¿Las apariciones son genuinas o son simples
manifestaciones de histeria de los videntes? ¿Es posible que los videntes se
comuniquen con algo sobrenatural, o son simples epilépticos o fabuladores?
Muchos científicos descartan, prejuiciosamente, la posibilidad de estos
fenómenos sobrenaturales.
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Pero es el mismo método científico por primera vez en la historia ha demostrado que hay algo que trasciende lo natural.
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Pero es el mismo método científico por primera vez en la historia ha demostrado que hay algo que trasciende lo natural.
Las apariciones de Medjugorje han sido el laboratorio de estos estudios que trataremos de resumir en
este artículo. Mira el video de
reflexiones sobre este artículo, que está abajo.
Numerosos
grupos de científicos han hecho investigaciones sobre los videntes
de Medjugorje en estas más de tres décadas.
Este
material no tiene la intención de entrar en la polémica de la validez de las
apariciones de Medjugorje sino que se
refiere a la validez de las apariciones en general. Se toma el caso de
Medjugorje porque es una aparición que
se ha estudiado científicamente. Las implicaciones de Medjugorje,
constituyen un avance impresionante
para el estudio de las experiencias místicas. A través de los siglos innumerables cristianos han reportado haber
experimentado fenómenos místicos, tanto corporales como espirituales. Sin
embargo estos fenómenos son descartados
y ridiculizados por la mayoría de los académicos hoy.
LA
NEGACIÓN DE AUTENTICIDAD DE LAS EXPERIENCIAS MÍSTICAS
Las
afirmaciones referidas a experiencias místicas generalmente se reducen a los prejuicios de que los
fenómenos sobrenaturales son resabios de una época medieval, en la mente de los
pensadores contemporáneos. Sidney
Callahan, profesora y psicóloga, explica: “Las sospechas de que las creencias y las experiencias religiosas
fervientes son una forma de patología
mental todavía prevalecen en nuestro mundo“. A menudo el
misticismo, y por lo tanto la experiencia mística, en particular, es denigrada por los eruditos escépticos a
través de categorías psicoanalíticas como de histeria, entre otros
posibles trastornos naturales.
El historiador religioso Moshe
Sluhovsky, señala que los numerosos diagnósticos “naturales” empleados por muchos estudiosos
modernos para descartar la validez de experiencias místicas incluyen “demencia, histeria, parálisis, imbecilidad o epilepsia.”
Y
acertadamente explica que estereotipar a los cristianos de los siglos pasados
como ignorantes de las causas médicas o psicológicas para el comportamiento
anormal constituye un enfoque erróneo y
arrogante que obstruye el estudio serio de tales casos. La histeria y la
epilepsia constituyen “todas
clasificaciones de aflicciones que no
eran desconocidas para los primeros pueblos modernos“.
TODO
CAMBIA CON MEDJUGORJE
Ahora, con
Medjugorje, los escépticos necesitan
lidiar con evidencia empírica científica concreta, en lugar de
simplemente proponer teorías reduccionistas preconcebidas acerca de la
experiencia mística.
Como explicó
el autor y periodista Randall
Sullivan: “Las apariciones en
Medjugorje han sido sometidas a más
exámenes médicos y científicos que cualquier supuesto suceso sobrenatural en
la historia de la raza humana”. De manera similar, Andrew Newberg, radiólogo de la
Universidad de Pennsylvania Medical y Eugene
D’Aquili, profesor de psiquiatría en Pensilvania, han afirmado que: “Es posible que con el advenimiento de tecnologías
mejoradas para estudiar el cerebro, las
experiencias místicas puedan finalmente diferenciarse de cualquier tipo de
psicopatología”.
La mayoría de los estudios llevados a cabo sobre los jóvenes videntes de
Medjugorje, han ido desde polígrafos a exámenes neurológicos, exámenes
psiquiátricos, electrocardiograma, presión arterial y ritmo cardíaco, y pruebas
de electroencefalogramas que miden las ondas cerebrales durante los éxtasis.
Las pruebas
han demostrado que los videntes no
están mintiendo ni alucinando, ni están en estado epiléptico o
hipnótico durante sus éxtasis cotidianos. Sino experimentando algo inexplicable, más allá de los límites de la
comprensión científica. Además, en Medjugorje se han reportado numerosas curaciones milagrosas, muchas de
ellas copiosamente documentadas con abundantes pruebas médicas que
apoyan las afirmaciones. Así, en Medjugorje, por primera vez en la historia de
la humanidad, la neurociencia y el
examen médico han desempeñado un papel instrumental al penetrar en el
interior del misticismo, con el examen empírico de los éxtasis de los videntes.
