con el alma sucederá en el preciso momento antes del juicio final,
cuando Cristo regrese por segunda vez. En ese día del juicio final todo saldrá a luz ante la presencia de
Jesucristo. Se verán las consecuencias de todo lo que hizo la persona en
la vida terrenal y también lo que debió haber hecho y no hizo. Ese juicio final
es la revelación última de la justicia
de Dios y puede leerse en el Catecismo de la Iglesia Católica numerales
1039 y 1040.
EL
DESTINO ETERNO ES PRIMERO UN LUGAR O ESTADO ESPIRITUAL
La primera consecuencia de este proceso es que la
semilla de la eternidad comienza inmediatamente luego de la muerte física.
Es allí
donde se decide el destino eterno, porque no hay una segunda oportunidad para hacer méritos.
Pero el entendimiento del momento de la muerte
puede variar según el hombre y según Dios.
Una
evidencia es la que relata el Santo
Cura de Ars. Una señora le preguntó si el esposo ya estaba en el
infierno, porque se había suicidado tirándose desde un puente. Y el Santo Cura
le respondió que entre el puente y el agua está la misericordia de Dios. También
se pueden mencionar las evidencias de experiencias
cercanas a la muerte, donde las personas muertas llegan a un
lugar que sería como una sala de espera. Y allí Jesucristo mismo o unos Ángeles les comunican que todavía no es su hora
y que tienen que regresar a la Tierra con una misión; y entonces resucitan su
cuerpo en la Tierra. También se han dado casos de personas que dicen que han
discutido con Jesucristo o con los ángeles sobre si deben quedarse o volver a
la Tierra. Esto significa que la oportunidad terrena de los hombres para hacer
méritos para llegar al cielo termina cuando Dios decide que la vida terrena definitivamente
cesó, y no cuando los médicos dicen que
el cuerpo esta clínicamente muerto. Cuando Dios decide que es el momento de la cesación de la vida terrena,
el alma es asignada a uno de los tres estados espirituales que son el paraíso,
el purgatorio o el infierno. Del
purgatorio se puede pasar al paraíso, pero es el único movimiento
posible del alma. El paraíso y el infierno serán lugares físicos realmente
luego del juicio final, como se menciona en Job 19:26. La razón de por qué el alma se separa del cuerpo y recién se une
en el juicio final es un gran misterio. Pero debemos admitir que el hogar de Dios, y donde pasaremos la
eternidad con Él, es perfecto. Y por lo tanto todo lo que esté ahí debe ser perfecto. Dios no tolera ninguna mácula de pecado en su hogar, o sea el
cielo.
¿Y
PORQUE NUESTROS CUERPOS SON IMPERFECTOS?
Nuestros
primeros padres, Adán y Eva, no parecen
haber tenido cuerpos imperfectos porque vivían en armonía con Dios y
conversaban con Él en el paraíso.
Pero el pecado original afectó el cuerpo humano a
nivel de su ADN, porque cada molécula fue impactada.
Por lo tanto
el alma debe desprenderse del cuerpo
para limpiarse del pecado (Hebreos 9: 22). El sacrificio de Jesús en la cruz y su obra en nuestra alma, a través del
Espíritu Santo, ha purificado el alma y la ha hecho susceptible de
perfección. Por lo tanto el alma sí
puede ser salvada en su estado actual. Pero llegará un momento en que
misteriosamente el cuerpo y el alma se unirán y por tanto el cuerpo debe ser perfecto en ese momento. Serán
cuerpos santos que serán aceptables
para el cielo. En el momento del juicio final todos asumiremos un cuerpo
y es con ese cuerpo que viviremos la eternidad. No sabemos exactamente como será ese cuerpo, pero tenemos algunas
evidencias con la resurrección de Jesús. Los discípulos no lo reconocieron físicamente de primera, pero
luego sí, de modo que el cuerpo glorioso no será idéntico pero sí reconocible. El primer destino espiritual
de la vida eterna es el que preocupa a los seres humanos en la Tierra.
¿CÓMO
FUNCIONARÁN LAS ALMAS SEPARADAS DEL CUERPO?
El alma separada del cuerpo conserva todos los
conocimientos intelectuales adquiridos anteriormente durante su vida en este
mundo.
