“Nuestra Madre, concede grandes favores a los que hacen bien su novena”, solía decir Don Bosco. El Santo siempre contaba a los jóvenes sobre los muchos favores que él y otros hermanos obtenían con esta oración a María Auxiliadora y que la Iglesia reza del 15 al 23 de mayo.
Cierto día San Juan Bosco recibió en la sacristía a un Señor que le
entregó una limosna, pidiendo que rezara por él y que pregonara por todo el
mundo las maravillas que el Señor hace a través de su Madre.
El hombre le contó que tenía un hijo único de cuatro años que cayó
enfermo, sin esperanza de curación. Él lloraba mucho y un amigo le sugirió hacer
una novena a la Auxiliadora con la promesa de entregar un donativo a la Iglesia
construida bajo esta advocación.
Así lo hizo y a la mitad de la novena su hijo quedó fuera de peligro.
Según la tradición salesiana, esta es la novena que
difundió Don Bosco:
1. Rezar durante nueve días seguidos tres
Padrenuestros, Avemarías y Glorias con la jaculatoria "Sea alabado en todo
momento el Santísimo Sacramento", y tres Salves con la jaculatoria
"María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros".
2. Acercarse a los Sacramentos de la Reconciliación
y de la Eucaristía.
3. Ofrecer una limosna o el propio trabajo personal
para sostener obras de apostolado, de preferencia aquellas en favor de los
jóvenes.
Redacción ACI
Prensa
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