Como explicó el médico francés Henri Joyeux,
médico de renombre internacional y catedrático en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Montpellier, respecto al significado oportuno de las
apariciones: “El éxtasis es visto como una percepción sensorial de realidades que son
perceptibles y visibles para los videntes pero invisibles e
imperceptibles para todos los demás y, en particular, para aquellos que buscan
entender. Por primera vez en la historia, la ciencia puede estudiar estos hechos a medida que se desarrollan en
Medjugorje y no meramente a posteriori. Las técnicas médicas más avanzadas y
las técnicas fotográficas y cinematográficas más modernas nos ayudan a
alcanzar el núcleo de estos eventos para intentar comprenderlos”.
Esto es muy diferente del reduccionismo neurológico de Oliver Sacks, que no aplicó ningún
empirismo al estudio del misticismo. Sino simplemente postuló que la experiencia mística no puede ser auténtica,
ofreciendo eufemismos neurológicos para catalogar las experiencias de los
videntes como resabios medievales.
Los videntes de Medjugorje, han sido sometidos a pruebas de todos los
síntomas naturales que suelen aplicar los escépticos para desacreditar la
experiencia mística.
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Y han socavado las teorías reduccionistas contra las apariciones.
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Y han socavado las teorías reduccionistas contra las apariciones.
ESTUDIOS
DEL DR. JOYEUX
El doctor Henri Joyeux dirigió un
equipo de médicos franceses de la Universidad de Montpelier para examinar a los videntes de Medjugorje en
éxtasis durante sus apariciones diarias de la Virgen. Estudiaron cuando los videntes caen de rodillas
simultáneamente y entran en un estado de éxtasis, lo que tiene la
apariencia de un trance. Este fenómeno
ocurría diariamente a la misma hora (5:45 pm en el invierno y 6:45 pm en
el verano) en los primeros años de las apariciones. El informe final del Dr. Joyeux,
publicado en la primavera de 1985, declaró: “Los éxtasis no son patológicos, ni hay ningún
elemento de engaño. Ninguna disciplina científica parece capaz de
describir estos fenómenos“. Explicó
que: “Estos
jóvenes están sanos y no hay signos de epilepsia, ni es un estado de sueño o
ilusión. No es un caso de alucinación patológica ni de alucinación en las
facultades auditivas o visuales… No puede ser un estado cataléptico, ya
que durante el éxtasis los músculos faciales funcionan de manera normal”. Se
utilizaron pruebas de electroencefalograma
para la medición de las ondas cerebrales. Indicando así los ritmos de la
actividad cerebral a través de electrodos
conectados a ocho partes diferentes del cráneo, y se registraron los
resultados antes, durante y después de las apariciones.
Los electroencefalogramas confirmaron que los síntomas patológicos no
estaban presentes antes, durante o después del éxtasis.
Excluyendo así la posibilidad de epilepsia, alucinación paroxística o
cualquier estado de sueño o ilusión que pudiera desencadenar alucinaciones observables en casos de
trastorno mental extremo o en el transcurso de demencia atrófica.
Los estudios clínicos demostraron que los videntes eran completamente
sanos, mental y físicamente.
Y los
electroencefalogramas indicaron la presencia
de ritmos tipo alpha (receptivos) en su actividad cerebral durante los éxtasis,
que muestran la “actividad eléctrica normal
asociada con la vigilia”. Lo
más fascinante es que, en la neurociencia, los estados de conciencia se
identifican mediante una combinación de impulsos alfa (receptivos) y beta
(reactivos). Caer en un estado de sueño
o trance disminuiría el número de ciclos alfa, al tiempo que
aumentaría la beta. Sin embargo, sorprendentemente, sucedió exactamente lo contrario durante las apariciones.
Los impulsos beta de los videntes cesaron completamente, mostrando que
estaban en un estado que no sólo era despierto, sino hiper-despierto.
Un estado
similar del ritmo alfa ha sido
previamente observado sólo en monjes trapistas o budistas. Pero los
monjes, explicó el doctor Joyeux, sólo
podían llegar a tal estado con los ojos cerrados en meditación y después de
participar en varias horas de profunda oración.
Mientras los videntes de Medjugorje llegaban instantáneamente, al
comenzar la aparición, con los ojos bien abiertos y durante todo el tiempo de
los éxtasis.
En suma, los
resultados contradicen especialmente
las afirmaciones de un estado epiléptico o cualquier sueño alucinatorio
o estado onírico, ya sea colectivo o individual.
