VATICANO, 05 Jun. 17 / 04:36 am (ACI).- El Papa Francisco, durante
la Misa
celebrada en la Casa Santa Marta, explicó
en qué consisten las obras de misericordia e invitó a arriesgarse a la hora de
ponerlas en práctica como
hizo el Papa Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial para salvar a judíos
romanos del exterminio nazi.
El punto de partida del Santo Padre en su homilía fue la primera lectura
del día, extraída del Libro de Tobías. El contexto de la lectura es el exilio
del Pueblo de Israel en Asiria. Tobías, un hombre justo, se dedica a las obras
de caridad con sus conciudadanos en dificultades.
Entre otras cosas, arriesgaba su vida
para dar una sepultura digna a aquellos hebreos que habían sido asesinados;
pero debía hacerlo de forma clandestina, ya que en el exilio les estaba
prohibido enterrar a sus connacionales. El Papa recordó que Tobías sufría con
los sufrimientos de los demás.
A partir de este hecho, el Pontífice reflexionó sobre las 14 obras de
misericordia corporales y espirituales. Las obras de misericordia, según
argumentó en la homilía, son más que compartir simplemente aquello que uno
tiene.
El Papa indicó que la
misericordia consiste en “sufrir con los que sufren. Una obra de misericordia no es hacer una cosa para
tranquilizar la conciencia: ‘Hago una obra buena y así me quedo más tranquilo,
me quito un peso de encima’. ¡No! También es compartir el dolor de los demás”.
“Compartir y sentirse identificado con el dolor:
van juntos”, explicó. “Es
misericordioso aquel que sabe compartir y que se identifica con los problemas
de las otras personas. Y aquí la pregunta: ¿Sé compartir? ¿Soy generoso? ¿Soy
generosa? Cuando veo a una persona que sufre, que se encuentra en dificultad,
¿también sufro yo? ¿Sé ponerme en los zapatos de los demás en la situación de
sufrimiento?”.
Tobías, para poder hacer las obras de misericordia, se arriesgaba,
arriesgaba su propia vida. Francisco recordó también cómo “en plena guerra, aquí en Roma, mucha gente se
arriesgaba, empezando por Pío XII, que
escondió a los judíos para que no fueran asesinados, para que no fuesen
deportados. ¡Arriesgaban el pellejo! Era una obra de misericordia salvar la
vida de aquella gente”.
Otro aspecto de las obras de misericordia destacado por el Santo Padre
es que “las
obras de misericordia te quitan de tu comodidad. ‘Tengo un amigo, una
amiga, enfermo, quiero ir a visitarlo, pero no me apetece…, prefiero descansar
o mirar la televisión tranquilo’. Hacer obras de misericordia siempre es asumir
una incomodidad. El Señor asumió esa incomodidad por nosotros: se dirigió a la cruz para darnos
misericordia”.
“Quien es capaz de hacer una obra de misericordia
es porque sabe que él ha recibido esa misericordia antes; que el Señor le ha
dado su misericordia”. “Si hacemos estas cosas es porque el Señor ha tenido
piedad de nosotros. Pensemos en nuestros pecados, en nuestros errores y cómo el
Señor nos ha perdonado. Nos lo ha perdonado todo”.
Por ello, el Papa exhortó a hacer lo mismo “con
nuestros hermanos”. “Las obras de misericordia –finalizó–, son aquellas que nos quitan del egoísmo y nos hacen
imitar a Jesús”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario