EN PLENO ORGULLO GAY SE CONOCE UN TIPO DE TESTIMONIO MUCHAS VECES SILENCIADO
PARA MARÍA, LA ATRACCIÓN POR PERSONAS DEL MISMO SEXO ES LA FORMA DE LUCHAR POR SU SANTIDAD A TRAVÉS DE UNA VIDA CASTA.
María creció en una familia
católica practicante en España. Siempre vivió
su fe únicamente para contentar a su familia, y pronto abandonó la Iglesia.
Comenzó así un camino que le llevó a la homosexualidad, las drogas y a
estar cerca de perder la vida en
varias ocasiones. La muerte de sus padres, su decisión de alcanzar el cielo y "una chica puesta por el Señor" llevaron
a María de vuelta a la fe y la felicidad.
Este es un ejemplo más de una
tendencia cada vez más visible de lesbianas y homosexuales que
quieren dejar atrás la vida gay. Muchos de ellos,
como destacamos en este artículo, acaban
lográndolo a través de la fe, la castidad e incluso ayudados
por personas situadas en el punto de mira del lobby LGTBI.
ABANDONÓ LA FE Y CAYÓ
"EN UN POZO SIN FONDO"
Ha contado su
testimonio en la página de Courage
Internacional, un apostolado
de fe, amistad y castidad para quienes
experimentan atracción sexual por personas de su mismo sexo pero quieren vivir según la enseñanza de la Iglesia. Desde temprano y pese a
tener una familia católica, "vivía mi fe más por obligación que por devoción y dejé de practicarla. Esa decisión
fue dejándome vacía por dentro y en mi vida fue desencadenándose un camino de
decisiones equivocadas que me llevaron a un pozo sin fondo del que no podía ni sabía
salir".
Además siempre fue tímida y le
costó relacionarse. “Me encerré en las relaciones
por internet, y conocí a una chica
de la que me hice muy amiga”, cuenta. “Me dijo
que sentía atracción hacia personas del mismo sexo”.
Aquella revelación despertó en María la misma atracción.
“Al principio me costó entender esto en mi vida. Yo me consideraba una mujer
cristiana, aunque no practicante, pero al final terminé por aceptarlo y comencé
una relación con esta mujer”.
Tras abandonar la fe,
María cayó en un pozo sin salida de drogas, sexo y alcohol que casi le hacen
perder la vida.
ARRIESGÓ SU VIDA CON
ALCOHOL Y DROGAS PARA SENTIRSE ACEPTADA
Siempre mantuvo en secreto su
atracción, y bromeaba sobre las relaciones con chicos como si le importasen. “Todo lo he hecho como medida de proyección por miedo
a sentirme juzgada, insultada o rechazada por mi familia o esas
personas cercanas que me pudiesen importar”.
No tardo en vivir “libremente” su atracción. “A una de las parejas que tuve le gustaban mucho las fiestas. Para
sentirme aceptada por sus amigos me dejé arrastrar y acabé
metiéndome en el mundo del alcohol y las drogas”.
“Toda esta
situación me llevó a tocar fondo, poniendo mi vida en juego hasta pender de un
finísimo hilo que me separaba de este mundo y del otro. Tantos años
perdidos en malas compañías y malos hábitos me dejaron bastante vacía sin saber
muy bien hacia dónde ir”.
DE NOVIAS A HERMANAS EN
LA FE AL DESCUBRIR A DIOS
“Después de un
tiempo, comencé otra relación con una
mujer que a diferencia de las otras era católica practicante”,
relata.
Con el paso de los años, se
muestra convencida de que fue el Señor quien puso a esta persona en su camino. “Comenzó a llevarme de nuevo a misa, rezábamos
el rosario, y poco a poco nos
acercábamos más a Dios. El Señor nos fue transformando y juntas
fuimos dejando atrás aquella vida, caminando no como pareja sino como
hermanas”.
“Por extraño que
pueda ser, el Señor se sirve de algo que puede parecer malo para sacar algo
bueno”, explica.