ESTUDIOS
DEL DR. PHILIPPOT
El
oftalmólogo Dr. Jacques
Philippot, emprendió el estudio
de las funciones oculares y visuales sobre los videntes, examinando; la parte posterior de sus ojos; los reflejos
fotomotor y parpadeantes; la frecuencia de parpadeo antes, durante y después
del éxtasis; estudió la movilidad de los globos oculares, etc… Y utilizó
grabaciones electro oculográficas
antes, durante y después del éxtasis. Los exámenes en la parte posterior de los
ojos de los videntes eran normales y
eran idénticos antes y después del éxtasis. “Estas
pruebas excluyeron cualquier anomalía
orgánica (ya sea ocular o cerebral, ya sea debido a hinchazón o no). Y,
además, excluyeron la posibilidad de
alucinaciones visuales, ya que su sistema ocular es anatómicamente y
funcionalmente normal”.
El reflejo de parpadear, curiosamente, estuvo ausente de los ojos
durante el éxtasis cuando luces muy fuertes brillaron frente a los videntes,
sin tener ningún efecto sobre ellos.
Pero el parpadeo reflexivo estaba presente antes y después del éxtasis
ante las deslumbrantes luces. Además, durante el éxtasis, el
número de movimientos de párpados, parpadeo, era significativamente menor
que el observable antes o después de la aparición. Dos de los videntes no tuvieron ningún movimiento del párpado
durante el éxtasis.
Además, de acuerdo con las pruebas de electro-oculograma, a medida que
empiezan los éxtasis, los ojos de los videntes se vuelven inmóviles, “sus movimientos oculares cesan simultáneamente casi al
segundo”.
Esta
grabación gráfica de la extraña
sincronización en los movimientos simultáneos de los globos oculares
indica: “simultaneidad
con el segundo de la cesación del movimiento al principio del éxtasis y,
de nuevo, simultaneidad con el segundo del retorno del movimiento al final del
éxtasis”.
Las grabaciones del electro-ocuolograma mostraron que los ojos de los
videntes convergen en el mismo punto, un punto arriba de sus cabezas donde
dicen ver a la Virgen.
Los movimientos del globo ocular apoyan el hecho de que durante “el éxtasis hay una reunión cara a cara, por así decirlo,
entre los videntes y una persona que no vemos”.
ESTUDIOS
DEL DR. PANDARAKALAM
James Paul
Pandarakalam, miembro del Departamento de Psiquiatría de Soho House
en Inglaterra, llegó a la misma
conclusión: “Los
movimientos oculares de una persona mirando a un objeto en movimiento real son
diferentes de los de una persona mirando un objeto imaginario en movimiento. Los movimientos oculares de los videntes al final de la aparición corresponden a los primeros, como tuve
la ocasión de presenciar en persona en Medjugorje”. Pandarakalam
explicó que esto se define como una actividad voluntaria, que es más observable
cuando la aparición termina y todos los
videntes miran simultáneamente dentro del mismo segundo, alegando que la Virgen
desaparece hacia arriba. Pandarakalam, que presenció a los videntes
experimentando sus apariciones en 21 ocasiones diferentes, también descartó la posibilidad de la hipnosis.
Señaló que los patrones de movimiento
de los ojos humanos difieren cuando una persona está visualizando o recordando
algo, que cuando la secuencia de los ojos de una persona se centran en un
objeto externo. La última secuencia no implica aleatoriedad, sino que
ambos globos oculares convergen en un
punto del objeto como cuando miran algo en un espacio tridimensional.
ESTE
PATRÓN ES NOTABLE EN LOS VIDENTES.
La
combinación del hecho de que las
apariciones comienzan espontáneamente (y no a petición de los visionarios),
y el hecho de que no hay evidencia de ninguna concentración intensa, o preparación,
por los videntes antes de la experiencia de la aparición, socava la hipnosis como una posible
explicación. El estado mental sano de los videntes, antes y después de
las apariciones, según lo determinado por los estudios clínicos realizados por
el equipo francés, excluye además la posibilidad de hipnosis. Además están los electroencefalogramas, que descartaban
cualquier sueño inducido o estado de ilusión durante los éxtasis. Desde
que las apariciones continúan hasta el día de hoy, es improbable que una manipulación hipnótica pueda tener lugar
consistentemente diariamente, a un grupo colectivo, durante un período
de más de 30 años.
Por lo tanto, las pruebas realizadas, oculares, visuales y mentales,
socavan la posibilidad de fraude y engaño.
Y excluyen la alucinación visual, la
hipnosis o cualquier anomalía orgánica como posibles explicaciones de las
apariciones.
