Oraciones para cada
día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los
días previos a su fiesta (21 al 29 de agosto)
Por:
ArzobispadoDeLima.org | Fuente: ArzobispadoDeLima.org
Ya en su vida mortal, Rosa de Santa María atrajo bendiciones
espirituales y materiales a quienes se encomendaban a sus oraciones. Ahora en
el cielo, no dejará de pedir por nosotros, derramando las bendiciones que Dios
le dispensa, en recompensa del continuo amor que Ella tuvo al Altísimo y a
nuestra Santísima Madre.
Pidamos con generosidad confianza. Rosa está atenta
a nuestras peticiones.
Cada día de la novena se reza la oración inicial, luego se lee y medita
un versículo del padre Nuestro junto a un pasaje de la vida de Rosa. A
continuación se reza la oración final que incluye nuestra petición y se
finaliza con un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Esta novena la puedes hacer tantas veces desees y de manera especial los
días previos a la solemnidad de la santa (30 de Agosto en la mayor parte de
América y 23 de Agosto en el resto de países). Se puede concluir yendo a misa y
comulgando con las debidas disposiciones (Confesión).
No olvides que Dios concede sus bendiciones con mayor abundancia al alma
limpia por la recepción continua de su gracia en los sacramentos de la
eucaristía y la Confesión. El ejemplo de vida de Rosa en este aspecto es
contundente. No nos limitemos con pedir sino también con imitar su ejemplo. Si
deseas comunicarnos una gracia especial concedida no dudes en contactarnos.
ORACIÓN INICIAL
Santa Rosa de Lima, amada santa de mi alma, tú me has inspirado una
confianza segurísima en que por tu poderosa intercesión me veré librado de los
males que me afligen y salvado del abismo insondable de mis miserias. Conozco
cuán indigno soy de presentarme ante ti, purísima criatura, yo que soy el más
miserable y pecador de los hombres, pero es justamente la constante bondad y
misericordia que tuviste para con los más necesitados la que me mueve a
refugiarme en ti y en tu poderosa intercesión. Sé que no seré defraudado, sea
yo siempre tu devoto predilecto. Amén.
AMOR A LA VIRGEN,
NUESTRA MADRE
Visitaba de ordinario la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la
Basílica de Santo Domingo, donde hoy en día veneramos sus reliquias. Ante ella
tuvo lo que en teología mística se denomina el desposorio místico.
Le componía “vestidos espirituales”
“tejidos” con sus oraciones y sacrificios.
DÍA PRIMERO
Padre Nuestro que
estás en el cielo.
En todo momento, Rosa confiaba en que Dios la sostenía a ella y su
familia y que atendería sus ruegos. Repetidas ocasiones Dios le hizo ver su
cuidado amoroso, en lo espiritual y lo material.- Un día el Señor le presentó
un gran número de rosas esparcidas por el suelo y le dijo: ”Rosa, hazme una guirnalda de flores con estas rosas…”-
Ella obedeció y luego de ello Cristo cogió una de ellas y le dijo: “Esta rosa eres tú, y de esta me encargo Yo para cuidar
de ella con singular cuidado”
Pidamos a Rosa crecer en la confianza en la
Providencia del Padre.
DIA SEGUNDO
Santificado sea tu
Nombre.
Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado. Cuando
llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo
cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos)
Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración
y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que
profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta
humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a
ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus
palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe. “Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se
detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí!, han de hacer después a mi
dulce Jesús”. Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este
peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes
también la presentan con un ancla en la mano.
Pidamos a Rosa, que aumente en nuestra vida el
deseo de la gloria de Dios.
DÍA TERCERO
Venga a nosotros tu
Reino.
Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo
en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por
ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los
predicadores en el mundo entero. “Oh, quien fuese
varón – decía- para poder ir a las regiones
más peligrosas a anunciar el Evangelio”
Pidamos a Rosa que nos haga incesantes en la súplica
por extensión del Reino de Dios en el mundo, por todos los evangelizadores y
por nosotros, para que no tengamos miedo de anunciar a Cristo entre los que nos
rodean-
DÍA CUARTO
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
No fue fácil para nuestra Santa hacer la voluntad de Dios. Ella sentía
que Dios la llamaba toda para sí pero su familia buscaba casarla. De hecho,
muchos mozos de la aristocracia limeña deseaban tenerla por esposa, pero ella
se mantuvo firme en su deseo de ser toda para Dios. Esto le supuso vencer una y
mil dificultades, persecuciones y malos tratos dentro de su familia,
incomprensiones incluso de los sacerdotes con los que se dirigía, incluso gente
extraña que la tildaba de ilusa. Sólo con el paso de los años y la gente se dio
cuenta de la singular elección que el altísimo había hecho para con esta
doncella y con ello la fama de su santidad se extendió rápidamente en Lima y
luego en todo el mundo.
