Virgen, 26 de agosto
Por: n/a | Fuente: Carmelholyland.org
VIRGEN
CARMELITA
Martirologio
Romano:
En la ciudad de Belén, en Tierra Santa, Santa María de Jesús Crucificado
(Mariam) Baouardy, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas, que, colmada
de carismas místicos, unió la vida contemplativa con una singular caridad († 1878).
Fecha de
beatificación: Ella fue beatificada el 13 de
noviembre 1983 por el Papa Juan Pablo II.
Fecha de canonización: 17 de mayo de 2015, durante el pontificado de S.S. Francisco.
Fecha de canonización: 17 de mayo de 2015, durante el pontificado de S.S. Francisco.
BREVE
BIOGRAFÍA
Mariam Baouardy nació el 5 de enero de 1846, en Ibillin, una pequeña
aldea de Galilea, a mitad de camino entre Nazareth y Haifa, en una familia de
rito griego-católico. Pero Mariam no tenía aún 3 años cuando su padre muere
confiándola a la fiel custodia de san José. Algunos días más tarde muere su
madre. Es así que Boulos es adoptado por una tía y Mariam por un tío de buena
condición.
Es recibida en el Carmelo de Pau en junio de 1867, dónde recibe el
nombre de Hermana María de Jesús Crucificado. Su sencillez y su generosidad
conquistan los corazones de todos. Don de profecía, ataques del demonio o
éxtasis… entre todas las gracias divinas de las cuales está colmada, está
aquella de saberse, de manera muy intensa, ser ‘nada’
frente a Dios, y cuando habla de ella misma se llama "la pequeña
nada", es realmente la expresión profunda de su ser.
Funda el Carmelo de Belén y Nazareth. Muere, el 26 de agosto de 1878, a
los 32 años.
GALILEA:
LA INFANCIA
Mariam Baouardy nació el 5 de enero de 1846, en Ibillin, una pequeña
aldea de Galilea, a mitad de camino entre Nazareth y Haifa, en una familia de rito
greco-católico. Sus padres no lograban traer al mundo un hijo que sobreviviese:
doce niños les murieron uno después de otro, siendo todos ellos muy pequeños.
En su profundo dolor y confianza en Dios, decidieron entonces hacer una
peregrinación a Belén para ir a rogar ante el Pesebre y pedir la gracia de una
hija. Es así como Mariam vino al mundo. Y luego de ella, el siguiente año, su
hermano Boulos.
Pero Mariam no tenía aún 3 años cuando su padre muere confiándola a la
fiel custodia de san José. Algunos días más tarde muere su madre. Es así que
Boulos es adoptado por una tía y Mariam por un tío de buena condición.
De sus años de infancia en Galilea, le quedará, a la vez, ese maravillarse
delante de la belleza de la Creación, de la luz, de los paisajes dónde todo le
habla de Dios y del sentimiento, muy fuerte, de que “todo
pasa”.
Una experiencia de niña es decisiva para su vida futura: juega con dos
pequeños pajarillos y quiere hacerlos tomar un baño… pero estos no resisten y
mueren entre sus manos. Toda triste, siente entonces interiormente estas
palabras: "¿Ves?, es así que todo pasa; pero
si quieres darme tu corazón, yo me quedaré siempre contigo”.
A los 8 años hace su primera comunión. Poco después su tío parte para
Alejandría con toda la familia.
EN
EGIPTO: ALEJANDRÍA Y EL MARTIRIO
Mariam tiene 12 años cuando se entera que su tío quiere casarla.
Decidida a darse totalmente a Dios, ella rechaza la proposición. Tratan de
persuadirla… la amenazan. Ni las humillaciones, ni los malos tratos pueden
cambiar su resolución. Después de tres meses, ella encuentra a un viejo criado
de la casa para mandar una carta a su hermano que se había quedado en Galilea
para que venga a ayudarla. Escuchando la narración de sus sufrimientos, el
criado que era musulmán la exhorta a dejar a los cristianos y a abrasar su
religión. Mariam rechaza. Encolerizado, el hombre saca su cimitarra y le corta
la garganta, abandonándola luego en una callejuela oscura. Era el 8 de
septiembre.