ESTUDIOS
DEL DR. ROUQUEROL
El Dr. Francois
Rouquerol, otro miembro del equipo francés, realizó pruebas de medición de las funciones auditivas de los
videntes para determinar si se está produciendo una alucinación auditiva. El
médico concluyó que durante el éxtasis hay una ausencia de reacciones clínicas objetivas normales en presencia de
ruido violento.
Un sonido de 90 decibeles – el equivalente al ruido de un motor de
combustión a gran velocidad – fue introducido en la oreja derecha de
Iván Dragicevic, uno de los videntes, durante el éxtasis.
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Y no hubo una sola reacción de sorpresa del mismo; “al final del éxtasis, Iván confirmó que no había oído nada”.
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Y no hubo una sola reacción de sorpresa del mismo; “al final del éxtasis, Iván confirmó que no había oído nada”.
Este fue un
fascinante contraste de su reacción pre-éxtasis, en la que la inyección de un sonido de 70 decibeles sorprendió
visiblemente al vidente. Se concluye entonces que existe una clara desconexión de las vías auditivas
durante el éxtasis, haciendo que los videntes sean impermeables al ruido
exterior. Así como a fuertes ráfagas de
luz.
Y, de la misma manera ”[se concluyó] que
los videntes no sienten pellizcos, pinchazos, u otras intervenciones”, siendo así impermeables al dolor también.
Los
resultados del Dr. Rouquerol mostraron además que: “la
prueba del potencial auditivo, que estudia el flujo nervioso desde la periferia
(la cóclea, parte del oído interno) hasta el núcleo de la arteria cerebral,
indica que las diversas vías al cerebro
son normales. La forma regular y redondeada del gráfico elimina la alucinación auditiva de un tipo
epiléptico”. Así se eliminó otra explicación alternativa para
las apariciones. El Dr. Rouquerol también realizó experimentos de la función vocal (fonación) de los videntes. Es
interesante señalar que durante sus
éxtasis las voces de los videntes se vuelven inaudibles, mientras sus labios
siguen moviéndose como si estuvieran conversando con la Virgen. Esta es una de las sincronizaciones claves
experimentadas por los videntes durante sus éxtasis. A medida que
comienza la aparición, los videntes
caen de rodillas y sus voces inmediatamente (y simultáneamente) se callan sin
ni siquiera una fracción de segundo de distinción, además de los
movimientos sincrónicos de sus globos oculares.
Las pruebas del Dr. Rouquerol demostraron que durante el éxtasis,
mientras sus labios y los músculos faciales están móviles, la laringe de cada
vidente (donde están presentes las cuerdas vocales) se detiene.
Curiosamente,
esto significa que mientras sus labios
se mueven normalmente, como en la comunicación, el acto de exhalar no vibra las cuerdas vocales de los videntes,
presentando una paradoja inexplicable. El
movimiento de los labios, y en consecuencia, los músculos que controlan la
gesticulación en la cara, proporcionan “un
argumento adicional contra la catalepsia”,
ya que un estado cataléptico constituiría rigidez e inmovilidad de los
músculos. Así se eliminó otra explicación natural de las apariciones.
PRUEBAS
PSICOLÓGICAS, PSIQUIÁTRICAS Y NEUROLÓGICAS
Los
videntes, además del escrutinio médico, fueron sometidos a inmensas pruebas psicológicas y psiquiátricas.
Los resultados mostraron un grupo de
jóvenes perfectamente sanos.
Según el
informe del Dr. Joyeux:
“Los videntes no tienen síntomas de ansiedad o
neurosis obsesiva, neurosis fóbica o histérica, hipocondría / o neurosis
psicosomática, y no hay indicios de ninguna psicosis.
Podemos
hacer estas declaraciones formales a la luz de exámenes clínicos detallados”.
En sus
exámenes anteriores, el Dr. Stopar
alcanzó los mismos resultados: “Pruebas científicas y sociológicas,
incluyendo (respectivamente) neuropsiquiatría, medico-psicológica, somática,
los perfiles de adolescentes y jóvenes adultos, las características de estilo
de vida e inteligencia y los estándares educativos, muestran que los
niños son absolutamente normales y libres de toda reacción psicopatológica”. Del
mismo modo, el Dr. Philippe
Loron, jefe de la Clínica de Neurología del Hospital La Salpietre de
París, quien examinó él mismo a los videntes en 1989, coincidió en que: “es la primera
vez que la ciencia médica ha participado hasta tal punto en la
evaluación del fenómeno del éxtasis. Y, en el proceso, lo que se confirmó de varias maneras fue la
integridad moral y psicológica de los videntes“. Después de tomar en consideración todas las
pruebas y resultados reunidos por el equipo francés, el Dr. Joyeux tuvo que
admitir, en su análisis final, que el: “fenómeno
de la aparición en Medjugorje, que fue estudiado durante cinco períodos
diferentes de 1984 con cinco videntes como sujetos, es científicamente inexplicable“. Reconoció que se está
produciendo un acontecimiento
extraordinario y, en una entrevista posterior dijo que:
“teniendo en cuenta todas las posibles
explicaciones naturales que fueron eliminadas por las investigaciones, las
experiencias de los niños no pertenecen a ninguna denominación científica”.
