LA DIVERSIÓN ANTES DE LA EXISTENCIA DE APLICACIONES EN EL MÓVIL
Es un hecho que Internet se ha
convertido ya para una gran parte de la humanidad en su patria. Ya no es un instrumento
que se consulta en un momento dado, es un lugar, es la parte del mundo donde la
mayoría pasa una gran parte del día a ratos o seguida.
Esto es
un hecho, no estoy haciendo ahora una crítica, ni a esto va a seguir un sermón.
No estoy diciendo si es bueno o mal, únicamente constato una realidad.
Podemos
contraponer realidad e Internet, pero sin olvidar que Internet forma parte de
la realidad.
No estoy
diciendo que no haya que reconducir los aspectos desordenados del uso de la
Red. Pero el trabajo, el descanso, la amistad, la lectura, hasta la oración, en
gran medida, pasa por la Red. O, mejor dicho, está en la Red y nosotros estamos
en ese “lugar”. Nosotros vivimos en esa
patria grande como el mundo, donde caben muchos mundos.
Matrix apareció
en 1999. Y hablaba de un mundo donde los hombres reales estaban conectados. La
conexión a la Red de la humanidad es un hecho históricamente irreversible.
Podemos discutir muchas cosas, pero la conexión de cada ser humano resulta
inevitable, avance como avance el futuro.
Nosotros,
los sacerdotes, debemos encauzar las cosas lo mejor posible, del modo más
humano, más enriquecedor. Pero sin echar sobre las conciencias sentimientos de
culpabilidad. Una sociedad pastoril en las que cuidamos de las cabras mientras
tocamos la lira ya no volverá.
P. FORTEA
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