La
Biblia se desarrolla en una serie de profecías inspiradas por Dios. Algunos
libros son manifiestamente más proféticos, como el libro del Apocalipsis. Y en
estos 2000 años quizás haya sido el texto que ha suscitado más interpretaciones
y visiones místicas. Una de las interpretaciones de más alcance es la del
Venerable Bartolomé Holzhauser.
Quien fue un sacerdote alemán y fundador de órdenes, del siglo XVI.
Holzhauser ve en el Apocalipsis un plan de Dios
para el desarrollo de la historia del mundo y de la Iglesia, que pasa por 7
épocas.
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Actualmente estamos transitando la 5ª época, y en la 7ª será la 2ª venida de Jesucristo y el juicio final.
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Actualmente estamos transitando la 5ª época, y en la 7ª será la 2ª venida de Jesucristo y el juicio final.
¿Qué
nos deparará el futuro escrito por Dios según Holzhauser? Veámoslo en detalle.
QUIÉN
FUE BARTOLOMÉ HOLZHAUSER
El Venerable
Bartolomé Holzhauser (1613-1658) nació
en el pequeño pueblo de Laugna, en el sur de Alemania. Como sacerdote se
desempeñó en el valle del Tirol, en la diócesis
de Maguncia, y como cura en Bingen en el Rin, permaneciendo allí hasta
su muerte en el 20 Mayo de 1658, antes de cumplir los 45 años. Desde muy
temprana edad experimentó dones
proféticos. Tuvo diez visiones
inspirado en el Apocalipsis. Y explicó las 7 eras de la Iglesia basado en las 7
iglesias que San Juan menciona en los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis. Holzhauser
escribió su interpretación del Apocalipsis cuando se encontraba en el Tirol, en medio de grandes pruebas, bajo ayuno y en
oración por días enteros.
De acuerdo con sus conclusiones, las siete iglesias
del Apocalipsis caracterizan a siete épocas históricas que conforman
la historia de la Iglesia hasta el fin del mundo.
A esas
épocas corresponden las siete iglesias de Asia Menor del Apocalipsis en los Capítulos 2 y 3, a
las que se dirige la palabra del Señor en la visión de San Juan. Y es un correlato de los siete días de la creación y
los siete dones de la Espíritu Santo. Aunque estas siete iglesias
reflejan una variedad de significados, cada una también refleja un período de años, desarrollándose en un
orden cronológico de la historia de la Iglesia hasta su terminación.
La época actual hasta los días del Juicio Final
comprendería el período de la manifestación de la quinta, sexta y séptima
iglesias del Apocalipsis.
Este
Comentario, escrito en latín permaneció manuscrito durante un siglo y medio, fue impreso por primera vez en Bamberg y en
Wurzburg en el año 1784.
RESUMEN
DE LAS 7 ÉPOCAS DE LA IGLESIA
Veamos un resumen de las 7 épocas en que Holzhauser divide la historia y que asocia a la imagen de cada
una de las Iglesias que menciona San Juan en los capítulos 2 y 3 del
Apocalipsis.
PRIMERA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (ÉFESO)
Desde la Primera Venida de Cristo y los Apóstoles, al Papa Linus y al
Emperador Nerón,
aproximadamente de los años 4 aC – 79 dC. Comprende el período transcurrido desde la predicación de nuestro Señor
Jesucristo y sus apóstoles, hasta el martirio de San Pedro y San Pablo bajo
Nerón.
SEGUNDA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (ESMIRNA)
Los Días de la Persecución, aproximadamente entre los años 79 – 337 dC. Son las persecuciones que duraron
hasta Constantino.
TERCERA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (PÉRGAMO)
Desde el
Papa Silvestre al Papa León III, aproximadamente entre los años 337 – 800 dC. Se extiende hasta Carlomagno.
CUARTA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (TIATIRA)
Se extiende
desde el Papa León III a León X, aproximadamente entre los años 795 – 1520 dC. Data
del restablecimiento del imperio occidental en tiempos de Carlomagno, y termina
con la época de Carlos V y León X; es
el momento de “paz” .
QUINTA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (SARDES)
Desde el
Papa León X a un gobernante fuerte y un Santo Papa.
Comienza con el nacimiento del protestantismo, y en
la que todavía vivimos, es el estado de “Tribulación”.
Esta es la
actual era de la Iglesia que aparentemente
está llegando a su a su fin. En esta época María revela los 10 secretos
(eventos) para desplegar e incluye la Purificación y la Iluminación de las
Conciencias. Al final, un gran monarca
católico (gobernante fuerte) se levanta.
