El Prepósito General de la Compañía de Jesus es
pertinaz en su heterodoxia
El P. Arturo
Sosa, Prepósito General de la Compañía de Jesús, ha concedido una entrevista a
la revista Tempi en la que, como ya hizo al menos en otra ocasión, ha
arremetido contra la doctrina católica negando la existencia real de Satanás.
(Tempi/InfoCatólica) El P. Sosa ha sido invitado a
participar en el Meeting (encuentro) anual de Rímini, organizado por
Comunión y Liberación. La presidenta del evento, Emilia Guarnieri, se mostró
muy entusiasta con la presencia del superior de los jesuitas: «Le invitamos para aprender a ejercer el discernimiento
del que habla el Papa Francisco: ustedes, los jesuitas, son maestros del
discernimiento». A lo que el P. Sosa respondió: «Deberíamos»
En la entrevista a Tempi, se
le pregunta por la disminución de vocaciones en la Compañía de Jesús a excepción
de África y Asia. El Prepósito General responde que el Concilio Vaticano II
apostó por la vocación de los laicos y recuerda que, aunque hay que pedir por
las vocaciones, es Dios quien llama. Además asegura que «es necesario corregir la imagen del sacerdote para que refleje mejor
la del sirviente».
A continuación,
algunas de las preguntas de la entrevista:
¿QUÉ RELACIÓN DEBEN
TENER LOS CRISTIANOS CON LAS SAGRADAS ESCRITURAS HOY? DESPUÉS DE 150 AÑOS DE
EXÉGESIS HISTÓRICO-CRÍTICA Y DESPUÉS DEL CONCILIO VATICANO II, ¿CÓMO DEBERÍAMOS
LEER Y APROPIARNOS DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS?
La Sagrada Escritura es una
fuente privilegiada de relación con el Señor: le escuchamos a Él, es la Palabra
de Dios. Todos los progresos que han tenido lugar en la exégesis bíblica nos
ayudan a tener en cuenta que (Dios) se pronunció en contextos sociales y
culturales particulares, que en la Biblia hay varios géneros literarios, y
sobre todo que las Escrituras se deben tomar en su conjunto, no se pueden
dividir en pasajes y citas aislados. La Biblia debe entenderse como un todo que
se entiende a través de la persona de Jesucristo: él es la clave para la interpretación.
Entendemos esto por la historia de los discípulos de Emaús: fue al escuchar las
explicaciones de Cristo que entendieron los eventos que ocurrieron y su
conexión con las Escrituras.
HEMOS LEÍDO EL
INSTRUMENTUM LABORIS DEL SÍNODO PARA LA AMAZONIA. EL DOCUMENTO DESCRIBE BIEN
LAS CONDICIONES Y LOS PROBLEMAS SOCIOECONÓMICOS DE LAS POBLACIONES DE ESTA ZONA
Y SUS NECESIDADES PASTORALES, INCLUIDO SU PROTAGONISMO ECLESIAL. LA EXALTACIÓN
DEL CULTO A LOS ESPÍRITUS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y UNA DESCRIPCIÓN DE LA
COSMOVISIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS QUE TAL VEZ YA NO EXISTE SON
DESCONCERTANTES: CASI TODOS LOS INDÍGENAS SE HAN MODERNIZADO. ¿QUÉ PIENSA DE
ELLO?
No soy un experto en temas
amazónicos, pero todavía hay muchos grupos de indígenas que viven aislados y
tienen su propia cosmovisión no condicionada por la civilización moderna: es
una realidad. Hay una tensión que no es fácil de expresar: todas las culturas,
indígenas o no, son creaciones humanas, pero al mismo tiempo la diversidad
cultural refleja el rostro de Dios: creó al hombre a su imagen y semejanza,
capaz de crear diversas culturas La variedad cultural es una riqueza que debe
ser preservada como una dimensión esencial de la vida humana. El gran desafío
es el diálogo intercultural: las culturas, si están
vivas, cambian para adaptarse a las nuevas circunstancias al encontrarse con
otras culturas. En el diálogo con otras culturas dan lugar a cambios que
caracterizan el mundo actual y provocan la interculturalidad. Pero debemos
entender y experimentar la pluralidad de las culturas como una riqueza de la
humanidad.
PADRE SOSA, ¿EXISTE
EL DIABLO?
De diferentes maneras.
Necesitamos entender los elementos culturales para referirnos a este personaje.
En el lenguaje de San Ignacio, es el mal espíritu el que te lleva a hacer cosas
que van en contra del espíritu de Dios. Existe como el mal personificado en
diferentes estructuras pero no en las personas, porque no es una persona, es
una forma de implementar el mal. Él no es una persona como una persona humana.
Es una forma de maldad que está presente en la vida humana. El bien y el mal
están en una lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos formas de
indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, completamente bueno. Los símbolos
son parte de la realidad, y el demonio existe como una
realidad simbólica, no como una realidad personal.
NO ES LA PRIMERA VEZ
A pesar de que la doctrina católica es clara respecto a la existencia de Satanás como
ángel caído y no como una mera realidad simbólica,
no es la primera vez que el Prepósito General de la Compañía de Jesús realiza afirmaciones heterodoxas al
respecto. En junio del 2017 ya declaró en una entrevista concecida al diario El Mundo que
«hemos hecho figuras simbólicas, como el
diablo, para expresar el mal».
Tales declaraciones provocaron la reacción de
sacerdotes exorcistas, testigos muy directos de la
existencia real de Satanás y los espíritus inmundos.
Entonces, un portavoz del Prepósito General aseguró que sus
palabras se habían sacado de contexto y que «como todos los católicos, el Padre Sosa profesa y enseña
lo que la Iglesia profesa y enseña. No tiene un conjunto de creencias separadas
de lo que está contenido en la doctrina de la Iglesia Católica». Y
añadió: «el Padre General Arturo Sosa cree y enseña
lo que la Iglesia cree y enseña. No tiene otro conjunto de creencias aparte de
lo que está contenido en la doctrina de la Iglesia Católica».
La realidad, como acabamos de
ver, es muy diferente. El P. Sosa se aparta claramente
de la fe católica en este asunto. A continuación, lo que enseña el Catecismo y San
Pablo VI al respecto
EXISTENCIA DEL DIABLO
Detrás de la elección
desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a
Dios (cf. Gn 3,1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte (cf. Sb 2,24).
La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído,
llamado Satán o diablo (cf. Jn 8,44; Ap 12,9). La Iglesia enseña que primero
fue un ángel bueno, creado por Dios. Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem
natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali ("El diablo y los otros demonios fueron creados por
Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos")
(Concilio de Letrán IV, año 1215: DS, 800).
(Catecismo de la Iglesia Católica, 391)
(Catecismo de la Iglesia Católica, 391)
Y:
El mal no es solamente una
deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y
perversor. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa. Se sale del
cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su
existencia; o bien quien hace de ella un principio que existe por sí
y que no tiene, como cualquier otra criatura, su origen en Dios; o bien la explica como una pseudorrealidad, una
personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras
desgracias.
(Catequesis del Beato Pablo VI, Papa, en la audiencia general del miércoles 15 de noviembre de 1972)
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