8 tips para ir
revisando cómo es nuestra vida pastoral, tanto personal como comunitaria, en
Internet.
Por: Sebastián Campos | Fuente: Catholic-link.com
Es innegable, todos tenemos perfiles de redes sociales, y cuando digo todos me
refiero no solo a personas naturales como tú y yo, sino que aquí incluyo
cualquier tipo de iniciativa colectiva. Hasta el grupo más sencillo y humilde
tiene un perfil en alguna red social para mostrar las actividades que realiza.
Nuestras parroquias, comunidades y movimientos no se quedan atrás en la misión
particular de evangelizar en redes sociales, pero esta necesita ser tomada en
serio.
«Todas las comunidades
procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una
conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no
nos sirve una simple administración. (…) Sueño con una opción misionera
capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los
horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce
adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la
autopreservación» (Papa Francisco).
Los invito a que, con sinceridad, hagamos una
distinción: una cosa es tener un perfil
en alguna red social (Facebook, Instagram, Twitter, Youtube, etc) y otra cosa muy distinta es evangelizar en
ella. Estar presente en algo no es sinónimo de formar parte de ese algo.
Si no, cualquiera que se compra zapatillas es deportista o cualquiera que tiene
un lápiz y un cuaderno es escritor. Hecha esta salvedad, no todo es malo e
infructuoso, pues queda demostrado un sincero esfuerzo de buscar espacios para
anunciar la buena noticia y para compartir la alegría de creer en Jesús.
La intención de este post es ofrecerles algunas luces para un mejor uso de los recursos de
evangelización, pues a veces caemos en errores inconscientes, el mayor
de ellos: pensar que las redes sociales funcionan igual que el diario mural de
la parroquia. Te propongo
que juntos vayamos revisando cómo es
nuestra vida pastoral, tanto personal como comunitaria, en Internet. Busquemos
nuevas formas para comunicar la Buena Nueva y al mismo tiempo miremos con
objetividad aquellas prácticas que hacemos pensando en hacer apostolado, pero
que no tienen nada que ver con este fin.
1.
ESTAR EN LAS REDES SOCIALES NO ES SUFICIENTE PARA EVANGELIZAR EN LAS REDES
SOCIALES
Para evangelizar lo principal es que
comuniquemos "La Buena Noticia". Compartir
la Buena Noticia de que, a pesar de nuestro pecado, Dios nos ama, nos
reconcilia con Él a través de Jesús y este nos da la Vida Eterna. Lo más
importante no solo es transmitir el mensaje, sino cuidar la forma en que lo
hacemos.
Compartir mensajes de la Iglesia, actividades,
fotos de nuestras actividades, argumentos para defender nuestras posturas,
música, reflexiones espirituales, invitaciones a eventos, etc. Todo eso, sin
duda es importante, pero más importante es preguntarnos: ¿De mis últimas publicaciones, con cuál anuncio Evangelio
realmente?, ¿cuál de esas significa un mensaje de amor de parte de Dios para
quien la lee?
2.
SEAMOS MÁS QUE LOS NOTICIEROS DE LA IGLESIA
Muchos de nuestros perfiles, sobre todo los
comunitarios, esos de las parroquias y grupos; más que un medio de
evangelización, parecen un canal de noticias. Eso es fantástico, pero no es
sinónimo de evangelizar.
Basta con visitarlos, para enterarse de todo lo
que ocurrirá y ocurrió, verás las últimas actividades del Papa, del Obispo, la
más reciente actividad benéfica que se hizo en la parroquia, los lindos
retiros, la próxima jornada de formación y así, una lista infinita de las
muchas cosas que ocurren en la Iglesia. Si me preguntas, esto es importante,
pero lamentablemente solo lo es para aquellos que formamos parte del grupo.
Pregúntatelo sinceramente: ¿A alguien que necesita consuelo y esperanza, le servirá
de algo saber que el Obispo acaba de confirmar a 120 chiquillos?
3.
QUÉ LINDA ESTUVO LA ACTIVIDAD A LA QUE NO FUI... PERO, ¿QUÉ MÁS ME COMUNICA?
Una cosa es evangelizar, otra es compartir fotos
de lo que hacemos, y cuando se trata de "álbumes
de 300 fotografías de la última Eucaristía mensual para niños", pues tiene poco que ver con evangelizar en Internet y tiene
más que ver con dar testimonio de aquello que nuestras comunidades hacen.
Insisto, es maravilloso tener registro de todo
eso, sobre todo si mi hijo estaba en esa Misa, pero es incómodo cuando los
perfiles en redes sociales hacen eso, pues parece que se trata de una campaña
para demostrarnos lo maravillosas, entretenidas y refrescantes que son todas
las actividades a las que no voy... Tal vez un tiempo en seleccionar las fotos
más conmovedoras y que representen la solemnidad del momento podría comunicar
mejor el amor de Dios.
4.
NOS ACOMPAÑAMOS, NOS ANIMAMOS, HACEMOS COMUNIDAD
Sin duda, este es uno de los "hábitos" más provechosos de la web. De
hecho, mucho de lo que hacemos desde Catholic-link es justamente eso:
acompañarnos entre hermanos y colaborar con la misión del otro (o por lo menos
tratamos).