SEXTA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (FILADELFIA)
Es el tiempo de la “Consolación” que comienza con
el Papa Santo y el Emperador Poderoso, y termina con el nacimiento del
Anticristo.
Después de
los 10 secretos que se desplegaron, María habla de un “cierto período de paz” en la
tierra. Será el Reino del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de
María. Holzhauser dice que todas las
naciones estarán unidas en la fe católica. Bajo la protección del gran
monarca y sus sucesores se mostrará un
gran celo por la verdadera Iglesia.
SÉPTIMA
ÉPOCA DE LA IGLESIA (LAODICEA)
Desde el nacimiento del Anticristo hasta el fin del
mundo.
Aquí los Dos
Testigos, Elías y Enoc serán enviados a la tierra. Estará la Venida de Cristo entre las nubes. Luego viene el Juicio Final. Veamos ahora en
particular las épocas quinta a séptima.
ÉPOCA
DE LA QUINTA IGLESIA – SARDES
Es la época
actual extendiéndose desde el
advenimiento del protestantismo hasta la futura derrota del imperio del mal,
pero no la derrota final.
Dice
Holzhauser: “Es un estado de problemas, desolación, humillación y pobreza
para la iglesia.
Podemos, con razón, llamarla un estado de
purificación, en el cual el Señor Jesucristo ha tamizado Su trigo.
Y
lo tamizará por guerras, por
sediciones, por hambrunas, por epidemias y otros flagelos. Por la tribulación y
la pobreza que sufrirá en la Iglesia latina, por medio de herejes y malos
cristianos, que le quitarán la mayor parte de sus obispados e
innumerables monasterios, especialmente los más ricos”.
Es una época
de calamidades, tanto en el campo
espiritual como en el temporal. Europa es devastada por sangrientas
guerras de religión, los católicos son
oprimidos por herejes y malos cristianos. Pero la herejía es combatida
en discusiones, escritos y por la fuerza de las armas.
Y Dios manifiesta de modo admirable su asistencia
especial a la Iglesia en esa época de pruebas.
Oponiendo a Lutero y a su funesta herejía por diversos santos. Convocando, por inspiración del Espíritu Santo, el Concilio de Trento,
para esclarecer los dogmas de la Fe y restablecer la disciplina eclesiástica,
sobre todo el celibato. Concediendo a la Iglesia, en otras partes del mundo,
tantos fieles como los que ella perdía
en Europa, por medio de la evangelización de los pueblos de América, Asia,
India, China, Japón y últimamente África. Suscitando soberanos celosos,
entre los cuales el más notable fue el Emperador Fernando II (1619 a 1637)
Pero eso no será suficiente para para impedir el
progreso del mal en esa época.
Al final de la misma el demonio gozará de una libertad casi absoluta y
universal, y una gran tribulación devastará la tierra. Es lo que estaríamos
viendo ahora.
Los pocos servidores fieles se conservarán puros en
medio del mundo y serán despreciados y repelidos.
Sólo una transformación asustadora e inimaginable, hecha por la mano de
Dios, podrá
poner fin a esa época de tribulaciones.
“Un
gran lamento vendrá sobre toda la humanidad y sólo un pequeño lote sobrevivirá a la tormenta, pestilencia y horror” dice Holzhauser.
Al final de
esta quinta era de la Iglesia, la
humanidad no tendrá otra opción que volver a vivir directamente de la tierra.
“Estas
cosas sucederán por el justo juicio de
Dios, a causa de la masa acumulada de nuestras iniquidades, de la cual
nuestros padres y nosotros mismos hemos llenado la medida, en el momento en que
la misericordia del Dios Todopoderoso nos suplicaba penitencia. El quinto día de la creación, Dios
produjo en la tierra pájaros, peces y las bestias del campo. Pero en esta época
los hombres se entregarán a sí mismos a la
vida licenciosa, y a la lujuria”, dice Holzhauser.
En este
lamentable estado de la iglesia, las
leyes divinas no tienen fuerza. Las doctrinas y preceptos de la iglesia son despreciados. La disciplina no es mejor observada por los
sacerdotes. Cada uno, como las bestias del campo, cree lo que quiere y hace lo que quiere. Pero sin embargo
significa el comienzo de la belleza, pues las calamidades de este período serán el comienzo de un tiempo mejor.
“La
Divina Providencia ha ordenado sabiamente que la iglesia que Él hará durar
hasta el fin del mundo, debería beber
las aguas de la tribulación, como el jardinero riega su jardín en el tiempo de
la sequía”.
Sin embargo, como estas diferentes épocas no están
separadas una de la otra por compartimientos estancos, el cierre de la quinta
época estará marcada por grandes conquistas de la iglesia.
