La
Biblia nos da pantallazos entre líneas. Nos da más indicios que los que la
mayoría cree, porque no se suelen haber homilías sobre esto. Estos pantallazos son
altamente compatibles con lo que experimentaron los que tuvieron experiencias
cercanas a la muerte. La ciudad de los cielos será la Nueva Jerusalén que
bajará a la Tierra. Y será luego de la Segunda Venida de Cristo.
En este artículo hablaremos de las dos fuentes de
información para hacernos una idea más completa de lo que será la vida eterna
en el cielo.
LA
NUEVA JERUSALÉN SEGÚN LA BIBLIA
Al final de los tiempos aparecerá, a la vista de
todos, una nueva tierra, la Nueva Jerusalén.
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Una ciudad celestial que bajará a la tierra.
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Una ciudad celestial que bajará a la tierra.
La ciudad
celestial se describe en detalle en los
capítulos 21 y 22 del libro del Apocalipsis. Ésta será nuestra morada eterna. Y será mucho más que una versión mejorada o moderna
de Jerusalén antigua, la de la Tierra. Porque
el primer cielo (los cielos) y la primera tierra serán destruidos y el mar
desaparecerá. “Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva – porque el primer
cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que
bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada
para su esposo” (Ap 21:1-2) Ahora la morada de Dios está con los hombres,
y Él vivirá con ellos. “Y enjugará toda lágrima
de sus ojos, y no habrá ya muerte ni
habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado”
(Ap 21: 4) Esta morada eterna incluirá a Dios con su pueblo en un ambiente perfecto y eterno de paz. Y para
dar una idea más clara de su impresionante dimensión el Apocalipsis 21: 15-21
hablan de un cubo que tendrá 2222
kilómetros por lado, si lo llevamos a las medidas de hoy. Esto quiere
significar que cabrán todos, no deberíamos tomarlo como un indicador
exacto de su tamaño. Tendrá más de
600.000 pisos de altura y 12 puertas con los nombres de las 12 tribus de
Israel. Además de 12 pilares con los
nombres de los apóstoles.
La ciudad será de tal magnificencia, que Juan dice
está construida en una amplia gama de joyas y hecha de oro, en un intento de
explicar el esplendor y detalles.
Las palabras
en el Ap 21:18-21 ciertamente limitan lo que Juan podría describir, pero deja
claro que la Nueva Jerusalén incluirá
los rasgos más suntuosos imaginables; mucho más allá de cualquier cosa
que esta tierra haya visto. Hablamos de una ciudad, pero bien podría ser entendida como una dimensión
en la que fácticamente pudieran haber varias ciudades, campos, ríos,
etc.
Esta nueva ciudad no incluirá templo, ni sol ni
luna. El Cordero (Jesús) será su luz.
“Pero
no vi Santuario alguno en ella; porque el
Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero, es su Santuario. La ciudad no necesita ni de sol ni de luna
que la alumbren, porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el
Cordero.” (Ap 21: 22-23) El Señor Dios y el Cordero, Jesucristo,
servirán como templo y luz, proveyendo para cada necesidad de los
habitantes de la Nueva Jerusalén. En última instancia, la mayor alegría será morar juntos con todos los creyentes en la
presencia del Señor, para siempre. La tierra que comenzó con los humanos en un
jardín terminará con Dios. Y su existencia será perfectamente segura y sin pecado, porque: “Nada profano
entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la
vida del Cordero“. (Ap 21: 27) Estas descripciones son perfectamente compatibles con quienes han tenido
experiencias cercanas a la muerte. Sólo que se han referido como a una cadena de ciudades de luz. Y a algunos edificios que han supuesto que
eran catedrales por su aspecto exterior.
LAS
CIUDADES DE LUZ EN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTES
Estas
ciudades de luz han sido descritas por varios experimentadores usando adjetivos
tales como: oro, hermoso, sobrenatural,
cuento de hadas, indescriptible, más allá de todo lo que se puede describir,
muy superior a cualquier cosa en la Tierra.
Un mundo entero hecho de luz y amor, que se irradia
con luces multicolores, con música trascendental, lleno de seres ligeros,
construidos de la luz más pura.
El Dr. Craig Lundahl
ha reportado en sus investigaciones sobre los relatos de ciudades construidas
de luz. Y ha recibido reportes, que quienes murieron y luego revivieron, han
visto a niños jugando en grandes
ciudades doradas y a la gente ocupada en ciudades. De lo que se infiere que hay más de una
ciudad. Por ejemplo Emanuel
Tuwagirairmana relata que Jesús lo llevó y le mostró una ciudad
hermosa con casas que nunca ha visto en
ninguna parte del mundo. Dentro de la ciudad de las luces, los
experimentadores han visto como
catedrales de cristal brillantes, cúpulas, y torres como castillos europeos.