Por otra
parte, el doctor Luigi
Frigerio, otro miembro del equipo italiano, explicó que los
resultados combinados con pruebas neurológicas presentaron una paradoja que “no se pueden explicar de forma
natural, y por lo tanto puede ser sólo preternatural o sobrenatural”. Curiosamente, incluso
el Dr. Stopar
llegó a la misma conclusión años antes, admitiendo: “Tuve
la impresión de entrar en contacto con
una realidad sobrenatural en Medjugorje“. Tales hechos han
llevado a muchas conversiones
espirituales, especialmente de escépticos científicos.
EL
CONVENCIMIENTO DEL ESCÉPTICO DR. MARGNELLI
Randall
Sullivan relata la historia del Dr. Marco
Margnelli, un eminente
neurofisiólogo italiano y un ateo ardiente que llegó a Medjugorje en el
verano de 1988 decidido a exponer las apariciones como un fraude. Margnelli
tenía una historia bien conocida de dudar
de la validez del misticismo cristiano y de los fenómenos sobrenaturales. Fue
notoriamente conocido en su escepticismo hacia los estigmas del fraile
franciscano Padre Pío, posiblemente el místico más prominente del siglo
XX. Un experto en estados alterados de
conciencia, Margnelli llevó a cabo una serie de pruebas médicas sobre
los videntes de Medjugorje, en las cuales tuvo que concluir que durante sus
apariciones diarias los videntes, de hecho, entraron en: “un verdadero estado de
éxtasis; ciertamente estábamos en presencia de un fenómeno extraordinario”. Las observaciones
del Dr. Margnelli abarcan desde la realización de investigaciones médicas sobre los videntes hasta el testimonio personal
de sanaciones milagrosas y extraños sucesos que, por cierto, lo dejaron
desconcertado y profundamente sacudido. Sullivan relata una secuencia de
acontecimientos de los que el Dr. Margnelli había sido testigo en Medjugorje:
“que va desde los movimientos sincrónicos de los
videntes [durante las apariciones] hasta la curación aparentemente milagrosa de
una mujer con leucemia”.
Lo que más profundamente le había afectado fueron los pájaros.
“Durante la tarde se reunían en los árboles fuera
de la rectoría, chirriando, arrullando y llamando a centenares, a veces
ensordecedoramente fuerte, hasta que repentinamente y simultáneamente todos se
callan tan pronto como comienza la aparición.
Este silencio absoluto de los pájaros lo obsesionó, admitió el
médico”. Así, unas semanas después de regresar a Milán, el
Dr. Margnelli se convirtió en católico practicante.
LAS
INVESTIGACIONES RESPALDAN LA EXISTENCIA DE LO SOBRENATURAL
La posibilidad misma de lo sobrenatural en la sociedad moderna desafía a una inmensa gama de pensadores
influenciados por la Ilustración, que han negado la posibilidad de tales
fenómenos. Como se ha señalado, muchos estudiosos modernos han utilizado las
teorías de la neurología y la psicología para proporcionar explicaciones
alternativas, suponiendo que la gente
medieval y temprana moderna, con su falta de conocimiento científico, no era lo
suficientemente sofisticada como para entender. Irónicamente e
inversamente, el mismo proceso está
ocurriendo hoy en día, pero a la inversa. Se han utilizado disciplinas como la
ciencia médica, la neurociencia y la psicología para refutar las
preconcepciones racionalistas y naturalistas de muchos pensadores posteriores a
la Ilustración.
Las investigaciones científicas prestan un fuerte apoyo a las
apariciones de Medjugorje como un fenómeno sobrenatural legítimo, que socava
numerosas preconcepciones de la cosmovisión racionalista.
Desafía sus presuposiciones y proporciona un apoyo significativo a la posibilidad de la experiencia
mística y la intervención divina.
Sin embargo, si uno elige creer en el contenido espiritual detrás del
fenómeno – que la Virgen María está apareciendo -, todavía constituyen y
requiere un acto de fe.
Pero dado
que se ofrece tanta evidencia para la posibilidad, excluyendo todas las otras
explicaciones científicas alternativas, entonces las afirmaciones de los videntes deben tener una oportunidad justa.
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