ÉPOCA
DE LA SEXTA IGLESIA – FILADELFIA
También llamada de época de “consuelo” de la
Iglesia, se extenderá desde el advenimiento del Gran Monarca y del Pontífice
Santo, hasta la toma del poder por el Anticristo.
Esta será
una época en la cual Dios consolará a
Su iglesia después de las muchas mortificaciones y aflicciones que había
soportado en el quinto período. Porque todas las naciones serán llevadas a la unidad de la verdadera fe católica.
La sexta época de la Iglesia es un tiempo de
auténtico Período de Paz, de la que María habla en Fátima.
Los primeros
Padres de la Iglesia, los Doctores de la Iglesia, el Venerable Holzhauser y
otros santos hablan también de esta era de la Paz.
“Con respecto a la perfección, este período
corresponde al sexto día de la creación, en la cual Dios creó al hombre
según su propia imagen y le sometió, como señor de la creación, a todas las
criaturas de la tierra. Así será el hombre ahora una imagen verdadera de Dios,
(en justicia y santidad), y el fuerte Monarca gobernará sobre todas las
naciones”.
Cuando mayor sea la presión ejercida por los infieles contra los
cristianos, al final
de la quinta época, Dios suscitará un gran monarca que, por sus virtudes, por
la fuerza de las armas y por el apoyo que recibirá de Dios, derrotará el
imperio del mal y extirpará las herejías.
El Gran Monarca será grande por sus victorias y
sólidamente establecido en el trono de su imperio.
Reinará por muchos años y humillará los herejes.
Nacerá en el seno de la Iglesia
Católica y será enviado especialmente por Dios, según los decretos de la
Providencia Divina, que lo habrá escogido para el consuelo y la exaltación de
la Iglesia latina en medio de la aflicción y la humillación. Su reinado se
constituirá con el más sólido apoyo a
la Iglesia Católica y continuará hasta la aparición nuevamente de la
apostasía y del Anticristo.
“El Gran Monarca del mundo creará nuevas leyes
para la nueva humanidad y hará que comience una nueva era, en la cual habrá un solo rebaño y un solo Pastor, y la
paz será de larga, larga duración, para la gloria de Dios en el cielo y en la
tierra…”
También suscitará un Santo Pontífice, que va a
estimular, alentar y auxiliar al Gran Monarca en la lucha para exterminar el
imperio del mal.
Este Pontífice formará un gran ejército con los estados cristianos y sus aliados, para lo cual nombrará un gran
general que irá con sus tropas en auxilio del Gran Monarca. Junto con los infieles serán exterminados
también los herejes, por el poder que Dios le concedió. Por el poder del
Gran Monarca y por la autoridad del Santo Pontífice será entonces convocado un concilio general, que será el
más grande y el más célebre de todos. La Iglesia debe sufrir amarguras, tribulaciones y dificultades para
la ejecución de ese concilio. Pero los malvados no prevalecerán y ella predicará la Fe católica a todas las
naciones, incluso a las paganas y a aquellas que se habían separado por
el cisma o por la herejía. El espíritu
de sabiduría reinará en las ciencias – sacras y profanas – y en la
interpretación de las Escrituras. El
ateísmo, las herejías y las falsas doctrinas caerán en descrédito. La Iglesia
Católica será elevada al apogeo de su gloria temporal y no habrá
controversias ni discusiones para saber cuál es la verdadera Iglesia, como
existe actualmente en la quinta época. Los
hombres temerán al Señor su Dios, guardarán sus mandamientos y lo
servirán de todo su corazón. Las
Escrituras serán entendidas de una manera uniforme, sin contradicción y error,
de modo que todos se maravillarán de haber malinterpretado tanto el sentido
claro de escritura santa. Las ciencias
serán multiplicadas y completadas, y los hombres recibirán una
iluminación extraordinaria en el conocimiento natural, así como en el
conocimiento divino.
Pero al final de esa sexta edad la caridad se va a
enfriar, los pecados se multiplicarán y, poco a poco, se formará una generación
perversa e infiel.
Los justos, los santos, los buenos prelados y pastores serán llevados
por Dios, en gran
número, por muerte natural. En su lugar
vendrán hombres tibios y carnales, que sólo cuidarán de sí mismos. Este
estado de espíritu de la población en general es el que marcará el paso gradual de la sexta a la séptima y última época de la
Iglesia.
ÉPOCA
DE LA SÉPTIMA IGLESIA – LAODICEA
Se extiende desde la aparición del Anticristo hasta el fin del mundo y
el Juicio Final.
Su tiempo de duración será corto en comparación con
las otras épocas.