Randy Gehling
relata que:
“Vi una ciudad de oro con torres como castillos
europeos. Toda la ciudad parecía brillar con luz que se elevaba hacia el cielo
como un reflector gigante.
Pude
ver que algunas de las cúpulas de la ciudad eran rojas, otras eran de oro, y
algunas eran azules. Las puertas y las
paredes de la ciudad parecían estar hechas de brillantes luces azules, rojas y
violetas”. Dannion
Brinkley cuenta de una
especie de catedrales que estaban hechas enteramente de una sustancia
cristalina que brillaba con una luz desde dentro. Ricky
Randolph habla de una ciudad
de cristal multicolor: “En la distancia
vi una vista tan magnífica y asombrosa – una ciudad compuesta de lo que parecía
ser cristal. Las luces eran de muchos
colores que se irradiaban de ella”. Don Piper,
habla de puertas como de perla: “La puerta no estaba hecha de perlas, pero era
nacarada. Para
mí, parecía como si alguien hubiera extendido la formación de hielo de perlas
en un pastel. La puerta brillaba y brillaba. Era como una ciudad con calles
pavimentadas. Para mi asombro, se
habían construido de oro literal. Todo lo que veía era brillante, los
colores más brillantes que mis ojos habían visto jamás, tan poderosos que
ningún humano terrenal podía tener en este brillo.”
David Oakford
habla de una ciudad celestial en las
nubes.
“Era
una gran ciudad en las nubes, la ciudad tenía estos bellos edificios blancos
por lo que pude ver, que tenían
vibraciones, pero no un verdadero cuerpo físico. Los habitantes iban de
y hacia los edificios. No había
vehículos allí. La ciudad no tenía fronteras que yo pudiera ver, era un
lugar lleno de vida de todo tipo, allí
había mucha naturaleza, muchas plantas puras, árboles y agua igual que en la
Tierra, pero más pura. Todo estaba sin mancha por la manipulación
humana. Este lugar era como la Tierra sólo sin los problemas y la negatividad.
Pensé que esto era lo que se llama el cielo en términos de la Tierra”.
El Dr. George Ritchie, un ateo cuando tuvo la experiencia cercana a la muerte, vio una interminable y brillante ciudad de luz y amor muy a lo lejos:
El Dr. George Ritchie, un ateo cuando tuvo la experiencia cercana a la muerte, vio una interminable y brillante ciudad de luz y amor muy a lo lejos:
“Y
entonces vi, infinitamente lejos, demasiado lejos para ser visible con
cualquier clase de visión que yo conociera: una ciudad, una ciudad brillante, aparentemente sin fin. Brillaba desde las mismas paredes y calles.
Y seres que ahora podía discernir moviéndose dentro de ella. De hecho, la ciudad y todo lo que en ella parecía estar
hecho de luz, así como la figura a mi lado estaba hecha de luz”.
Y
se sorprende porque nunca había oído de algo así:
“En
este tiempo yo todavía no había leído el Libro de Apocalipsis. Sólo podía mirar
con asombro este espectáculo lejano, preguntándome
qué tan brillante debía ser cada edificio, cada habitante, a lo largo de
tantos años luz de distancia”.
Y
referido a los seres en esa ciudad dice:
“Ellos exudaban luz casi tan brillante como la
Navidad… Yo también podía sentir el
amor fluyendo de ellos hacia nosotros. Viendo a estos seres y sintiendo
la alegría, la paz y la felicidad que se inflamaba en ellos me hizo sentir que aquí era el lugar de todos los lugares, el
reino superior de todos los reinos. Los seres que lo habitaban estaban
llenos de amor”.
LAS
PERSONAS DE LA JERUSALÉN CELESTIAL SEGÚN LA BIBLIA
La cuestión de cómo será la gente en el cielo ha intrigado a muchos. Una
mirada a la Escritura ofrece algunas ideas sobre el tema, pero deja otros
aspectos sin resolver. Primera Corintios 15 habla que los cuerpos de
resurrección de los creyentes serán
inmortales e incorruptibles.
En otras palabras, estos cuerpos serán nuevos,
eternos, y muy mejorados sobre nuestros cuerpos terrenales.
