viernes, 8 de junio de 2018

MAYO DEL 68. REVUELTA COMUNISTA Y ORIGEN DE LA DEGRADACIÓN ACTUAL



Hace 50 años, en mayo de 1968, se desencadenó una inesperada revolución en Francia que iba a traer grandes consecuencias, especialmente a nivel moral, cuyas secuelas sufrimos hoy en día. Lo que empezó como una serie de protestas estudiantiles derivó en una huelga general total que paralizó el país y que siguieron 9 millones de trabajadores. El gobierno del general De Gaulle estuvo a punto de caer y el propio régimen político cerca de derrumbarse.
La ideología de los sublevados era comunista radical maoísta, pero en un segundo nivel, más peligrosas eran aún sus intenciones contraculturales; odio a la Fe Católica, fomento de todas clases de perversiones sexuales, cuestionamiento de la Ley natural y desprecio por la tradición y las ideas y valores comúnmente aceptados durante siglos. Si en el primer nivel, la imposición de sus objetivos políticos revolucionarios la revuelta de mayo de 1968 fracasó finalmente (aunque estuvo cerca de triunfar) en el segundo, el plano contracultural, la revolución de 1968 triunfó totalmente por desgracia y sus consecuencias las pagamos hoy terriblemente. ¿Qué ocurrió, pues, realmente en Francia en mayo de 1968?
LA REVUELTA ESTUDIANTIL
Fue muy llamativo que la primera chispa de lo que iba a ser un gran incendio tuviera lugar en realidad 3 meses antes, en febrero de 1968 con una protesta estudiantil sobre un tema aparentemente trivial pero muy relevante en el ámbito moral: la exigencia de que se abolieran los viejos reglamentos que impedían a los estudiantes varones acceder libremente, dentro de las residencias universitarias, a los pabellones y los edificios donde estaban las estudiantes femeninas. Fue lo que se llamó libertad de cópula”. Empezó en la universidad de Nanterre, cerca de París, pero se extendió a toda Francia y dio origen a enfrentamientos en algunas universidades y con la policía. El argumento gubernamental de que había que proteger a las chicas de posibles agresiones sexuales fue desechado como ridículo por las mismas chicas que participaron en algunos casos en los disturbios junto a los varones.
Aparecieron una serie de nuevas organizaciones estudiantiles de extrema izquierda como la JCR, FER, UJC, etc, cuya ideología era comunista trotskista y maoísta y que cristalizaron en el llamado “Movimiento 22 de marzo” dirigido por un activista estudiantil judío alemán llamado Daniel Cohn Bendit, personaje que vino a convertirse en el líder visible de la revuelta estudiantil de mayo de 1968. Lo de la “libertad de cópula” solo había sido en realidad, el primer paso de una escalada en la revuelta estudiantil perfectamente planeada un año antes. En marzo de 1967 se habían reunido una “Asamblea de apoyo al pueblo vietnamita” en Bruselas donde una serie de grupos juveniles extremistas planificaron una rebelión estudiantil masiva para el año que viene, que en teoría iba a ser al mismo tiempo en Londres, Berlín y París, aunque solo en París alcanzaría gran importancia finalmente. La excusa de la guerra de Vietnam que obsesionaba a la izquierda europea en los 60 (como 30 años antes la había obsesionado la guerra de España), servía de catalizador a toda la izquierda radical global del momento.
El siguiente paso fue en marzo y abril la protesta estudiantil que exigía la abolición de los exámenes y el aprobado general para todos los estudiantes universitarios. Ante la negativa gubernamental se produjeron nuevos disturbios y empezó la ocupación de algunas facultades. Fue también importante que la asociación estudiantil UNEF que hasta entonces había sido católica y conservadora pasara a defender la “colaboración entre cristianos y marxistas” y se volviera izquierdista. El 2 de mayo de 1968 estudiantes del minoritario “Occident”, el único grupo estudiantil derechista, (que sería ilegalizado por el Gobierno a finales de año), denunciaron el dominio comunista en la Universidad en Francia y asaltaron las sedes de algunos grupos de estudiantes de izquierdas.  Este hecho fue tomado como excusa por todos los grupos revolucionarios estudiantiles para iniciar la insurrección a gran escala.
