Podemos encontrar (sin buscar mucho) parejas que han pasado por un tiempo «considerable» de noviazgo y que poco después de contraer matrimonio se hayan envueltos en una crisis de pareja que no se esperaban.
Se supondría que gracias a los
varios años de noviazgo que tuvieron, la buena relación matrimonial debería
estar prácticamente garantizada, pero la realidad nos demuestra que no es así.
Incluso existen parejas que
tenían 10 años o más de noviazgo y que a los pocos meses de casados optan por
separarse. Razones de la ruptura podremos encontrar múltiples, sin embargo, hoy
te invitamos a considerar una de ellas:
NO CONTEMPLAR LOS «CERO AÑOS DE MATRIMONIO»
Sonará obvio el hecho de que
una cosa es la relación de pareja en el noviazgo y otra muy distinta es la
relación de pareja en el matrimonio.
No obstante, en muchas
ocasiones hace falta que las parejas reflexionen precisamente
que noviazgo y matrimonio son dos realidades distintas, con características diferentes y con
requerimientos diversos.
En la medida en que mejor se
comprenda esto, se podrá vivir de mejor manera la transición de la vida de
novios a la vida matrimonial.
EXISTEN DIVERSAS IDEAS ERRÓNEAS QUE PODEMOS TENER
FRENTE AL MATRIMONIO
En muchas ocasiones sin darnos
cuenta, estas ideas no abonan a que identifiquemos convenientemente que al
casarnos estaremos entrando a una realidad distinta a la del noviazgo.
UNA DE ESTAS IDEAS ES CREER QUE EL MATRIMONIO ES
UNA ESPECIE DE «EXTENSIÓN» DEL NOVIAZGO.
También se encuentra el caso
de quienes piensan que se conocen tan bien por los años de noviazgo que la adaptación a
la convivencia matrimonial se dará prácticamente en
automático.
Esta idea puede llegar a sonar
un tanto lógica, sin embargo, al iniciar la vida matrimonial
te encontrarás con que no te casaste con una idea sino con una persona de carne
y hueso.
Una con virtudes, debilidades,
costumbres, «mañas», hábitos, etc., que, en
definitiva, solo se pueden experimentar en esa convivencia del día a día dentro
de la vida matrimonial.
Bien dice el famoso dicho «si
quieres conocer a Inés, vive con ella un mes». La cuestión principal está en
que debemos evitar el crear falsas
expectativas e ideas sobre cómo será o cómo debe ser nuestro matrimonio, cómo
«debe ser» mi esposo o esposa.
Puede ser que lleves varios
años de noviazgo, incluso que consideres que ya son «muchos»,
pero la realidad es que cuando se casen tendrán «cero
años de casados» y al ser así habrá que darse la oportunidad de
«redescubrirse».
EMBÁRCATE EN LA AVENTURA DE SEGUIR DESCUBRIENDO A
TU PAREJA
Lo que estamos comentando
podría llegar a interpretarse de manera negativa o pesimista, pero nada más
alejado de la realidad.
El hecho de seguir
descubriendo a esa persona que amas y que has prometido amar para toda tu vida
es toda una aventura para la pareja y es la respuesta que se tiene a esa
vocación al amor: irle conociendo y amando más y mejor cada día.
Como dice Enrique Rojas «El amor verdadero es un acto de la voluntad, que significa la
determinación de trabajar el amor elegido, poniendo todos los medios a nuestro
alcance».
Si bien es cierto que no se
parte de cero en el matrimonio, por el conocimiento mutuo que tienen gracias al
noviazgo, también es cierto que el día de la boda será precisamente el día uno
del matrimonio.
Tal como se fueron conociendo
a lo largo del noviazgo y así consolidaron la relación como novios, ahora habrá
que darse la oportunidad de irse conociendo dentro de la vida matrimonial.
Haciendo de cada momento del
día una oportunidad de crecimiento en el amor pleno y maduro al cual están
llamados como esposos.
Para terminar, nos gustaría
recomendarte el curso online «Amor en camino»,
perfecto para todas aquellas parejas que se están preparando para el
matrimonio. ¡Les va a cambiar la vida!
Artículo elaborado por Francisco Peralta Dávalos y
Anahí Ruvalcaba Ortiz.
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