En el Seminario de Tegucigalpa
Edward Pentin ha publicado en
el National Catholic Register el texto íntegro de la carta de 48 seminaristas
denunciando la «homosexualidad activa dentro del
seminario» de Tegucigalpa.
(InfoCatólica) El periodista ha dado a conocer
el texto íntegro de la carta de los seminaristas hondureños que lamentan la
complicidad de las autoridades del seminario de Tegucigalpa con las prácticas
homosexuales en dicha institución eclesial.
Los denunciantes
aseguran:
Estamos viviendo y experimentando un tiempo de
tensión en nuestra casa debido a situaciones
graves de inmoralidad sobre todo de una homosexualidad activa dentro del
seminario y que ha sido un tabú todo este tiempo y por cubrir y
penalizar esta situación el problema ha crecido con fuerza, volviéndose como decía un sacerdote hace poco una
“epidemia en el seminario” esa situación casi todos conocemos pero
pareciera que son situaciones que pasan de largo en la formación y se dejan a
que el tiempo las disuelva por sí solo y de esa manera la magnitud del problema
va creciendo día con día como la cizaña en medio del trigo.
Y añaden:
Por favor ya no se puede
ocultar la realidad de este problema del seminario y necesitamos que ustedes formadores tomen conciencia y lleguen a la
solución que la Iglesia propone en estos casos (consultar el derecho
canónico y la ratio fundamentalis). Somos conscientes que no es la culpa de
formadores sino de un proceso formativo que debe replantearse desde los
procesos de discernimiento de candidatos en cada diócesis que debe ser
modificado y actualizado a este cambio de época.
Los seminaristas
aseguran que otros fueron expulsados del seminario por denunciar este tipo de
hechos:
El principal problema que tenemos en el seminario es precisamente el del
homosexualismo y por eso nos referimos directamente a él. Esta no es una persecución, o
caprichos homofóbicos de ciertos seminaristas machistas como en muchas veces
ustedes lo han expresado, tampoco es un llevar y traer chismes o falta de
hombría, si no lo hacemos de frente a ustedes es porque la mayoría de las veces
que se ha hecho ustedes mismos han
expulsado a seminaristas por denunciar este tipo de cosas y esto no
pueden negarlo porque conocemos muy bien situaciones similares.
Y advierten que la
población es consciente de lo que ocurre en el seminario:
Queridos padres formadores, esta carta no es fruto de un capricho, hemos
orado e invocado el auxilio divino en muchas ocasiones para decidirnos a hacer
lo posible de hacerla llegar a ustedes después de hablar con muchos
fieles santos de las parroquias de la arquidiócesis y en las diócesis
sufragáneas de la provincia eclesiástica, incluso siendo víctimas de
comentarios despectivos cuando bajamos de los buses del anillo periférico comentan los pasajeros refiriéndose al seminario
como la casa de los “maricas” o cosas por el
estilo. El pueblo de Dios no es ciego ni tonto, el pueblo de Dios tiene
la sabiduría y la intuición del Espíritu del Señor y no se debe ignorar.
Las primeras informaciones de Edward Pentin
fueron objeto de una intervención de la Conferencia
Episcopal de Honduras negando que existiera en el seminario una
cultura de homosexualidad
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