ESTUDIANTES Y SINDICATOS
El 3 de mayo miles de estudiantes ocuparon la Universidad de la Sorbona de París, la más importante de Francia y tuvo lugar un gran enfrentamiento con la policía en la calle. Hubo cientos de heridos y 596 detenidos. 160.000 estudiantes en toda Francia se declararon en huelga. Entre el 5 y el 13 de mayo tuvieron lugar muy violentos incidentes y enfrentamientos entre estudiantes y policías en el centro de París y en el llamado Barrio Latino. La mayoría de las universidades del país fueron ocupadas por los estudiantes. El 15 de mayo el balance era de 800 heridos, (muchos de ellos policías), un millar de detenidos y 188 coches destruidos o dañados. Ese día cientos de miles de izquierdistas se manifestaron en París liderados por el Partido Comunista y su sindicato, la CGT. Era significativo que, como se ve en las imágenes, los estudiantes e izquierdistas en general no llevaban banderas francesas sino rojas, negras, chinas y del Vietcong, junto a retratos de Marx, Lenin, Mao, Fidel Castro y Che Guevara. Se formaron casi 500 “comités de acción” con tareas que iban desde la lucha callejera al reparto de propaganda (el modelo de los actuales “CDR” antisistema en Cataluña)
Hasta entonces lo que solo era una rebelión estudiantil, aunque muy importante, se volvió mucho más grave cuando los sindicatos declararon una huelga general total e indefinida para apoyar a los estudiantes. El día 22, 9 millones de trabajadores y empleados estaban en huelga y Francia completamente paralizada sin servicios públicos y las calles de París ocupadas por los manifestantes mientras la gente normal no se atrevía a salir de casa. Las tiendas empezaban a estar desabastecidas. El presidente francés, el conservador general De Gaulle, que llevaba en el poder desde 1958 era partidario de una represión dura y el uso del Ejército contra los manifestantes, pero fue convencido por su primer ministro, el centrista Georges Pompidou de que era mejor intentar negociar con los sublevados y los partidos de izquierda. Después de una serie de reuniones con sindicalistas y políticos se llegó a una especie de acuerdo en que el Gobierno se comprometía a una serie de mejoras sociales y subidas salariales, así como cambios en las universidades.
MAOISMO
Pero resultó que estas concesiones en lugar de calmar a los rebeldes, les radicalizaron. Los grupos estudiantiles viendo la debilidad del Gobierno aumentaron las protestas y exigieron la dimisión de De Gaulle y su gobierno y un cambio total en Francia. Hay que tener en cuenta un dato muy importante. Los estudiantes rebeldes eran comunistas, pero no pro soviéticos sino mayoritariamente maoístas pro chinos. Hay que recordar el fuerte enfrentamiento diplomático y político que había entonces ente los 2 gigantes comunistas, la URSS y China. Mao, comunista super radical acusaba a la URSS de moderada y de traicionar al comunismo y aceptar formas de propiedad privada mientras él, Mao, llevaba a cabo en nombre de un estalinismo total su “Gran Salto Adelante” y luego su “Revolución Cultural” (que costó la vida a millones de personas en China).
Dado que el Partido Comunista Francés estaba totalmente sometido a Moscú en aquel momento (igual que todos los partidos comunistas europeos entonces, como el PCE de Carrillo) el PCF no intentó derrocar al Gobierno de De Gaulle hasta que ya fue tarde y perdió un tiempo precioso negociando con el Gobierno como le reprocharon amargamente los grupos estudiantiles más tarde. En definitiva, a Moscú no le interesaba una Francia comunista si ésta era prochina. De todas formas, entre el 27 y el 30 de mayo, en palabras del periodista británico Patrick Seale en su libro La revolución francesa de 1968 el Estado estaba totalmente hundido con los funcionarios en huelga y la mayoría de los trabajadores. Solo la Policía y el Ejército quedaban bajo control del Gobierno y aun así el ministro de Defensa Mesmer advirtió a De Gaulle que los soldados de reemplazo difícilmente dispararían contra los estudiantes.
Viendo la debilidad del Gobierno, el Partido Comunista exigió ya un gobierno de izquierdas con una mayoritaria presencia comunista. El líder socialista Francois Mitterrand, (futuro presidente de Francia entre 1981 y 1995) negoció con ellos un gobierno conjunto, aunque sin aceptar que los comunistas dominaran el Gobierno. El Gobierno parecía a punto de caer y el comunismo a punto de tomar el poder.
