¡MI EJÉRCITO MARIANO, ACOMPAÑADME CON EL REZO DE MI SANTO
ROSARIO; HACED ORACIÓN, AYUNO Y PENITENCIA, PORQUE LA HORA DE LAS TINIEBLAS HA
COMENZADO!
JUNIO
17 DE 2018 - 4: 15 P.M.
SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA - CALI - COLOMBIA MENSAJE A
ENOCH
LLAMADO URGENTE DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA A LA HUMANIDAD
Mis
amados niños, la Paz de mi Señor, estén con todos vosotros.
Hijitos,
grandes pruebas han comenzado a llegarle a la humanidad y ésta, sigue
aletargada por el pecado. El espíritu de apostasía, perdida de la fe, cada día
es más fuerte y está llevando a muchos a apartarse de Dios. La confusión
espiritual por el racionalismo mundano, las malas lecturas, las ideologías y
enseñanzas heréticas, es lo que está llevando a perder la fe, aquellos que andan
en tibieza espiritual.
La
Iglesia está siendo atacada desde el interior por un gran número de purpurados
que buscan reformarla con ideologías contrarias al Evangelio de mi Hijo. Orad
hijitos por los Cardenales, Obispos y Teólogos Bávaros, porque muchos quieren
que se acabe el celibato y se establezca el sacerdocio para las mujeres y la
comunión para los protestantes casados con católicos. Piden reformas que van en
contra de la moral de la Iglesia y si esto se llega a dar, se crearía una gran
división en su interior. El cisma mis pequeños está por comenzar, ya la chispa
está encendida; todo terminará en una gran división que hará perder la fe a
millones de almas.
Mi
Ejército Mariano, acompañadme con el rezo de mi Santo Rosario; haced oración,
ayuno y penitencia, porque la hora de las tinieblas ha comenzado. La batalla
espiritual entre las fuerzas del bien y del mal, ya está en vuestro mundo y ha
comenzado a intensificarse. Los ataques mentales al Pueblo de Dios cada vez son
más fuertes y están haciendo que muchos pierdan la cabeza.
Pequeñitos,
acudid a Mí, vuestra Madre, cuando os sintáis atacados; invocadme y Yo, vendré
en vuestra ayuda para protegeros y ampararos. No permitiré que ninguno de mis
hijitos fieles y sus familias, se pierdan. Intensificad la oración, es tiempo
de orar con mayor intensidad, porque las fuerzas del mal están activas y no
descansan buscando la forma de hacer perder el mayor número de almas. Orad por
los pecadores del mundo entero, especialmente por aquellos que están más apartados
de Dios, para que la Misericordia Divina los libre de perderse.
Visitad
a Jesús Sacramentado, para que os fortalezca en la batalla espiritual de cada
día. Acordaos mis niños que muy pronto comenzará la gran abominación y mi Hijo
será profanado y ultrajado en sus Sagrarios y ya no vais a poder encontrarlo en
los Tabernáculos. Aprovechad pues ahora y no lo dejéis solo. El, os está
esperando y desea ser vuestro alimento, vuestra fortaleza y seguridad. Venid
pues y alimentaos lo más que podáis del Cordero de Dios, para que estéis
fortalecidos espiritualmente y salgáis victoriosos en la batalla espiritual de
cada día.
Mis
niños, en los tiempos de la gran abominación, yo seré el Sagrario donde
encontraréis a mi Hijo. El rezo de mi Santo Rosario, os abrirá la puerta de mi
Tabernáculo, para que lo adoréis. Yo soy el Sagrario Viviente, acudid a Mí, mis
pequeños y después del rezo de mi Santo Rosario, haced la comunión espiritual y
decid así: Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Sagrario Viviente del
Dios Uno Y Trino. Dadnos a tu Hijo Jesús , el Fruto Bendito y ruega por
nosotros tan pecadores.. Ángeles de la Eucaristía bajarán del Cielo y os darán
espiritualmente la comunión, para que estéis fortalecidos en el Espíritu y
podáis sobrellevar esos días de aflicción.
Sabed
pues mis niños que el Cielo no os abandonará. Yo, vuestra Madre, seré el Puente
que os comunicará con mi Hijo; el Sagrario de mi vientre os abriré, para que
espiritualmente lo adoréis. Mi presencia en aquellos días será más notoria, me
dejaré ver por muchos de mis hijitos, para que vuestra fe se fortalezca y así
juntos demos inicio al Triunfo de mi Inmaculado Corazón.
Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros, mis amados
hijitos.
Os ama vuestra Madre, María de Fátima
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi
Corazón
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