Pero su hora no había llegado todavía, y ella se despierta en una gruta,
cerca de una joven mujer que se parecía a una religiosa. Durante cuatro
semanas, esta señora la cuida, la nutre, la instruye. Después de lo cual, al
estar ya curada, aquella que más tarde dirá que es la Virgen María, la lleva a una iglesia y allí la
deja.
Desde ese día, Mariam irá de ciudad en ciudad (Alejandría, Jerusalén,
Beirut, Marsella…), como doméstica, eligiendo preferentemente las familias
pobres, ayudándolas, pero dejándolas en cuanto se encuentra demasiado honrada.
Así ella llegará a ser de manera del todo particular, testigo de ese “universo invisible”. Ese universo que nosotros
creemos sin verlo, y que ella ha experimentado de una manera muy fuerte.
EN
MARSELLA: LAS HERMANAS DE SAN JOSÉ
En el 1865 Mariam se encuentra en Marsella. Entra en contacto con las
Hermanas de San José de la Aparición. Tiene 19 años, pero sólo parece de 12 o
13. Habla mal el francés y posee una salud frágil… de todos modos es admitida
al noviciado, y su alegría es enorme por poder entregarse de este modo a Dios.
Siempre dispuesta para los trabajos más pesados, ella pasa la mayor parte de su
tiempo lavando o en la cocina… pero junto a dicha vida ordinaria, dos días por semanas revive la Pasión de Jesús, recibe los estigmas
(que en su sencillez cree ser una enfermedad) y comienzan a manifestarse toda
clase de gracias extraordinarias. Algunas hermanas quedan desconcertadas de
ello, y al final de 2 años de noviciado, no es admitida a continuar en la
Congregación. Es así que un conjunto de circunstancias la orientan hacia el
Carmelo de Pau.
EL
CARMELO DE PAU
Es recibida en junio de 1867. Allí, en medio de todas las pruebas que
tendrá a atravesar, siempre encontrará amor y comprensión. Al ser una nueva
Congregación, ingresa de nuevo al noviciado, dónde recibe el nombre de Hermana
María de Jesús Crucificado. Insiste en ser admitida como ‘hermana conversa’, ya que se encontraba más a
gusto en el servicio de los otros, teniendo por otro lado un gran problema para
leer lo que conllevaba una gran dificultad para recitar convenientemente el
Oficio divino. Su sencillez y su generosidad conquistan los corazones de todos.
Y sus palabras dichas después de un éxtasis son el fruto de su vida: "Dónde está la caridad allí también está Dios. Si
pensáis en hacer el bien a vuestro hermano, Dios pensará en vosotros. Si hacéis
un pozo para vuestro hermano, caeréis en él; el pozo será para vosotros. Pero,
si hacéis un cielo para vuestro hermano, ese cielo será para vosotros…”.
Don de profecía, ataques del demonio o éxtasis… entre todas las gracias
divinas de las cuales está colmada, está aquella de saberse, de manera muy
intensa, ser ‘nada’ frente a Dios, y cuando habla de ella misma se llama "la pequeña nada", es realmente la
expresión profunda de su ser. Es lo que le hace penetrar la insondable
profundidad de la misericordia divina dónde encuentra su alegría y sus
delicias, su vida… “La humildad es feliz de ser
nada, ella no se apega a nada, ella no se cansa nunca de nada. ¡Está contenta,
es feliz, dondequiera que esté es feliz, está satisfecha con todo… Felices los
pequeños!”. Allí está la fuente de su abandono al corazón de las gracias
más extrañas y al corazón de los acontecimientos humanos más desconcertantes.