Pidamos a Rosa la humildad para reconocer que
nuestra felicidad consiste en poner nuestras miras en hacer la voluntad divina.
DÍA QUINTO
Danos hoy nuestro
pan de cada día.
Ya hemos observado el gran amor de nuestra Santa por el Santísimo
Sacramento y cómo Jesús correspondía a esta delicadeza socorriéndola en lo
material y espiritual en todo momento. Le fue permitida la Comunión frecuente,
la cual para ella era consuelo y sustento. En una ocasión en que se encontraba
con una gran debilidad física debida a su prolongado ayuno Dios le procuró
alivio a su necesidad. Su madre, al encontrarla muy cansada le dijo:- Hija ¿qué tienes?- Nada madre, contestó Rosa- Voy a prepararte una taza de chocolate pues estás muy
débil.- No se preocupe madre, Dios ya dispuso el alivio y no deseo que haga ese
gasto, contestó la santa- Por Dios hija mía, no has tenido tiempo de pedir
ayuda a nadie ¿cómo quieres que te ayude Dios? Al instante suena la
puerta de su casa, era un criado de la don Gonzalo de La Maza, cuya familia era
amiga de la de Rosa… Maravillada, la madre le pregunta:- ¿Cómo supiste de esto?’ Respondió Rosa: yo le pedí a mi ángel guardián que mueva a la familia de
la Maza para que envíen el remedio y le alivien el gasto que deseaba
hacer… Demás está decir que quedó enteramente restablecida…
Pidamos a Rosa que aumente nuestra hambre de Dios
por la lectura asidua del Evangelio y la recepción continua del Santísimo
Sacramento.
DÍA SEXTO
Perdona nuestras
ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Rosa no guardó rencor por ninguno de los que, en su momento, no
comprendieron el camino que Dios le señalaba. Llevada siempre por la humildad
incluso en el momento de su muerte pidió perdón a todos por las molestias que
hubiese causado… La gracia abundante que recibía en el sacramento de la
penitencia y la Eucaristía era lo que le fortalecía y llevó al heroísmo en la
práctica de las virtudes.
Pidamos a Rosa crecer en la vida de piedad y en ser
asiduos al sacramento de la Confesión y la Santa Misa.
DÍA SÉPTIMO
No nos dejes caer en
la tentación.
Rosa no estuvo exceptuada de tentaciones y pruebas, de las cuales salía
victoriosa por su abandono en Dios. Experimentó sequedades en la oración,
fatigas en su combate espiritual, entre otras cosas. Una vez se le presentó
un mozo que se mostraba muy galante con Rosa. Inmediatamente ella huyó del
lugar y puesta en oración expuso al Señor sus quejas, a lo que el Señor
respondió: “¿Crees que hubieses vencido de no haber
estado yo contigo?…” Con esta respuesta quedó la santa consolada y
fortalecida.
Pidamos a Rosa permanecer firmes en Dios
particularmente en los momentos difíciles.
DÍA OCTAVO
Y líbranos del mal.
Rosa mereció la corona de la santidad porque luchó legítimamente en cada
instante de su vida contra el mal. Pidió siempre la gracia de Dios que se
dispensa en nuestra Iglesia, fue fiel en la oración y muy mortificada, pensando
siempre en los demás antes que en si misma. Si hoy acudimos a su intercesión es
porque sabemos que nos ayudará a nosotros en nuestro personal combate por
llegar al Cielo.
Pidamos a Rosa su especial protección en las
tentaciones y que nos ilumine para que sepamos rechazar todo aquello que nos
aparte de Dios.
DÍA NOVENO
Amén.
Rosa llevó una vida feliz, abrasada a su esposo crucificado. En el
último instante de su vida pudo decir “Todo está
consumado”. Siempre dijo “Amén, así sea” a
los planes de Dios.… Y diciendo “Jesús, Jesús sea
conmigo”, entregó su alma a Dios y entró en la gloria de la
bienaventuranza eterna desde donde intercede por nosotros.
Pidamos a Rosa que Dios nos conceda la gracia de
abrazar la cruz de las dificultades de cada día con alegría.
ORACIÓN FINAL
Gloriosísima patrona y abogada nuestra, Rosa de Santa María, Purísima
flor de santidad e inocencia, esposa amantísima de Jesús. Por aquel incendio de
divino amor que abrasó tu corazón para con tu soberano Esposo, y por el celo
ardentísimo por la salvación de las almas, por el amor a tu pueblo y a tu
patria. Te pido humildemente nos concedas abundantes bendiciones, y de manera
especial la gracia que te pido… (pídase), si es a mayor gloria tuya y bien de
nuestras almas. Amén
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