REACCIÓN DE DE GAULLE
Pero entonces la energía del general De Gaulle a sus 77 años salvó a Francia. El 29 de mayo De Gaulle huyó de Francia, (algunos la compararon con la huida de Luis XVI durante la revolución) pero fue a Alemania donde en Baden Baden se reunió con el general Massu que mandaba las tropas francesas de guarnición en Alemania (entonces Francia, igual que Reino Unido y Estados Unidos tenían un contingente militar en la RFA) y acordó el regreso a Francia de estas tropas de élite para que aplastaran la revolución en París y otras ciudades, incluso con tanques si fuera necesario. A cambio, De Gaulle amnistió a los generales presos que en 1962 habían intentado derrocarle con un golpe de estado a causa de la guerra de Argelia. Al mismo tiempo en un discurso televisado amenazó con suspender la Constitución y gobernar con la ley marcial. Unidades militares de élite con vehículos blindados tomaron posiciones cerca de París.
Tan importante como eso fue la movilización, por fin, de la derecha francesa. El 30 de mayo cientos de miles de personas se manifestaron en París en apoyo a De Gaulle y con lemas como Los comunistas no pasarán”, “Abajo el marxismo” y “Cohn Bendit a Dachau. Finalmente, los sindicatos y el PCF desconvocaron la huelga general a cambio de que De Gaulle convocara elecciones parlamentarias para finales de junio. Poco a poco París fue volviendo a la vida normal. En estas elecciones el partido de De Gaulle obtuvo una gran victoria y la izquierda fracasó. En París la derecha ganó ampliamente demostrando que los estudiantes no representaban al pueblo. El peligro comunista pasó. Finalmente, la policía desalojó a los estudiantes de la Sorbona, la última universidad ocupada a principios de junio.
De Gaulle se deshizo entonces de Pompidou cuya línea blanda había sido nefasta. (No obstante, en 1969 De Gaulle dimitió a causa de la edad y de un desacuerdo con su propio partido sobre la idea de dar autonomía a las regiones francesas y no pudo evitar que su sucesor como presidente fuese Pompidou). Cabe añadir que De Gaulle mantuvo una línea de amistad con la España del General Franco pero su sucesor Pompidou inició la política antiespañola de dar refugio a los terroristas de ETA que duraría bastantes años y que De Gaulle no habría permitido.
FRACASO POLÍTICO, ÉXITO CULTURAL
Así pues, la revuelta comunista de mayo del 68 no tomó el poder en Francia, pero por desgracia la vertiente contracultural de esta revolución si acabó triunfando finalmente en Francia y en todas partes. Los filósofos que la apadrinaron como Marcuse desarrollaron las ideas del comunista italiano Gramsci de principios de siglo y así nació el marxismo cultural.
La idea era que la clase obrera había de dejar de ser el principal sujeto revolucionario para que lo fueran los estudiantes, las mujeres (la ideología de género que hoy sufrimos), los intelectuales marxistas, los homosexuales o en nuestros días los inmigrantes (o en Hispanoamérica los pueblos indígenas) La “liberación sexual” era también parte muy importante de su revolución. Sexo, droga y rock and roll, aunque fuese un lema anglosajón era compartido por los estudiantes de París.
El mayo del 68 francés dio muestra de todo ello con aquellos famosos lemas y pintadas supuestamente ingeniosos y alegres pero que escondían su devoción por la tiranía marxista Prohibido prohibir”, “Debajo de los adoquines está la playa”, “Seamos realistas, pidamos lo imposible” y también “Cuanto más revolucionario soy más ganas tengo de hacer el amor”.Inventa nuevas perversiones sexualesNo es de extrañar que años más tarde el líder de la revuelta estudiantil Daniel Cohn Bendit fuera acusado de pederastia.
Su odio a la Iglesia se explicitaba también en aquella famosa pintada en una iglesia de París “Acabaremos con vosotros a carcajadas”. Era la estrategia de atacar a la Iglesia en Occidente no sangrientamente sino ridiculizando y marginando a los creyentes que tantas veces hemos comprobado en nuestros días. Perversa revolución la de mayo del 68, aunque como la de 1789, de la cual fue hija, sea tan alabada por los medios “liberales” y supuestamente “de derechas”.
Como signo de esperanza pensemos en la acción protectora de la Santísima Virgen, que había advertido en Fátima del peligro rojo y probablemente su intercesión salvó a Francia en el 68 al igual que hizo con España en el 36.
Javier Navascués

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