LA
FUNDACIÓN DEL CARMELO DE MANGALOR EN INDIA
Al fin de 3 años, en el 1870, parte con un pequeño grupo para fundar el
primer monasterio de carmelitas en la India, en Mangalor. El viaje en barco
hasta allí es ya toda una aventura… tres religiosas mueren antes de llegar. De
todos modos, son enviados refuerzos, y a finales de 1870 se puede inaugurar la
vida claustral. Sus experiencias extraordinarias continúan sin impedirle ello
el afrontar los trabajos más pesados y las agitaciones que vienen siempre
anejas a una nueva fundación. Durante sus éxtasis, bien se la veía a veces
resplandeciente su rostro en la cocina o en otro lugar, bien participando en
espíritu de lo que ocurría en la iglesia al momento de las persecuciones en
China; bien sea que a veces el demonio parecía tomar posesión de ella, en lo
exterior de su cuerpo, haciéndole vivir terribles tormentos y combates. De
todos modos, las incomprensiones empezaron entonces a producirse alrededor de
ella, llegando a dudar de la autenticidad de lo que ella vivía. Sin embargo
pudo emitir sus votos al final de su noviciado el 21 de noviembre de 1871, pero
las tensiones creadas en su entorno acabaron por provocar su regreso al Carmelo
de Pau en el 1872.
EL
REGRESO A PAU
En aquel lugar halla su vida de simple ‘hermana
conversa’ en medio del cariño de sus hermanas de religión, y su alma se
dilata. Durante ciertos éxtasis ella, que es casi analfabeta, profiere
repentinamente en la exultación de su gratitud hacia Dios poesías de una gran
belleza, llenas de frescor y de un atractivo todo oriental, donde la creación
entera canta a su Creador… o bien, enardecida por la aspiración de su alma
hacia Dios, se la verá elevarse hacia la cima de un árbol milagrosamente sobre
una rama que no soportaría ni siquiera un ave… “Todos
duermen. Y Dios, tan lleno de bondad, tan grande, tan digno de alabanzas, ¡es
olvidado!… ¡Nadie piensa en Él!… Veo, que la naturaleza lo alaba; el cielo, las
estrellas, los árboles, las hierbas, todo lo alaba; ¡y el hombre, que conoce
sus beneficios, que debería alabarlo, duerme!… ¡Vamos, vamos a despertar el
universo!”.
Numerosos también son los que vienen a buscar cerca de ella consuelo,
consejos, ruegos, y que parten de su lado iluminados y fortificados por su
encuentro.
LA
FUNDACIÓN DEL CARMELO DE BELÉN
Poco después de su regreso de Mangalor, comienza a hablar de la
fundación de un Carmelo en Belén. Los obstáculos son numerosos, pero se disipan
progresivamente, incluso de manera inesperada. Por fin la autorización es dada
por Roma y el 20 de agosto de 1875 un pequeño grupo de carmelitas se embarca
para esta aventura. El Señor mismo guía a Mariam hacia el lugar y la
construcción. Puesto que es la única que habla árabe, ella se encarga
particularmente de seguir los trabajos, “inmersa en
la arena y en la cal”. La comunidad puede venir a habitar los lugares
preparados desde el 21 de noviembre de 1876, mientras que ciertos trabajos
continúan.
Se preocupa también por la fundación de un Carmelo en Nazareth, viajando
allí y logrando que se compre un terreno en agosto de 1878 para dicho fin.
Durante este viaje le es revelado por Dios el lugar de Emaús. Ella lo hace
comprar a Berthe Dartigaux para el Carmelo.
De vuelta en Belén, retoma la vigilancia de los trabajos bajo un calor
sofocante. Llevando de beber a los obreros, Mariam cae de una escalera y se
parte un brazo… La gangrena va afectarle muy velozmente y muere algunos días
después del suceso, el 26 de agosto de 1878, a los 32 años.
