«OS DESAFÍO A QUE ME NEGUÉIS LA COMUNIÓN»
Un miembro
Demócrata de la Cámara de Representantes norteamericana desafía públicamente a
la Conferencia Episcopal a que le niegue la Comunión la próxima vez que vaya a
Misa. El congresista afirma que es «católico», a la vez que defiende el aborto
y otros muchos males gravemente inmorales.
(InfoCatólica) La toma de posesión por Joe Biden de la Presidencia
de los Estados Unidos el pasado mes de enero llevó a primer plano en el país
varias cuestiones relacionadas con la moral católica y la conducta que deben
tener los políticos católicos.
En efecto, el Presidente Biden se considera católico y recibe la comunión al asistir a Misa, a pesar de ser quizá el
presidente con
políticas más abortistas de la historia
de los Estados Unidos, además
de promover activamente otros males morales graves, como el «matrimonio» del mismo sexo o la ideología de
género, entre otros. La justificación que da a sus políticas abortistas reside
en que «personalmente» se opone al aborto,
pero políticamente considera conveniente apoyarlo en todas las ocasiones que se
le presentan.
Ante esta situación, los
obispos estadounidenses se han visto obligados a considerar en serio una cuestión que aún no está resuelta en el país: si debe darse o no la
comunión a los políticos abortistas que se consideran a sí mismos católicos.
La Congregación para la Doctrina de la Fe zanjó ya esta cuestión en 2004 con
una carta específica a los obispos norteamericanos en la que se les recordaba que
no podía darse la comunión a los políticos que apoyaran «con persistencia obstinada» el «derecho»
al aborto. Sin embargo, a pesar de la advertencia del entonces cardenal Ratzinger, bastantes obispos de los Estados Unidos,
muchos de los cuales son muy próximos al partido Demócrata, han seguido dando
la comunión a los políticos abortistas en sus diócesis.
La Presidencia de Biden, sin embargo, parece haber
causado una crisis en esta situación, porque ha
tenido el efecto de mostrar con toda claridad la hipocresía de la actitud de
algunos obispos, que proporciona una coartada para que un político abortista
como el actual Presidente pueda afirmar que es «católico».
Como reacción a esta contradicción patente de los principios morales
católicos, la mayoría de los obispos parecen ser ahora contrarios
a dar la comunión a los políticos abortistas,
y han conseguido introducir esta cuestión en los temas que
serán tratados por la Conferencia Episcopal próximamente, contra
las protestas de un grupo más reducido de obispos.
En este contexto, los
políticos abortistas y «católicos» han
comenzado a lanzar advertencias públicas a los obispos que osan considerar
siquiera la posibilidad de no darles la comunión por el detalle de negar
públicamente la fe católica y fomentar el asesinato de casi un millón de niños
inocentes al año en el país. De este modo, un congresista del
Partido Demócrata por el estado de California, Ted Lieu, ha entrado
en la polémica al publicar un mensaje en Twitter dirigido a la Conferencia
Episcopal de los Estados Unidos. En el mensaje, el congresista se muestra
claramente a favor de toda una serie de prácticas consideradas gravemente
inmorales por la Iglesia: el derecho al aborto, la
anticoncepción, las técnicas de reproducción asistida consideradas inmorales
por la Iglesia, el divorcio y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
No obstante, en el mismo
mensaje, el congresista Liu afirma ser católico,
sin explicar en qué sentido puede ser católico alguien que niega la enseñanza
moral y de fe de la Iglesia en temas tan importantes, que incluyen al menos un
dogma de fe y varias verdades irreformables. Desde esa postura contradictoria
de un católico que no cree lo que cree la Iglesia, el congresista se permite
además plantear un desafío a los obispos de su país:
Dear @USCCB:
I’m Catholic and I support:
-Contraception
-A woman’s right to choose
-Treatments for infertility
-The right for people to get a divorce
-The right of same sex marriage
Next time I go to Church, I dare you to deny me Communion. https://t.co/bUmiyJ8TtH
— Ted Lieu
(@tedlieu) June 18, 2021
«La
próxima vez que vaya a Misa, os desafío a que me neguéis la Comunión».
Resulta muy significativo que
el congresista haya estudiado en un colegio jesuita (St. Ignatius Highschool) y en una prestigiosa universidad jesuita (Georgetown).
El texto del twit
escrito el 18 de junio por el congresista dice:
Querida @USCCB [Conferencia
Episcopal de los Estados Unidos]:
Soy católico y
estoy a favor de:
-Los
anticonceptivos
-El derecho a
elegir de la mujer
-Los
tratamientos de la infertilidad
-El derecho de
las personas a divorciarse
-El derecho al
matrimonio del mismo sexo
La próxima vez que
vaya a Misa, os desafío a que me neguéis la Comunión.
En otro mensaje en Twitter el
congresista se quejó de que «una católica puede
amar a Jesús con todo su corazón, oponerse al aborto y trabajar en servicios
caritativos católicos, pero, si cree que el gobierno no debe encarcelar a las
mujeres por abortar, se le puede negar la comunión». Esta forma de
plantear la cuestión no termina de encajar con el hecho de que el congresista tiene un historial de apoyo al aborto en el 100 % de las
votaciones en que ha participado. No
se trata pues de que no esté de acuerdo con una pena concreta, sino de que
siempre actúa a favor del aborto en cualquier circunstancia, por cualquier
razón y en cualquier plazo.
Esta declaración pública de
Ted Lieu es una nueva advertencia a los obispos, después de que 60 congresistas del partido Demócrata publicaran el día 18 de junio una
«Declaración de Principios», escrita en papel con el membrete del Congreso de
los Estados Unidos. En la Declaración de Principios, que también firmó el
propio Lieu, se afirmaba que «convertir la
Eucaristía en un arma contra legisladores del partido Demócrata por su apoyo al
acceso legal y seguro de las mujeres al aborto» era «contradictorio». Asimismo,
se apelaba a la «primacía de la conciencia» y
a la «separación entre la Iglesia y el Estado», a
la vez que los congresistas afirmaban que aceptaban «la
tensión que conlleva estar en desacuerdo con la Iglesia en algunas áreas».
Asombrosamente, los
congresistas afirmaban que aceptaban «la vocación y
misión de los laicos expresada por el Papa Juan Pablo II en su exhortación apostólica Christifideles Laici».
Curiosamente, en esa exhortación apostólica se afirma que el derecho a la vida,
«desde el momento de la concepción hasta la muerte natural», es «el derecho primero y fontal, condición de todos los
otros derechos de la persona» y se recuerda que «nadie,
ni la persona singular, ni el grupo, ni la autoridad, ni el Estado pueden
modificarlos y mucho menos eliminarlos, porque tales derechos provienen de Dios
mismo». Asimismo, se recuerda que la misión de defender el derecho a la
vida es tarea particular de los que detentan el poder político, entre otros.
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