Y parece
claro que seremos capaces de
reconocernos unos a otros en el cielo, es decir, debemos parecernos
similares a la Tierra en algún grado. Porque el cuerpo resucitado de Jesús era reconocible a sus seguidores,
aunque incluía habilidades especiales (1 Juan 3: 2-3). Los ejemplos en las
escrituras de personas que regresaron a la vida incluían un cuerpo nuevo pero familiar. El ejemplo supremo es Jesús. Estaba en
un cuerpo humano cuando resucitó, aunque de alguna manera era diferente pero
reconocible. En la Transfiguración, los
cuerpos de Moisés y Elías eran diferentes, pero también claramente
reconocibles por Jesús, Pedro, Santiago y Juan (Mateo 17: 1-8). Y hay otras
referencias que nos permiten completar el cuadro. Por ejemplo, comeremos y beberemos (Lucas 14:15;
22:18). Seremos vestidos con ropa nueva
(2 Corintios 5: 4-5). Podremos cantar y
expresar adoración al Señor, como Moisés o Elías, podremos hablar con
Jesús y con otros (Lucas 9: 28-32). Pero nuestros cuerpos de resurrección serán superiores a nuestros
cuerpos actuales. Y serán modelados
según Cristo, porque cuando resucitemos, nuestros cuerpos serán
glorificados como el de Jesús. Pero serán
físicos y reales, corporales y reconocibles. Como la vida será eterna, nuestros
cuerpos de resurrección serán incapaces de morir, pero también serán incapaces de sufrir dolor y lágrimas.
Nuestros cuerpos tendrán cualidades
extra-dimensionales, como Él tenía la capacidad de desaparecer y traspasar
paredes y puertas.
Podremos tener una cualidad luminiscente en
nuestros cuerpos.
Como
Moisés y Elías, aparecieron en glorioso esplendor, hablando con Jesús. Y que mostró cuando Jesús después de su ascensión,
en que su rostro es tan brillante como el sol. Nuestros
cuerpos de resurrección estarán en la
flor de la vida. Muchos teólogos han enseñado que todos
pareceremos estar quizá alrededor de
los treinta y tres años en el cielo, porque esa es la edad que Jesús
estaba en el momento de Su resurrección. Esa es una época que parece expresar lo
mejor de la vida. Sin embargo hay otros que dicen que pueden haber niños también.
Nuestras identidades raciales y de sexo
probablemente seguirán al cielo.
En el
Apocalipsis 5:9 habla de personas de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
Y
el propio Juan menciona en Apocalipsis 7:9:
“Después
de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante
del trono y delante del Cordero”.
COMO
SON LOS HABITANTES DE LAS CIUDADES DE LUZ EN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA
MUERTE
Craig Lundahl
ha encontrado en sus investigaciones que hay como niveles o reinos dentro de esas ciudades.
Aquellos que viven en los reinos superiores de la
ciudad irradian la luz más brillante.
Siendo tan
resplandeciente que su gloria debe ser
encubierta para que otros de menor grado puedan mirarlos. Visitar los niveles
superiores es posible, pero los espíritus de los reinos inferiores deben estar
preparados o cubiertos para que puedan estar en presencia de mayor
gloria. Algunos recién llegados son
llevados a un lugar de orientación donde descansan, se ajustan a su nueva
condición, y se preparan para tomar su lugar en la ciudad de la luz. El
pueblo, hombres y mujeres, en sus empleos y alrededores, parecía contento y
feliz. Y los que están de visita los
reconocen sin que dijeran quiénes eran.
Emanuel Swedenborg
habla de su experiencia con las personas allí:
“Son enseñados por sus amigos sobre el estado de la vida
eterna. Y son llevados a diferentes
lugares, a diferentes comunidades. Algunos son llevados a las ciudades, algunos a jardines y parques”.
Para ubicarlos en un lugar son guiados por
pensamientos que tuvieron durante su vida física, o sea que nuestro lugar
definitivo ya lo podemos vislumbrar desde aquí.
“Todo
el cielo se divide en comunidades sobre la base de las diferencias que viene
del deseo. Cada espíritu que es elevado
al cielo es llevado a la comunidad donde está su deseo, y una vez allí están
donde pertenecen, por así decirlo, como si estuvieran en casa, donde nacieron”.
Fuentes:
- http://www.robertjmorgan.com/devotional/seven-qualities-of-our-resurrection-bodies/
- https://www.compellingtruth.org/physical-bodies-heaven.html
- http://christianityshardestquestionssolved.com/?p=93
- http://www.near-death.com/science/research/city-of-light.html
- http://www.deseretnews.com/article/865609842/What-does-heaven-look-like-Here-are-10-possibilities.html
- https://www.compellingtruth.org/new-Jerusalem.html
- https://www.compellingtruth.org/new-heavens-new-earth.html
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