SU
MENSAJE
La presencia de Mariam es para nosotras un vínculo con todo el mundo
árabe.
Mariam, nos descubre este mundo invisible tan cerca de nosotros, el cual
es todo misericordia. Ella nos enseña a apostar toda nuestra vida por “aquello que no pasa nunca”, aquello que
únicamente “tiene peso”: Dios solo.
Mariam que es llamada por algunos “Patrona
de la Paz” para la Tierra Santa, es para nosotros un estímulo a dejarnos
transfigurar por el Señor a fin de convertirnos nosotros mismos en artesanos de
esta transfiguración del mundo por la gracia de Dios. Testigo de un mundo ya
transfigurado, Mariam nos conduce a ese primer día de la Creación, dónde el
Cielo y la Tierra no fueron separadas todavía, sino sólo la luz y las tinieblas:
este día Uno, reflejo de la Unidad divina, dónde todo resplandece de esta
Unidad…
Mariam ha sido atraída de modo particular por el
Espíritu Santo, este Espíritu que aleteaba sobre las aguas al principio de la
Creación. Es este Espíritu Santo que ella nos quiere entregar como herencia, ya
que cuando El viene a tomar sitio de nuestro “yo” transfigura cada cosa, “crea
de nuevo”: “Dirigíos al Espíritu Santo que inspira todo”.
“El ‘yo’ es aquello que hace perder al mundo. Los
que tienen el yo llevan la tristeza y la angustia con ellos. No se puede tener
juntos a Dios y al mundo… Aquel que no tiene el yo tiene todas las virtudes y
la paz y la alegría". Pero con el Espíritu Santo todo, incluso “una gota”
sola, algo insignificante, llega a ser posible de gran transformación:
Espíritu Santo, inspiradme; Amor de Dios,
consumidme; Al verdadero camino, conducidme; María, Madre mía, miradme, Con
Jesús, bendecidme; De todo mal, de toda ilusión, De todo peligro, preservadme.
Orar con Mariam
Salmo de contemplación
¿Con qué puedo compararme, Señor? con los pajaritos
implumes en su nido, si el padre y la madre no les dan su alimento mueren de
hambre. Así mi alma, Señor
sin Ti, no tengo apoyo, no puedo vivir. ¿Con qué me compararé, Señor? Con un pequeño grano de trigo, sepultado en tierra. si el rocío no lo alimenta y el sol no lo calienta el grano se marchita y muere. Pero si Tú lo regalas con la dulzura del rocío
y el calor de tu Sol de la pequeña semilla plena de linfa y de vigor brotarán raíces
y germinará un tallo fuerte en frutos abundante. ¿Con qué me compararé, Señor? Con una rosa cortada que al instante en la mano se marchita y pierde su aroma. Pero unida a su tallo permanece fresca y brillante intacta en su aroma. Guárdame en Ti, Señor, y comunícame tu Vida!... ¿Con qué te compararé, Señor? Con la paloma que proporciona alimento a sus pequeños, con una tierna madre que alimenta a su criatura".
sin Ti, no tengo apoyo, no puedo vivir. ¿Con qué me compararé, Señor? Con un pequeño grano de trigo, sepultado en tierra. si el rocío no lo alimenta y el sol no lo calienta el grano se marchita y muere. Pero si Tú lo regalas con la dulzura del rocío
y el calor de tu Sol de la pequeña semilla plena de linfa y de vigor brotarán raíces
y germinará un tallo fuerte en frutos abundante. ¿Con qué me compararé, Señor? Con una rosa cortada que al instante en la mano se marchita y pierde su aroma. Pero unida a su tallo permanece fresca y brillante intacta en su aroma. Guárdame en Ti, Señor, y comunícame tu Vida!... ¿Con qué te compararé, Señor? Con la paloma que proporciona alimento a sus pequeños, con una tierna madre que alimenta a su criatura".
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