viernes, 24 de agosto de 2018

EL BUEN PASTOR


¡PUEBLO DE DIOS, PREPARAOS PORQUE LAS TROMPETAS ESTÁN POR SONAR Y EL GRITO DE LIBERTAD, MUY PRONTO SE DEJARÁ ESCUCHAR!

AGOSTO 20 DE 2018 - 10: 40 A.M.

LLAMADO URGENTE DE SAN MIGUEL Y LOS ARCÁNGELES Y ÁNGELES, DE LA MILICIA CELESTIAL MENSAJE A ENOCH

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya
Que la Paz del Altísimo esté con todos vosotros, Simientes de mi Padre.

Hermanos mortales, se están acercando los días de la gran prueba y ésta humanidad sigue adormecida por el pecado; no se dan cuenta que lo que está por llegar es tribulación, como nunca antes se había visto en este mundo. El gran Ejército de Dios bajo mi mando ya está listo, solo esperamos que nuestro Padre de la orden, para dar comienzo a la gran batalla final que os dará vuestra libertad. Estamos ya en vuestro mundo, llamadnos y vendremos gustosos con la velocidad del pensamiento a asistiros. Haced hermanos, la oración de combate de Nuestro Amado Príncipe Miguel y decid tres veces: ¿Quién cómo Dios? ¡Nadie cómo Dios! Este es el grito de batalla que vosotros Milicia Terrenal, debéis de hacer para llamarnos. No se os olvide pedirle primero permiso a nuestro Padre, con el rezo del Padre Nuestro. Tened pues presente esta instrucción hermanos, porque la vais a necesitar para los días del gran combate espiritual. Nuestra Señora y Reina, junto a Nuestro Príncipe, serán los encargados de dirigir el poderoso Ejército de Dios en vuestro mundo.

Permaneced en la Gracia del Altísimo, hermanos mortales; alimentaos lo más que podáis del Cuerpo y la Sangre del Cordero Divino, para que resistáis los ataques y dardos incendiarios de las huestes del mal. Heredad de mi Padre, consagraos a la Sangre de Cristo, a los Gloriosos Corazones de Jesús y de María; colocaos la Armadura Espiritual y el refuerzo del Salmo 91; orando a todo instante con el Santo Rosario y haciendo mi Exorcismo, para que en los días del último reinado de mi Adversario, podáis repeler los ataques que recibiréis de día y de noche, de parte de las fuerzas malignas.

Si ésta humanidad supiera del Apocalipsis que se le viene, de seguro que estaría convertida. ¡Qué tristeza sentimos en el Reino de mi Padre, al ver a los hombres de estos últimos tiempos, tan perdidos por el pecado y la maldad! Nuestro Padre se desvive de Amor y espera pacientemente a que esta humanidad se arrepienta y vuelva a Él. Pero no, el pecado y la maldad, los tienen vendados, se niegan a escuchar a Dios y hacen caso omiso a sus llamados a la conversión. Sólo viven para satisfacer sus vanidades y necesidades mundanas; idolatran otros dioses y viven el día a día. ¡Humanidad pecadora, vuestros dioses serán vuestra perdición y junto con vosotros, caerán mañana!

Pueblo de Dios, preparaos porque las Trompetas están por sonar y el Grito de Libertad, muy pronto se dejará escuchar. Entonces, las cadenas rodarán por el suelo y las coyundas de vuestro yugo se romperán; y vosotros Pueblo de Dios, seréis libres. La noche dará paso a un Nuevo Amanecer y vuestros ojos contemplarán la Tierra Prometida, la Jerusalén Celestial, adornada con la Gloria de Dios. Falta poco Simiente del Altísimo, no perdáis la fe, que vuestra confianza en Dios, sea vuestra fuerza y esperanza. Por muy duras que sean las pruebas, no desfallezcáis; acordaos que Dios está con vosotros y no os abandonará; porque conoce vuestra frágil y débil condición humana y sabe hasta dónde podéis llevar el peso de vuestra cruz. ¡Ánimo, la meta os está esperando; pensad en la gloria que os espera! Que el poder de vuestra fe, unido a la fuerza de la esperanza, os lleve a las puertas de la Nueva Creación, donde os aguarda la Corona de la Vida.

Dad Gloria al Altísimo, porque es eterna su Misericordia.
Vuestros Hermanos, Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial
Dad a conocer nuestros mensajes, hombres de buena voluntad.

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