Se ve y se conoce a sí misma de modo perfecto. Hay un conocimiento de alegría
rebosante para las almas justas. Conocen
perfectamente a las demás almas separadas, lo que le era prohibido
cuando estaban unidas a su cuerpo. Todo por conocimiento natural. Conocen también a los ángeles, no por
conocerlos por alguna especie inteligible abstracta, pues ellos son superiores
(más “simples”). El conocimiento que el alma
tiene de los ángeles le viene del conocimiento de semejanzas impresas en el
alma por Dios, accesibles a las almas separadas. En virtud de las especies
inteligibles infundidas por Dios, las almas separadas tienen un conocimiento natural de todas las cosas naturales, aunque
imperfecto y general. Esto trae un aumento enorme de lo que se podría
llamar de los recursos naturales del alma separada. El alma separada puede conocer un enorme número de cosas, en
virtud de estas mismas especies naturales infundidas por Dios. No todas, sino
aquellas con las cuales haya un determinado relacionamiento. Ya sea por tener
de ellas un conocimiento anterior (ciencia), por afectos (amigo, pariente), o
ya sea por inclinación natural (semejanza de vocación) etc. Todo el conjunto de
estos conocimientos proporciona al alma separada, además de las ideas
infundidas por Dios, una altísima idea
de Dios como autor del orden natural. Porque gran número de perfecciones
divinas se reflejan en la propia substancia de las almas separadas, más allá de
las demás cosas que conoce naturalmente por infusión divina. ¿Y cómo se comportarán las almas separadas del cuerpo?
¿QUE
HARÁN LAS ALMAS EN EL CIELO?
Tenemos dos
fuentes para conocer esto. Unas son las experiencias
cercanas a la muerte y otras son los relatos de visiones de santos. Sin
embargo muchas de estas últimas visiones han sido sobre el purgatorio, como las
de Santa Catalina de Génova, Santa Brígida, etc. Según San Pablo el cielo es un
lugar que no se puede pensar con la finitud de nuestra mente, por eso dice que ni ojo vio, ni oído escuchó (1
Corintios 2: 9). Y en Mateo 22: 30 se pone en la boca de Jesús que los que serán salvos serán como ángeles de
Dios en el cielo. En la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino se dice
que el alma sin cuerpo en el cielo tendrá: “Mayor libertad de inteligencia, ya que
el peso y el cuidado del cuerpo son mayores atascos sobre la claridad de su
inteligencia en la vida presente”.
Esto nos permite comprender que habrá una mayor
libertad de movimiento y comprensión de parte del alma, porque el conocimiento
derivará directamente de Jesús, en lo que se denomina conocimiento infuso.
Esto es
diametralmente opuesto a lo que algunos opinan de una especie de dormicion del
alma hasta el juicio final. Por el contrario, los salvados en el cielo están bien conscientes y despiertos, más que
antes. ¿Y estas almas qué conexión tienen
con la Tierra? ¿La pierden o saben lo que está sucediendo allí?
¿LAS
ALMAS SEPARADAS CONOCEN LO QUE PASA EN LA TIERRA?
¿Pueden las almas separadas del cuerpo conocer lo
que pasa en la tierra?
Santo Tomás comienza, a priori, negando esta hipótesis. Cita a
San Gregorio: “Los muertos no saben cómo está organizada la
vida de aquellos que, después de ellos, viven en la carne; la vida del
espíritu es muy diferente de la vida de la carne. Así como las cosas corpóreas
y las incorpóreas difieren en género, también se distinguen por el
conocimiento“.
En
lo referente a los bienaventurados, sin embargo, San Gregorio dice que: “No se debe pensar la misma cosa respecto al alma
de los santos. Para aquellas que ven
por dentro la claridad de Dios todopoderoso, no se debe absolutamente creer que
reste fuera alguna cosa que ignoren”.
Santo Tomás por tanto acaba concluyendo que:
“Parece más probable que las almas de los santos,
que ven a Dios, conozcan todo lo que aquí sucede”.
Él enuncia
tres observaciones que abonan su argumento. Los muertos pueden preocuparse de las cosas del mundo, aunque las ignoren
concretamente. De la misma manera que cuando rezamos por el alma de un
fallecido, sin saber si está efectivamente en el purgatorio o no. Pueden tomar conocimiento de las cosas de
este mundo por informaciones que les lleguen, sea por los ángeles, sea
por los demonios o aún por revelación divina, especialmente referido a algún
hecho al respecto de conocidos y familiares. Y por especial permiso divino pueden obtener conocimiento de otras almas,
directamente o por medio de ángeles. A esto podemos agregar las apariciones o manifestaciones que tienen en
la Tierra por un permiso especial, en las que muchas veces ellas
informan que ya están en el cielo. Es más, algunas almas vienen específicamente
a informar a los parientes que ya están
en el cielo y que deben dejar de preocuparse.
Fuentes:
- https://www.catholic.com/qa/what-happens-to-our-bodies-immediately-after-we-die
- https://calvaryga.com/why-does-our-soul-separate-from-the-body-when-we-die/
- https://www.christiancourier.com/articles/1535-what-happens-to-a-person-at-death
- https://www.thecatholicthing.org/2013/06/13/what-will-we-do-in-heaven/
- http://www.dividedbytruth.org/BTP/hbatqah/hbatqah_chap6.htm
- https://www.blueletterbible.org/faq/don_stewart/don_stewart_126.cfm
Sergio Fernández
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