Yo hice el servicio militar en el año 94. En esa época, bastaba afirmar que hacer la “mili” iba contra tu conciencia para que te ahorraras ese servicio de nueve meses. En mi caso, hubiera sido una traición a mi conciencia decir tal cosa.
¿Cómo ser soldado va ir contra la conciencia de un católico? Sería como afirmar que es ilícito ser policía o
antidisturbios. Hacer la guerra, a veces, es un imperativo moral. Y no hacerla
sería un pecado. A cada mal, su remedio.
Bueno,
dicho lo cual, me llena de admiración que los ingleses tengan una institución
como el Hospital Real de Chelsea. No es un hospital, sino una residencia para
militares retirados que pueden vivir en lo que siempre han amado: un ambiente marcial.
La
belleza del edificio, la grandeza de su comedor, el orden que reina en sus
instalaciones, todo inspira la grandiosa idea que los ingleses han tenido de su
ejército. Los pensionistas de Chelsea, además, tienen sus actividades como
soldados y están presentes en las grandes ceremonias de Estado. Tienen, como
podéis ver en las fotos, su propio uniforme de pensionistas de esa residencia.
Hay más casas de este tipo en el Reino Unido, pero esta es famosa por su
belleza, por la bien ganada dignidad que ha mantenido.
Ciertamente
que para ser sacerdote se requiere vocación. Pero no olvidemos que ser soldado,
ser militar, es también otra vocación, otro modo de vivir la vida, no un mero
trabajo para ganar un sueldo. Saludo con respeto a todos los militares de este
blog cuyo trabajo es mantener la paz.
P. FORTEA
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