Gracias a la oración,
María y su novia fueron transformadas, dejaron las relaciones y viven como
hermanas en la fe.
QUERÍA LLEGAR AL CIELO,
PERO NO PODÍA SOLA
María perdió a sus
padres y fue consciente de que
"esta vida no acaba aquí, y de que después nos espera el cielo. Yo quería llegar a ese cielo.
Creyéndome totalmente autosuficiente para lograr cualquier cosa por mí misma, tomé
la decisión de renunciar a las relaciones con personas de mí mismo sexo,
vivir mi fe de un modo coherente y alcanzar mi meta final que es el cielo”.
Sin embargo, no tardó en darse
cuenta de que no podía alcanzar su objetivo sin la oración. “Con el tiempo el Señor me demostró que no soy
autosuficiente y que sola no puedo lograr nada. Como personas
humanas que somos tenemos debilidades que nos hacen volver a caer si no
depositamos nuestra fuerza y confianza en Dios”.
“Entonces le
pedí que no me dejara caer de nuevo y que me ayudara. En ese
momento, apareció Courage”.
COMO CAÍDO DEL CIELO:
VIVIR LA SEXUALIDAD DESDE LA FE
Desde hace 40 años, Courage Internacional se dirige a todos los
sacerdotes –con una variante dirigida a laicos, Encourage– que sufren atracción por personas del mismo sexo
y desean vivir la sexualidad de acuerdo con la moral católica.
En 1978, el arzobispo de Nueva
York Terence Cooke comenzó a albergar la idea de dar salida a este apostolado y
dos años después, se celebró la primera reunión que daría lugar a Courage Internacional. En aquel encuentro, los
fundadores establecieron las cinco metas que buscaría su apostolado en el crecimiento de
los fieles y del clero que buscase su ayuda: castidad,
oración, hermandad, apoyo y buen ejemplo y testimonio. Actualmente es dirigido por el
sacerdote Philip Bochanski.
Desde entonces, Courage no
ha hecho más que extenderse por todo el mundo y ya cuentan en todo
el mundo con 31 capítulos de laicos y 43 de religiosos distribuidos en México, Brasil, España, Estados
Unidos y Centroamérica, entre otros lugares.
El presidente de
Courage, Philip Bochanski, detalla la historia y misión de su organización.
COURAGE SE REUNÍA "EN LA IGLESIA DE AL LADO"
De este modo, María afirma que “el Señor, cuando habla, te habla alto y fuerte y no deja
respuestas a medias. Se me ocurrió escribir un mail y a través de la respuesta el
Señor me dijo: `Courage es lo
que he buscado para ti. Ahora anda y ve´”.
“En aquel mail me
decían que existía un capítulo en España y por si fuera poco, no solo
estaba en mi ciudad sino que se reunían en la Iglesia donde acudía
normalmente”.
Aquella noticia reforzó su
determinación. “Cuantas vueltas me hizo dar el
Señor en mi vida durante muchísimos años, dejándome libertad de equivocarme una
y otra vez para ir preparando mi corazón a la entrega total a Él y que ahora
solo me llevan a decir un 'SÍ' en mayúsculas. Quiero luchar por mi santidad a
través de una vida casta”, afirma también la joven.
UNA FAMILIA QUE LA
ESCUCHÓ Y ACOGIÓ
Sobre esta ayuda, asegura que “en Courage he encontrado una familia donde me
siento escuchada, acogida, sin sentirme en ningún momento juzgada, ni
condenada. Courage ha ido dando respuesta a tantas preguntas que me he hecho
durante casi veinte años de mi vida, pensando cual era el sentido de
aquel camino erróneo que durante tanto tiempo seguí”.
“Ahora sé que todo
ha tenido un sentido y que el Señor me ha puesto aquí para que pueda ser instrumento para ayudar a mis
hermanos, luchando por llevar con alegría esta cruz, que es
el camino de mi libertad y de mi
santidad. Ahora, que después de los años soy consciente de todo
esto, solo puedo dar gracias a Dios porque Él me sacó sin permitir que me pasara nada
malo y para que hoy pueda dar testimonio de ello”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario