REDACCIÓN CENTRAL, 11 May. 17 / 07:51 pm (ACI).- Las
apariciones de la Virgen de Fátima son famosas por el "secreto"
–dividido en tres partes– que fue transmitido a la humanidad.
De estas partes la más famosa es la tercera, conocida comúnmente como el
"tercer secreto" y que se mantuvo
de manera confidencial en el Vaticano hasta el año 2000, cuando San Juan Pablo II decidió
hacerlo público al mundo entero.
AQUÍ PRESENTAMOS 8 CLAVES PARA COMPRENDER ESTE
“TERCER SECRETO”.
1. ¿Cuál es la tercera
parte del secreto o "tercer secreto"?
Esto es lo que Sor Lucía escribió:
"Después de las dos partes que ya he expuesto,
hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un
ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas
que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el
esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él;
el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz:
¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz que es Dios:
'algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él' a
un Obispo vestido de blanco 'hemos tenido el presentimiento de que fuera el
Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas
subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos
como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a
ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso
vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los
cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado
de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que
le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo
murieron uno tras otro los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y
diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones.
Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una
jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los mártires y
regaban con ella las almas que se acercaban a Dios".
2. ¿A qué se refiere el
secreto?
En una carta del 12 mayo de 1982 dirigida a San Juan Pablo II, Sor Lucía
escribió:
"La tercera parte del secreto se refiere a las
palabras de la Virgen [en la segunda parte del secreto]: ‘Si atendieran mis
peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por
el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán
martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán
aniquiladas’".
En términos generales, la tercera parte del secreto se refiere al
conflicto del siglo XX entre la Iglesia y la Rusia comunista.
3) ¿Qué simboliza el
ángel con la espada de fuego?
El ángel con la espada de fuego representa el juicio que caería sobre el
mundo si no fuera por la intercesión de María (que irradia la luz que detiene
la espada de fuego).
Durante muchos años se rumoreó que la tercera parte del secreto
implicaba la posibilidad de una guerra nuclear. Si hay algo en el texto que
sugiere esto, es el fuego de la espada que Sor Lucía describió como algo que "dejaría el mundo en llamas".
En la Escritura, el fuego puede ser una imagen del juicio o de conflicto
en general. En su comentario sobre la espada de fuego sostenida por el ángel,
el Cardenal Ratzinger parece aludir a una guerra nuclear:
“La perspectiva de que el mundo podría ser reducido
a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura
fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego”. (Comentario Teológico)
Durante la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María en
1984, la segunda de las peticiones del San Juan Pablo II fue:
"De la incalculable autodestrucción, de todo
tipo de guerra, líbranos". (Cardenal Angelo Sodano)
4) ¿Qué representa el
obispo vestido de blanco y su viaje?
El tercer secreto revela que los videntes, luego de ver una inmensa luz
proveniente de Dios, tuvieron “el presentimiento de
ver al Papa”. Además, el Santo Padre junto a otras personas subió a una
montaña empinada “en cuya cumbre había una gran
Cruz de maderos toscos”.
Las montañas son lugares tradicionales donde el hombre se encuentra con
Dios, la difícil escalada de una montaña sugiere la perseverancia necesaria para
seguir a Dios. La robustez de la cruz representada en la visión evoca la dureza
de los sufrimientos de Cristo y quienes los comparten.
El viaje del Papa y sus acompañantes “a
través de la ciudad en ruinas” sugiere que la Iglesia deberá atravesar
la destrucción que acompaña a la guerra y que evoca el sufrimiento del
Pontífice al ser incapaz de detenerla. Esto refleja la experiencia de muchos
Papas del siglo XX.
5) ¿Qué significa la
aparente muerte del obispo vestido de blanco?
Esto parece referirse al intento de asesinato de San Juan Pablo II el 13
de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición de la Virgen de
Fátima.
Esto demuestra que él, al igual que muchos otros miembros de la Iglesia,
debe enfrentar a la posibilidad del martirio durante el conflicto entre la
Iglesia y el comunismo ruso.
Los críticos de la interpretación dada por la Santa Sede apuntan al
hecho de que San Juan Pablo II no murió. Para esto, hay un par de respuestas:
(1) Si en la visión Lucía vio que le
dispararon al Papa y cayó al suelo, ella pudo haber pensado que fue asesinado,
aun si en realidad solo estaba herido gravemente.
(2) La intercesión de María cambió lo
que pudo haber sucedido. Después de leer el tercer secreto, San Juan Pablo II
atribuyó su supervivencia a María. El entonces Cardenal Ratzinger comentó al
respecto lo siguiente:
“Que una ‘mano materna’ haya desviado la bala
mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y
la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la
oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones”.
6) ¿Qué quiere decir
que los ángeles carguen una jarra de cristal en la mano?
Los ángeles que “recogían la sangre de los
mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios” son un
poderoso símbolo de la salvación y enseñan la importancia de su sangre. Ellos
completan en favor del Cuerpo de Cristo lo que aún falta a sus sufrimientos
(Col 1,24).
El Cardenal Ratzinger señaló:
“La visión de la tercera parte del ‘secreto’, tan
angustiosa en su comienzo, se concluye pues con un imagen de esperanza: ningún
sufrimiento es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de
mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte
del hombre”.
7) ¿El Vaticano ya ha
revelado todo el secreto?
A pesar de que algunos digan lo contrario, el Vaticano ha revelado todo
el secreto. En su comentario teológico, Benedicto XVI
lo señala dos veces:
(1) “Quien lee con
atención el texto del llamado tercer ‘secreto’ de Fátima, que tras largo
tiempo, por voluntad del Santo Padre, viene publicado aquí en su integridad,
tal vez quedará desilusionado o asombrado después de todas las especulaciones
que se han hecho. No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo
del futuro. Vemos a la Iglesia de los mártires del siglo apenas transcurrido representada
mediante una escena descrita con un lenguaje simbólico difícil de descifrar”.
(2) “Llegamos así,
finalmente, a la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima publicado íntegramente
aquí por primera vez”.
8) ¿Existen otras
interpretaciones posibles del “tercer secreto”?
Dado que la Santa Sede no ha definido infaliblemente la materia, son
posibles otras interpretaciones. Pero esto no quiere decir que otras
interpretaciones sean racionales, sobre todo si se apartan de las líneas
principales de la interpretación dada por la Santa Sede.
Sor Lucía misma indicó que estaba de acuerdo con la interpretación
ofrecida por el Vaticano:
Sor Lucía estuvo de acuerdo en la interpretación según la cual la
tercera parte del secreto consiste en una visión profética comparable a las de
la historia sagrada. Reiteró su convicción de que la visión de Fátima se
refiere sobre todo a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los
cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de las víctimas de la fe en el
siglo XX. (Cardenal
Tarcisio Bertone)
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en National
Catholic Register.
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