Aurelio tiene 53 años, tomó ayahuasca una noche, por su trabajo de consultor en auditorías, en Pucallpa; él vive en Lima.
En su
mareación él se vio al momento de nacer. Después se vio en su desarrollo fetal,
a los cuatro meses y sucedió que escuchó a su papá y mamá que conversaban
acerca de su aborto. La mamá decía que lo que había tomado no le había hecho
efecto. Él sintió un miedo terrible siendo un nonato de cuatro meses. Le pasó
su mareación.
Tiempo
después fue a visitar a sus padres a Tarma que son campesinos adventistas. Con
esfuerzo les preguntó sobre su intento de abortarlo. El papá mudo, la mamá le
dijo: ¿Cómo puedes saber eso? Sí, me
embaracé de ti a nueve meses de nacida tu hermana y estaban tus otros hermanos
mayores. Se abrazaron.
Aurelio
es casado, es un hombre serio, tiene tres hijos, dos mujeres, un hombre. Su
hija mayor tenía 17 años, él era muy celoso con sus enamorados. De pronto el
ambiente familiar se hizo tenso y al cabo de un tiempo, la madre le dijo
tratando de estar calma: Tu hija quiere conversar
contigo. Rompiendo a llorar la hija le dijo: Papá,
estoy embarazada de cuatro meses. Él abrazó con emoción a su hija... no
sufras hijita a nuestro lado no te va a faltar nada. Después la esposa le dice:
Temíamos que tendrías una reacción violenta, cuánto
te quiero.
Hoy día
soy muy feliz con mi nieta de casi tres años y medio, siento que me da ánimos.
Así declara Aurelio a un programa radial de asuntos paranormales.
Alejandro Smith Bisso.
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