El Colegio Mayor Universitario “Virgen del
Carmen” de Zaragoza, de los PP. Carmelitas, tiene previsto acoger los próximos 26 y 27 de mayo
un taller de Constelaciones Familiares
impartido por Mª Paloma Crisóstomo González, una más de las divulgadoras de
esta peligrosa pseudoterapia New Age
que se adentra en los campos de la psicología.
El tema que se trabajará en el
taller, según los carteles puestos en Zaragoza y la página web de la propia
Paloma Crisóstomo, será “los hijos”. La actividad
tiene un precio de 130 euros y, como es habitual en este tipo de ofertas
formativas New Age, será precedida por
una charla gratuita (de señuelo y captación) sobre Constelaciones
Familiares, el viernes 25.
En su página web, Paloma
Crisóstomo se presenta como maestra de Autoconocimiento,
profesora de Psicocorporalidad,
facilitadora en Constelaciones
Familiares y licenciada en Pedagogía
Sistémica. Además, asegura haber sido incluida por Bert Hellinger en la
Red de Consteladores Internacionales “Hellinger
Sciencia”.
Para inscribirse en el taller
se proporciona la página web de un fisioterapeuta zaragozano, José Ángel
Remacha Pérez, que además de publicitar las Constelaciones Familiares, realiza
su trabajo de una forma “más global y profunda”, con estudios en técnicas como osteopatía,
terapia craneo-sacral (y su aplicación pediátrica), manipulación visceral,
liberación somatoemocional, reeducación postural global, inducción miofascial y
movilización neuromeningea.
Desde la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) se ha informado
a la dirección del Colegio Mayor Universitario “Virgen
del Carmen”, que además forma parte del elenco de residencias
reconocidas por la Universidad de Zaragoza, sin recibir respuesta alguna. También
se ha hecho llegar esta información a la Orden del Carmen y al Arzobispado de
Zaragoza.
¿QUÉ SON LAS CONSTELACIONES
FAMILIARES?
Una de las supuestas nuevas terapias psicológicas que más está creciendo
en la actualidad es la de las Constelaciones Familiares. Por todos lados se habla de “constelar”, y hay profesionales debidamente
colegiados que practican esta técnica, además de cursillos que la enseñan, como
éste del que informamos, en un centro propiedad de la Iglesia.
Se basa en la Terapia
Sistémica Familiar del alemán Bert
Hellinger, antiguo misionero católico en África, influido por el psicoanálisis,
el Análisis Transaccional y la Terapia Gestalt, entre otras corrientes
psicoterapéuticas contemporáneas. Hellinger afirma que los sucesos traumáticos
que afectan a la familia, rompiendo su armonía original, permanecen como parte
de un “inconsciente colectivo” de esa familia, afectando a sus miembros más allá
de ese momento, incluso generaciones después.
Sobre esta base, las sesiones
de esta supuesta psicoterapia consisten en una especie de representaciones o dramatizaciones de los
hechos que supusieron la ruptura de la armonía familiar, de forma que afloren
esos traumas y se puedan asumir e integrar para recuperar esa armonía perdida.
Lo que se busca con este juego de rol, realizado en grupo, es recomponer el sistema
familiar, el grupo, de manera que vuelva a ser una “constelación”.
UN MÉTODO PELIGROSO
Esto trae consigo diversos
problemas. Uno de ellos es la explicación de esa transmisión de los traumas o
problemas a través de las generaciones, que muchas veces no pasa de unas razones mágicas sin fundamento alguno
(como la memoria celular). Otro es que acaba exculpando a las personas de lo
que les pasa, despojándolas de toda responsabilidad (algo que, seguro, influye
en su popularidad). Así lo resumen en una web crítica con las Constelaciones:
“¿Tiene cáncer
de pulmón? No es por fumar desaforadamente, es porque sus abuelos tuvieron una
separación desagradable. ¿No encuentra pareja? No es que esté haciendo algo
mal, es que está usted expiando un fracaso amoroso de la juventud de su madre.
La postura de Hellinger es que Hitler
no era una mala persona, sino una víctima de su constelación familiar”.
Lo que puede llevar a extremos
ciertamente perversos. Y para que las palabras de Bert Hellinger hablen por sí
mismas, veamos lo que dice ante un caso
de abusos sexuales de un padre a su hija: “Si
usted se ha confrontado con una situación de incesto, una muy común dinámica es
que la mujer no ha cumplido con su marido, ella rechaza mantener relaciones
sexuales. Luego, como compensación, la hija toma su lugar… Como ve, en el incesto, hay dos perpetradores,
uno en la sombra y uno al descubierto. No puede resolver el problema a menos
que salga a relucir el perpetrador escondido… La hija dice a su madre: ‘Lo hice
por ti’. Y ella puede decir a su padre: ‘Lo hice por mamá’… Si quiere pararlo
(el incesto), esta es la mejor manera, sin acusaciones. Si se lleva el perpetrador a la justicia, la víctima expiará por lo que
se le ha hecho al perpetrador”.
Es decir: que el padre que
abusa sexualmente de su hija no tiene culpa alguna. Es tan víctima de la situación como la niña.
En una terapia que se realiza como un juego de rol o dramatización, la persona
que ha sufrido una agresión de ese tipo tiene que arrodillarse delante de quien
representa a su violador, dándole gracias por la experiencia y pidiéndole
perdón por haberlo culpabilizado, cuando ella era la verdadera responsable de
la situación.
¿Un peligro? Sí, ciertamente. Una pseudoterapia New Age más que, en lugar de ayudar, culpabiliza a las víctimas y las hunde mucho
más. Una propuesta de gran violencia psicológica que puede generar dependencia personal y
fenómenos de sectarismo de gran calado.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
- Julio de la
Vega-Hazas, La organización “Constelaciones Familiares” ¿es una
secta?
- Angelo Fasce, Constelaciones Familiares: lo que no se cuenta
- Sergio García
Morilla, Constelaciones familiares, un peligroso método
pseudocientífico
Secretaría RIES
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