Será una
época de desolación y de defección
total de la Fe: la abominación de la desolación. En el comienzo,
mientras el Anticristo no esté todavía en el poder, será una continuación del
estado de espíritu observado al final de la sexta época: pérdida del amor de Dios y de la Fe, reinos
perturbados por agitaciones y divididos entre sí, raza de hombres egoístas,
indolentes y tibios. Entonces nuestro Señor Jesucristo comenzará a
vomitar la Iglesia de su boca y permitirá
que satanás y el anticristo extiendan su poder a todo, incluso dentro de la
propia Iglesia. Será el resultado de la tibieza del período de decadencia de la sexta época.
Por permiso de Dios, el hijo de perdición
[anticristo] tendrá con el demonio una completa unión de posesión desde el
momento de su concepción, aún en el seno de su madre.
El
anticristo con la ayuda del demonio, va a restaurar el antiguo poder y extensión
del imperio del mal, derrotando a los
cristianos y sometiéndolos a su poder tiránico y despótico. Él se presentará
como siendo Cristo, el Mesías prometido venido en la tierra, acusando a
nuestro Señor Jesucristo de haber sido un impostor. Su poder sobre pueblos y naciones será el más grande que jamás ha
habido en la historia, y su persecución la más cruel. Su reino será el de la lujuria, la concupiscencia y la crueldad.
En su tarea de perseguir a los cristianos el
anticristo será auxiliado por el falso profeta y antipapa.
Que será un cristiano apóstata que, apoyado por los
judíos, invadirá los Estados de la Iglesia y matará al Papa legítimo, quedando
en su lugar. Este antipapa va a
inducir a todos los cristianos a adorar al anticristo y su imagen, y también
recibirá poderes del demonio para hacer cosas prodigiosas, persiguiendo
cruelmente a los que persistan en la verdadera Fe. La apostasía será generalizada, a excepción de los pocos elegidos, a los
que nada más restará que la gloria del martirio. Pues cualquier lucha armada contra las fuerzas del
anticristo será inútil, e incluso desaconsejada por Nuestro Señor
Jesucristo. La gran mayoría de los
mártires de esa época será constituida por eclesiásticos de diversos
órdenes de la jerarquía: obispos, predicadores, pastores, doctores, sacerdotes
en general, y también por gran número de laicos.
En esa época Elías y Enoc serán enviados como
testigos de Dios contra el anticristo.
Ellos predicarán y harán grandes prodigios, en nombre de Nuestro Señor
Jesucristo, contra las
imposturas y los falsos milagros del anticristo. Y pasada la época de su
predicación el anticristo los matará. Sus
cuerpos quedarán expuestos en plazas públicas de Jerusalén, que en esa
época será una ciudad grande, rica y poderosa, hacia donde afluirán hombres de
todos los pueblos. Junto a los cuerpos de Elías y Enoc quedarán cuerpos de
muchos otros mártires, especialmente sacerdotes y doctores. Habrá gran regocijo de los impíos durante las
tres semanas y media en que los cuerpos quedarán expuestos. Será el
tiempo de goce del anticristo por su
victoria y él se hará adorar como dios en lo alto del Monte de los Olivos.
Después de estos días, Dios resucitará
Elías y Enoc y los elevará al cielo en cuerpo y alma a la vista de todos. El
anticristo, enojado, intentará vengarse haciéndose elevar en los aires por el
poder del demonio. Pero será
precipitado vivo en el infierno, entrando por una abertura en la tierra
que se formará como consecuencia del gran terremoto que habrá en la ocasión.
Después de la muerte del anticristo pocos días
serán concedidos a los hombres para hacer penitencia, con las terribles señales
que preceden a la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo y el juicio final.
Los judíos se convertirán y se unirán a los cristianos para cantar alabanzas a la gloria, bondad
y misericordia de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo. Entonces serán mejor conocidas las vías de Dios para la creación,
conservación y gobierno del género humano a lo largo de los siglos. Conocimiento
éste que será mucho más completo con ocasión del Juicio Final, el cual nadie sabe exactamente cuándo se dará, sólo Dios. Tanto
el día del Juicio Final y la cuestión de la predestinación constituyen un gran
misterio reservado sólo a Dios. En esa ocasión todos los secretos serán
manifestados. Los hombres no creerán en
ese día hasta que venga.
Fuentes:
- http://jeanneshouseafire.blogspot.com.uy/2013/12/venerable-holzhausers-visions_21.html
- http://www.sendarium.com/2014/11/as-profecias-do-pe-holzhauser-sobre-o.html
- http://www.afterthewarningto2038.com/catholic-prophecy.php
- http://www.newadvent.org/cathen/07439b.htm
- https://en.wikipedia.org/wiki/Bartholomew_Holzhauser
Sergio Fernández
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