Pero no solo se trata de compartir
conocimientos, contenidos y otras materias teóricas. También hay mucho de
acompañamiento real, de conversaciones "uno a
uno", de consejos, de preguntas y respuestas. Las redes sociales no
solo son un muro donde pegamos informaciones, puede ser también una gran
cafetería donde nos podemos sentar solos, en pareja o con un gran montón de
amigos. Yo prefiero esto último.
Tan cercanos nos sentimos, que las redes
sociales nos permiten sentirnos cerca e incluso establecer amistades, con
personas que nunca hemos visto frente a frente. Nos ayuda a conocer más
sacerdotes y que estos nos den testimonio de su vocación y sobre todo, nos
permiten acompañar a aquellos que más necesitan de esperanza, consuelo y amor.
Aprovecha esta oportunidad.
5.
HABLAMOS Y NO NOS PONEN ATENCIÓN. ESCOGE CON CAUTELA EL MOMENTO Y EL LUGAR
¿Te ha pasado que compartes
la imagen de una actividad o evento y luego de unos días no tiene ni un solo
"me gusta"? Sin duda es incómoda esa sensación de haberle
hablado al aire sin obtener respuesta. Pero tranquilo, quizás no es problema de
tu mensaje, sino que del lugar donde decidiste publicarlo. He visto
recordatorios para la reunión de coordinación de agentes pastorales, pero
publicados en "Twitter". Seguro
cientos de personas lo vieron, es decir, yo lo vi y no tengo nada que ver con
esa reunión que no solo se hizo en otra ciudad, sino, en otro país.
Otras veces, vemos personas frustradas porque
nadie confirma que "asistirá" a
tal o cual evento organizado por el grupo. Difícilmente alguien nuevo irá, si
los únicos que ven sus publicaciones son sus amigos de siempre, esos mismos que
están organizando la actividad a la que se invita.
¿Quizás para la reunión de
coordinación es mejor un grupo de Whatsapp no? Y al
mismo tiempo, para que la gente vaya a tu evento, no es tan buena idea poner
todas las fichas a un evento en Facebook y esperar a que el salón se llene de
gente nueva.
6.
LOS QUE CONFUNDEN WHATSAPP CON SU MURO DE FACEBOOK
Sin duda "WhatsApp"
cambió la forma en que nos comunicamos, sobre todo porque tenemos "grupos" con las personas que forman
parte de nuestro trabajo, de nuestros proyectos y por supuesto, los de la
Iglesia.
Es lindo cuando el grupo de WhatsApp de "los de la Iglesia" es una instancia
para saludarse, desearse un buen día y mantenerse conectados con las vidas de
los demás, además de intercambiar mensajes de trabajo pastoral y tareas de cada
uno.
Lo incómodo (y que hace que muchos silenciemos
los grupos por un año, y ojalá se pudiera hasta la eternidad, hasta la segunda
venida de Jesús) es que algunos usan esta red social como su muro de Facebook y
envían imágenes, noticias, videos, canciones y un montón de cosas, que, además
de dejar nuestros teléfonos sin memoria, hacen que terminemos detestando ese "grupo de WhatsApp" porque al final de
cada día tenemos cientos de mensajes por revisar y pocos tienen que ver con el
objetivo que tiene ese grupo.
Cuidemos la comunicación dentro de la Iglesia,
para que no nos pase que terminamos por ignorar todo lo que nos dicen y que
también nos ignoren a nosotros cuando decimos algo.
7.
LA JORNADA MUNDIAL DE LAS FRASES "CLICHÉ"
"Ven a vivir nuevas
experiencias", "Jesús te espera", "Conocerás nuevos
amigos", "Talita Kum, Joven Levántate", "Una experiencia
que no olvidarás".... ¿Te suena todo esto? Es
como el cuento de Pedrito y el lobo: lo hemos repetido tanto que ha perdido el
valor. Yo no digo que sea mentira, pues de verdad Jesús nos espera, pero estas
frases están tan utilizadas en nuestros post, afiches, lemas y todo lo que
comunicamos, que ya nadie nos cree.
Es probable que logremos captar más la atención
si nos detenemos un poco a pensar y le pedimos al Espíritu Santo que nos sople
ideas nuevas y frescas para cautivar a más corazones. Comunica tu experiencia
de encuentro más que las frases que has escuchado hasta el cansancio.
8.
EL QUE BUSCA PELEAS CON TODO EL MUNDO... LAS ENCUENTRA
¿Han visto esas
publicaciones que incitan a respuestas agresivas? Está
demás decir que no hay nada de buena noticia (evangelización) en ello, solo se
busca calentar los ánimos.
Es como si estuvieran moviendo los brazos y
ajustando los guantes para pelear. Yo incluso pienso que tienen links guardados
esperando los comentarios de los que no están de acuerdo, sobre todo si se
trata de temas morales. Esas discusiones que no hacen más que alejarnos los
unos de los otros y que no solo aleja a los que discuten sino a todos, no
tienen ningún sentido.
Es claro que el rol del profeta es anunciar y
denunciar, pero al mismo tiempo debe preguntarse antes de publicar algo: ¿edifica, construye, da esperanza, es una Buena Noticia,
quien lo lea recibirá algo de parte de Dios? Quizás, aunque sea verdad
lo que quiero compartir, no ayude a nadie.
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