En más de una ocasión las personas que se han opuesto al “matrimonio homosexual” han sido calificadas de homofóbicas. La ONG Comunidad y Justicia explica si esto es realmente así.
La organización se pronunció en medio del debate del proyecto de
matrimonio igualitario que discute el Senado de Chile desde el 15 de junio,
tras ser reactivado como “suma urgencia” por
el presidente Sebastián Piñera.
En la discusión, los expositores contrarios al proyecto han sido
calificados como “homofóbicos” y promotores
del “discurso de odio”.
Sin embargo, en su cuenta de Twitter, Comunidad y Justicia señaló que “descalificar muestra una falta de disposición para
dialogar. Así ocurre con quienes usan palabras como ‘homofobia’ o ‘discurso de
odio’”.
En ese sentido, recordó que según la RAE la homofobia es una “aversión exagerada a alguien o algo” y para la
psiquiatría es un “temor angustioso e
incontrolable” que “se sabe absurdo y se
aproxima a la obsesión”.
Por ende, homofobia “sería una aversión
exagerada, quizás patológica, a las personas homosexuales”; mientras que
“discurso de odio” sería mostrar “aversión hacia alguien cuyo mal se desea”, precisó.
Por tanto, “oponerse al matrimonio
homosexual no es un discurso de odio, pues no desea el mal contra las personas
homosexuales ni expresa aversión hacia ellas. La posición tradicional del
matrimonio es también razonable, y no se funda en odio, prejuicios ni fobia”.
Comunidad y Justicia sostuvo que quienes defienden el matrimonio natural
“no dan un discurso contra personas (ni siquiera
contra determinadas conductas libres), sino una visión acerca de lo que el
Estado debe reconocer y promover como núcleo fundamental de la sociedad y del
sentido de dicha promoción”.
En ese sentido, “nadie propone que las
personas que sienten atracción hacia otros de su mismo sexo sean considerados
inferiores en dignidad. Lo que ocurre es que la posibilidad de casarse está
sujeta a ciertos límites que dependen del fin de esta institución y del sentido
que tiene su promoción”, recordó Comunidad y Justicia.
El matrimonio es una “institución pública
con muchas repercusiones políticas y culturales y el sentido que tiene su
reconocimiento depende de concepciones antropológicas, no se odio ni aversión
personal hacia persona individuales”.
Por ello, un debate “racional” exige “centrarse en los argumentos, refutando premisas y
conclusiones o buscando señalar las diferencias de principio que existan” más
no “insultar o descalificar al que piensa distinto”.
PROYECTO DE LEY DEL
MATRIMONIO IGUALITARIO
Luego de aprobar el aborto en tres causales, en septiembre de 2017 la
presidenta de ese entonces, Michelle Bachelet, presentó al Congreso el proyecto
de ley de “matrimonio igualitario”.
El proyecto está en su primer trámite constitucional y busca modificar,
entre otras normativas, el Código Civil, el Código del Trabajo, la Ley de
Adopción de Menores y la Ley de Acuerdo de Unión Civil que regula los efectos
jurídicos de la convivencia entre parejas del mismo sexo y heterosexuales,
promulgado en abril de 2015 por Bachelet.
En enero de 2020 el
Senado aprobó la discusión del proyecto en su cámara, pero estuvo detenido hasta que el
presidente Piñera reactivó con “suma urgencia” la
discusión.
Así, el 15 de junio la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento retomó el texto que además contempla los derechos de filiación y
adopción.
Hasta el 23 de junio se han rechazado 11 de las 13 indicaciones
presentadas por los senadores de la UDI, Iván Moreira y Víctor Pérez.
POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa
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