En los últimos días, han sido
numerosísimos los artículos contra el cardenal Paglia por haber nombrado como
miembro de la Pontificia Academia para la vida a un profesor de Oxford, el cual
había dicho públicamente que traza la línea del aborto en la decimoctava semana
de gestación. Los titulares de algunos blogs católicos han sido muy duros.
Titulares que venían a resumirse en la pregunta indignada de cómo se puede
nombrar para ese puesto a un abortista. Por supuesto que la mayoría de los
ataques al cardenal Paglia, en el fondo culpabilizaban al Papa sin mentarlo. Ataques
que venían a decir que en la Iglesia ya está todo manga por hombro.
¿Cuál es mi opinión sobre el
tema? No obtendré ningún beneficio dando mi sincera opinión, aunque sí que
ganaré unos cuantos indignados más contra mí. Aun así, la compartiré con
vosotros.
En un lugar como esa academia
pontificia, resulta utilísimo escuchar con toda la frecuencia posible a
aquellos que no piensan como nosotros. No sólo escucharles, sino también
invitarles a la mesa a dialogar. Si sólo dialogamos con los que piensan como
nosotros, nuestro diálogo se transforma en algo menos enriquecedor. Nuestro
diálogo no debe convertirse en monólogo. Así que no me parece mal que en las
congregaciones romanas haya presencia ordinaria de protestantes, ortodoxos, judíos,
musulmanes y ateos.
Así que felicito y me congratulo
por la elección del profesor Nigel Biggar. Perdone que le haya llamado
abortista. No tengo la menor duda de que su postura es mucho más profunda y
razonada (algo he leído de usted) como para resumirla con esa palabra.
En mis libros he desarrollado una
teoría de la Iglesia como Iglesia Madre de todos los cristianos y guía moral de
todos los hijos de Dios. La jerarquía, hasta cierto momento del siglo XX, fue
jerarquía de la Iglesia y sólo de la Iglesia. En el siglo XXI, cada vez quedará
más claro que la Iglesia es escuchada con respeto por todos los hombres de
buena voluntad, y que por tanto debe hablar para todos; con el respeto que se
debe esperar en su discurso en una situación como ésta.
Mientras
ésta es la realidad a la que nos dirigimos, otros siguen aplicando un esquema
de Cristiandad, de Sacro Imperio. Lo que fue bueno o útil o aceptable u óptimo
en su momento y circunstancias, puede ser inadecuado en otro. Francamente, los
esquemas mentales de algunos están totalmente en otro tiempo.
F. FORTEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario